La primera encomienda de José Antonio Meade Kuribeña como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) fue presentar la Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2017. Adelantó que será serio, responsable y de una profunda sensibilidad social.
La propuesta de la dependencia prevé un crecimiento económico entre 2 y 3%, mientras que el tipo de cambio estaría fluctuando en 18.20 pesos por dólar, la inflación se ubicará en 3%, por lo que respecta al precio del barril éste será de 42 dólares por tonel.
Meade tomó el cargo esta semana con un escenario económico difícil. El crecimiento del PIB magro 1.6%, las reservas federales apenas si rondan los 176 mil millones de dólares, una deuda pública que es cercana al 50% del PIB, una devaluación del peso del 40%, la baja de ingresos por las ventas del petróleo que busca subsanar con una Reforma Hacendaria recaudatoria. Y los reiterados aumentos de gasolina ante una Reforma Energética que no logró cuajar.
El economista Rubén Roa dijo a Negocioz que la oportunidad que el país tiene en este momento para iniciar con la reconfiguración de la economía mexicana está cristalizado en el Paquete Económico para el 2017 vía inversión y gasto, mientras que para el 2018 se podría considerar el asentamiento de las bases para discutir la configuración del sistema tributario, sobre todo para simplificarlo y ampliar su propia base.
“La constante corrección de las estimaciones de crecimiento del PIB en el 2016 hacia la baja, denota el menor dinamismo de nuestra economía, entre otros acentuada por consumo deprimido y me atrevo a decir un gasto público deficiente e inerte en materia de inversión. Esta situación, entre otros factores de naturaleza exógena (precios del petróleo, volatilidad de mercados financieros internacionales…), ha reubicado dicha estimación en un rango inferior al 2%”.
Agregó el gasto deberá ser más eficiente en su ejercicio, transparente en un obligado ambiente de rendición de cuentas, además de estimar el acervo de capital y garantizar con ello una tasa de creación de empleos superior que permita disminuir la brecha en materia de bienestar.
“Otro reto importante es el relativo al nivel de deuda que el país ha adquirido pues en lo que va del sexenio ésta se ha incrementado en más de 13 puntos del PIB. Es aplaudible la decisión de ejecutivo federal que ha declarado su voluntad de disminuir los requerimientos financieros del sector público, sin embargo, también es de señalar que su velocidad debería ser superior al ritmo con que se incrementó la deuda total. Igual habría que señalar el problema que se tiene en la cuenta corriente, que hasta este primer semestre del año será equivalente al 3% del PIB”.
Aunque dijo ver positiva la designación de Meade habría que esperar que la circunstancia internacional y el ambiente político nacional le permitan diseñar e instrumentar las políticas económicas suficientes y necesarias para generar un superávit primario superior al 1.5% del PIB, sin escatimar el gasto en materia de inversión productiva que detone en crecimiento económico que los mexicanos anhelamos.