Por la existencia de un decreto del gobernador del Estado, Francisco Vega de Lamadrid, médicos realizan cirugías plásticas sin título para ello, contraviniendo lo que establece la Ley Federal de Salud. Sumado a la nula actuación de COFEPRIS, proliferan las clínicas “patito”, lesionando y poniendo en riesgo la vida de quienes pagan el servicio
En locales comerciales de 3 o 4 metros de frente por 15 de largo, médicos realizan operaciones estéticas sin título para la práctica de la cirugía plástica, requisito obligatorio para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas, de acuerdo con la Ley Federal de Salud.
En ellos hasta “aceite para carro” han aplicado a los pacientes, originándoles lesiones severas e incluso la muerte, expone Agustín Escobar Fematt, director de la Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Baja California (CAME), dependencia que registró un promedio de 80 lesionados durante 2015.
De los decesos, el funcionario dice haber dado cuenta a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), instancia que los integra a la lista de homicidios culposos y que en 2015 conoció de 26 delitos en los que fincó responsabilidad médica y técnica en contra de médicos en general, porque tampoco delimita la especialidad de los profesionales que incurren en malas prácticas.
Pero los establecimientos donde se ejerce la práctica de la cirugía estética irregular no son clausurados, por esa labor de competencia de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
La dependencia solo ha sancionado a un total de18 clínicas de cirugía estética ubicadas en Tijuana, de 27 que ha logrado detectar en Baja California. Ningún establecimiento ha sido clausurado.
Tan solo en Tijuana, la Asociación de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva de Baja California, tiene ubicados alrededor de 300 establecimientos en los que personal sin título de cirujano plástico lleva a cabo intervenciones.
Estos negocios no operan en la clandestinidad, algunos hasta cuentan con licencias sanitarias obtenidas al amparo de un decreto expedido el 31 de diciembre de 2014 por el gobernador Francisco Vega de Lamadrid, que faculta en esa práctica a todo médico especialista con solo acreditar estudios de postgrado en instituciones superiores reconocidas por la autoridad educativa.
Así, con un decreto estatal que se contrapone a la Ley Federal de Salud, la práctica irregular de la cirugía plástica, estética y reconstructiva, impera en Baja California, uno de los tres lugares que a nivel nacional, lideran el desarrollo de este tipo de intervenciones, al igual que Cancún y Ciudad de México.
SIN REGULACIÓN
El doctor Agustín Escobar Fematt, director de la CAME, y la Asociación de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva de Baja California que dirige el doctor Daniel Camacho Melo, atribuyen la proliferación de locales y médicos dedicados a la práctica de la cirugía plástica sin contar con cédula, a la Maestría en Cirugía Estética que promueve una universidad veracruzana.
Se trata del Instituto de Estudios Superiores en Medicina con sede en Xalapa, Veracruz, el cual oferta la especialidad desde hace 13 años, curso que tiene dos años de duración.
“No empezaron a llegar quejas de pacientes que fallecieron, ahí ya nada podemos hacer, tenemos que dar aviso a la Procuraduría y a la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios”.
Escobar Fematt expuso que la CAME tiene registros de casos de “pacientes a los que se les aplicaron aceite de carro, elastina y sustancias raras”, y las intervenciones eran efectuadas “por médicos que habían ido a tomar ese curso”, asentó.
Explicó que al mediar en los conflictos -procedimiento que se desahoga en la Comisión-, derivados de la queja de los pacientes, se encontraban con profesionales de la medicina que mostraban el título de maestría en Estética.
Al ser requeridos por la queja de un paciente, estos doctores no acuden a conciliar, al contrario de los cirujanos plásticos, quienes cuentan con un consejo que los regula.
Agustín Escobar anotó que la CAME está impedida para actuar en contra, su única función es conciliar acuerdos y documentar denuncias de pacientes lesionados por la mala práctica médica.
Precisó que las intervenciones quirúrgicas estéticas, ocupan el tercer lugar de las quejas que la dependencia recibe: un total de 402 en 2015.
PROTOCOLO IGNORADO
El 22 de junio de 2015, la Coordinación General del Sistema Federal Sanitario de la COFEPRIS anunció un protocolo de verificación para los médicos, recordando que la Ley General de Salud, en sus artículos 272 bis y 272 bis-1, establece que para la práctica de la cirugía estética y reconstructiva relacionada con cambiar o corregir el contorno o forma, se debe contar con cédula de especialista en la materia.
A partir de esa fecha, la dependencia instruyó que en cualquier establecimiento en el que se ofrezcan servicios de cirugía estética, o se practiquen actos quirúrgicos, el responsable sanitario del establecimiento y el que los realice, deberán acreditar la Licenciatura en Medicina, la especialidad en Cirugía General y en Cirugía Plástica y Reconstructiva, así como estar certificado por el consejo de la especialidad, según corresponda. En caso de no cumplir lo anterior, “deberá procederse a la suspensión total del establecimiento, impidiendo el acceso al mismo”.
Los médicos que no se acrediten como cirujanos plásticos y “solo muestren título de maestría en Cirugía Estética otorgado por el Instituto Superior de Estudios en Medicina u otra institución de iguales características (…) no deberán llevar a acabo procedimientos quirúrgicos, constándose que se llevan a cabo se deberá proceder a la suspensión total del establecimiento, impidiendo el acceso al mismo”, dicta el documento.
La regla determinó una salvedad para los casos de especialidades médicas de otorrinolaringología, cirugía de cabeza y cuello, y cirugía maxilofacial, que permite a los médicos llevar a cabo procedimientos quirúrgicos de cirugía plástica, “limitando su área de competencia a las patologías o procedimientos en cara y cuello”.
El protocolo fue remitido a las 32 entidades federativas el 24 de junio del mismo año.
OMISA ACTUACIÓN DE COFEPRIS
Con el protocolo vigente, entre 2015 y 2016, la COFEPRIS no ha clausurado ninguna de las 27 clínicas estéticas irregulares que ha detectado, y solo ha sancionado 18.
A principios de junio de 2016, anunció una alerta sanitaria de las clínicas de cirugía estética que no cumplen los lineamientos, ubicadas en su verificación anual, la cual efectuó en 2 mil 083 establecimientos, suspendiendo actividades en 227 de 324 en los que ubicó anomalías. Exactamente las mismas cifras que dio a conocer en su informe de inspección de 2016.
En el caso de Baja California, a excepción de un negocio ubicado en Tijuana, los 27 lugares incluidos en la alerta son los mismos en los que COFEPRIS aplicó en 2015 suspensiones, y a pesar de la evidente reincidencia, los negocios siguen ofreciendo sus servicios.
Analizado el listado de las clínicas de cirugía estética irregulares, la Asociación de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva de Baja California, informó que ninguna es operada por cirujano plástico.
Aunque incumplen con la normatividad federal, la mayoría de estos negocios no opera en la clandestinidad; su publicidad se observa por toda la ciudad.
RIESGO PARA LOS PACIENTES
Remodelación y reafirmación de abdomen, cirugía de rejuvenecimiento de párpados y resección de piel, elevación o remodelación de busto, o reducción acelerada de peso, son tan solo unos de los múltiples servicios que se ofertan al consumidor en clínicas que COFEPRIS establece como irregulares en su alerta sanitaria.
“La especialidad se ha visto invadida por médicos generales, dermatólogos, otorrinolaringólogos, cirujanos generales y ginecólogos, cada uno muy bueno en su especialidad, pero no en cirugía plástica”, anotó el doctor Daniel Camacho Melo, presidente de la Asociación de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva.
“Se necesita de un entrenamiento especial, no de uno o dos años, mucho menos se puede acreditar la especialidad por medio de internet, porque con ello se pone en riesgo tanto la vida del paciente como el resultado y, obviamente el nombre de la cirugía plástica en México”, subrayó.
CIRUJANOS ESTÉTICOS SE AMPARAN EN DECRETO ESTATAL
En contraparte, los cirujanos estéticos de Tijuana, en voz del doctor Raúl Arturo Góngora Alejandré, sostienen ser ellos los que están capacitados para la práctica de cirugías reconstructivas estéticas.
“Nosotros nos preparamos específicamente para ello, en instituciones privadas, mientras que los que estudian cirugía plástica son capacitados en la cirugía reconstructiva en hospitales públicos, donde no pudieron realizar operaciones estéticas”, argumentó.
Su preparación profesional es para reconstruir lesiones productos de heridas o quemaduras, “son ellos los que causan lesiones en los pacientes al tratar de realizar operaciones estéticas”.
Agregó que la actividad la desempeñan apegados a la Ley estatal que los faculta a ejercerla sin título de cirujano plástico.
Concretamente se basan en el Decreto 194 expedido el 31 de diciembre de 2014 por el gobernador Francisco Vega de Lamadrid, que reformó el Artículo 144 Quáter de la Ley de Salud Pública para el Estado de Baja California.
Esté artículo apenas había sido modificado el 24 de octubre de 2014 para exigir cédula de especialista a quienes se dedican al “ejercicio especializado de la cirugía”, pero dos meses después, se modificó su sentido al eliminarse ese requisito y facultado en esa práctica a todo médico especialista que acredite estudios de postgrado en instituciones superiores reconocidas por la autoridad educativa.
DEPRIS INICIARÁ VERIFICACIONES
A más de un año de emitido el protocolo federal para delimitar la práctica de la cirugía plástica, estética y reconstructiva, la Dirección Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios (DEPRIS) de Baja California inició la recopilación de un padrón de establecimientos “que podrían representar un mayor riesgo”, informó el jefe de Operaciones Sanitarias de la dependencia, Rosario Evaristo Palafox.
“Nos encontramos en esa parte de identificar ese tipo de establecimientos”, externó, “hoy por hoy es una de las principales tareas, el atacar todo tipo de práctica médica que no cumpla con los requisitos legales”.
Cuestionado sobre el conflicto que genera el decreto emitido por el Gobierno del Estado, el cual se contrapone a la Ley Federal de Salud, el funcionario anotó: “La única cédula profesional que faculta a un médico de esta rama, es la cédula de especialidad en Cirugía Plástica Reconstructiva”.
Para concluir, advirtió que cualquier profesional de la salud que realice intervenciones quirúrgicas de cirugía plástica, estética o reconstructiva, se tendrá que regularizar.