Alrededor de 60 alumnos son con los que cuenta la Academia Ajedrecista del Noroeste, tras comenzar a operar en un local sobre el Bulevar Gustavo Díaz Ordaz hace tres meses; si bien las actividades por promocionar esta disciplina por parte de Jonathan Barbosa, fundador y director de esta institución, se remontan años atrás con Fundación del Club de Ajedrez Alas de Fuego, Barbosa comentó a ZETA que su interés por difundir este deporte en que ha destacado en torneos regionales, es por los beneficios que conlleva en cuanto a disciplina, responsabilidad, capacidad de cálculo y análisis, siendo que esta actividad reúne los ámbitos deportivo, cultural e intelectual.
La academia cuenta en su mayoría con población infantil -acepta a niños a partir de los 5 años de edad- y con grupos de adultos. Ha organizado torneos en Tijuana, el próximo se pretende para el 13 de octubre en Plaza Galerías Hipódromo y se encuentra presente en otras 15 sedes, entre colegios, unidades deportivas y espacios culturales.
“Hemos llegado a escuelas públicas en que la situación económica es un poco carente, hemos hecho torneos de ajedrez gratuitos en escuelas del Mariano Matamoros, por el Bulevar 2000 también, donde hemos llegado al espacio y hacemos un torneo para que más niños lo conozcan (el ajedrez)”, comentó Jonathan Barbosa sobre la promoción de la disciplina.
“No hay una limitante, nadie te define como si eres apto o no eres apto, eres inteligente o no eres inteligente, porque a final de cuentas nuestro eslogan es ‘El ajedrez es para todos´, de eso es de lo que se trata: de darles un grupo en el que ellos se puedan desarrollar”, y consideró, es lo que más llama la atención de sus alumnos.
Asimismo, el fundador de la Academia Ajedrecista del Noroeste declaró que la institución busca la inclusión de personas con deficiencia auditiva y de invidentes, además de la organización de un torneo al interior del Centro de Diagnóstico para Adolescentes de Tijuana.
Las mensualidades de la academia van de los 300 hasta 500 pesos, aunque hay alumnos becados por lo destacado de sus actuaciones en torneos organizados por la escuela, de forma que éstos no dejen de practicar esta actividad; que la tarifa no sea la limitante.
Barbosa concluyó que para él, el ajedrez representa “una pasión que me ha dado todo, me ha dado viajes, me ha dado una familia, me ha dado amigos; momentos de dicha y alegría, y de tristeza de repente. Me ha dado todo”.