A través de un video publicado en la página de la Arquidiócesis de Morelia, Michoacán, el Cardenal y arzobispo Alfredo Suárez Inda, confirmó que un sacerdote de nombre José Alfredo López Guillén, fue secuestrado por desconocidos el pasado lunes, en la casa parroquial de la comunidad de Janamuato de Puruándiro, en donde también fueron robados varios objetos y un automóvil.
El secuestro del presbítero López Guillén -quien el Cardenal aseguró que “es un hombre bueno y pacífico, por lo que no se justifica su secuestro”-, se produjo el mismo día que las autoridades encontraron los cuerpos sin vida de los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y de José Alfredo Juárez de la Cruz, de la diócesis de Papantla, estado de Veracruz.
“Después de compartir la pena grande por el asesinato de dos sacerdotes jóvenes de la diócesis de Papantla, en Veracruz, ahora sufrimos en carne propia la angustia de la desaparición, el secuestro del padre José Alfredo López Guillén, párroco de la comunidad de Janamuato en Puruándiro, quien desde el lunes fue sacado de su casa, de la casa parroquial después de también haber robado objetos, su automóvil”, señaló el Cardenal Suárez Inda.
“Pedimos a dios que respeten su integridad, que respeten su vida, que pueda volver pronto al ejercicio de su ministerio”, rogó el religioso, arzopisbo de Morelia, en la grabación. “Nos unimos en oración por sus familiares y feligreses que viven este momento de angustia”, señaló.
“Pedimos a Dios por la paz, por el respeto a la vida, por la conversión de quienes se dedican a hacer el mal. Nuestra comunidad sufre la muerte, la angustia de cualquiera de nuestros fieles. En este caso se trata de un hombre bueno, dedicado a hacer el bien, y pacífico. No se justifica de ninguna manera esta barbaridad, pido su oración y comprensión”, señaló el Arzobispo.
Según datos recabados por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), durante los últimos cuatro años en el País han sido asesinados 14 sacerdotes y 12 han desaparecido. El Centro Católico Multimedial apuntó que 28 sacerdotes han sido asesinados en México desde el 2006, sin contar las muertes de esta semana.
La información sobre este el secuestro del párroco, surge tres días después de que las autoridades ubicaran los cuerpos de dos sacerdotes en en Poza Rica, Veracruz.
A través de un comunicado, el Episcopado mexicano identificó a los sacerdotes asesinados como Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz. Ellos, según el fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo, convivían con sus agresores, cuando “se descompuso esa reunión y se tornó en violencia”.
Sin embargo, Bravo precisó que los dos religiosos no estaban vinculados con la delincuencia organizada en esa entidad. “No es un tema en donde algún sacerdote haya sido objetivo de la delincuencia organizada, no es un secuestro tampoco, estaban conviviendo”, dijo el Fiscal.
El funcionario estatal veracruzano detalló que las personas señaladas como responsables robaron 5 mil pesos de limosna y dos vehículos, una camioneta pick up RAM y un sedán Lancer, según narró un testigo ‘in situ’.