Se acabaron los juegos olímpicos y por arte de magia va a desaparecer la discusión sobre el porqué no ganamos medallas. En 4 años nos vamos a volver a hacer la misma pregunta, pero eso sí, todos seremos expertos en tiro con arco, taekwondo, marcha, clavados, etc. Pareciera que cada ciclo olímpico nos reinventamos y exigimos que nuestros atletas simple y sencillamente ganen, ahí nuestra errónea expectativa.
Nuestro país no gana medallas por cuatro razones: insuficiencia de apoyos, corrupción, falta de educación deportiva y temple. Los primeros tres tienen que ver con las autoridades y el último lo achaco a los deportistas.
Sobre insuficiencia de apoyos es lamentable que los deportistas tengan que financiar en gran medida su preparación y desarrollo. En México solo existe recursos en el deporte profesional llámese futbol y probablemente béisbol.
Los deportistas mexicanos sufren para conseguir patrocinios e inclusive donde entrenar. Todavía recuerdo hace algunos años que la medallista Paola Espinoza se quejaba de que la alberca olímpica era una especie de congelador que afectaba el rendimiento de los clavadistas. En México de no ser por el ejército o la marina es muy probable que no se ganara una sola medalla. En estos juegos olímpicos celebrados en Brasil, cuatro de los cinco medallistas tiene un cargo en estas instituciones militares.
El recurso no es suficiente porque la planeación es pésima, para los gobiernos el deporte no es prioridad, los estímulos que motiven a los deportistas desde los primeros años no existen. Aquel que por decisión propia decide seguir una carrera deportiva sufre un calvario, realmente ser medallista o asistir a una olimpiada es un milagro.
Los empresarios, quienes pudieran aportar recursos, no lo hacen porque vivimos inmersos en la corrupción de los organismos y federaciones deportivas. ¿Quién va querer donar dinero si por ejemplo Alfredo Castillo, director de la CONADE, prefiere llevar a su novia que algún doctor para atender a la delegación mexicana? O, ¿quién va a apoyar a una federación de basquetbol donde sus directivos tienen más de 30 años robándose el dinero? En nuestro país se habla más de los escándalos de sus dirigentes que los logros de los deportistas.
Nuestra educación deportiva es como una “patada en la espinilla”. En la primaria existe una materia llamada educación física que sirve para nada. Para todos los niños es la única calificación de “10” asegurada antes de iniciar el ciclo escolar. Los maestros no saben qué hacer con los infantes por lo que optan por distribuirles los balones y que jueguen a lo que quieran, es algo así como una extensión del recreo.
Genera un enorme coraje y frustración que no exista una verdadera educación física donde se detecte y prepare a aquellos niños con las aptitudes suficientes para desarrollarlas, es una lástima porque tenemos un gran potencial. Por el contrario, en estos momentos algunos maestros están secuestrando calles y carreteras dejando a alumnos sin estudiar. Eso es no tener madre.
Lo único que le puedo criticar a todo aquel deportista mexicano es que en los momentos vitales nos ha faltado temple. Me refiero a la hora de ejecutar penales, en el último tiro para meter una flecha lo más centrado posible, ese clavado que al final no entró bien, esa patada que no registró puntos por falta de fuerza. Es ahí donde se nos han ido oportunidades muy valiosas.
Ojalá autoridades, federaciones, empresarios, legisladores, sociedad civil, deportistas, pudieran trabajar en una especie de reforma deportiva tan importante como la energética o telecomunicaciones. De lo contrario seguiremos con resultados igual de mediocres y no por culpa de los deportistas. Para ellos mi admiración por siempre.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas, comunicación y campañas; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal así como como Director de medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California. @CasoAlejandro