El organismo dio a conocer resultados sobre medición de la pobreza sin presentar documentos, formulas o procedimientos, poniendo en duda el trabajo realizado. En la Cámara de Senadores, se pide la destitución del titular, Julio Alfonso Santaella Castell
Bastaron diez días para que la credibilidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dirigido por Julio Alfonso Santaella Castell, se viera afectada por la publicación de una encuesta de medición de pobreza donde los resultados fueron sesgados, sin que hasta el momento el organismo dé a conocer la metodología.
“Es un mal mensaje, porque si a alguna institución se le tenía respeto y credibilidad es al INEGI, en todas sus mediciones. Además, es una institución seria, reconocida a nivel internacional”, dijo a ZETA el presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Nacionales de Comercio Servicios y Turismo (CONCANCO SERVYTUR) de Comercio, Enrique Solana Sentíes.
Según el Instituto, de 2014 a 2015 la percepción económica de los mexicanos que menos tienen aumentó 30 por ciento, los ricos se incrementaron en un 10%, mientras que advierte que dichos registros no se pueden comparar con los históricos anteriores debido a un cambio en la métrica.
Ante tales aseveraciones, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) argumenta no estar de acuerdo, por lo que pidió una explicación al organismo de los métodos llevados a cabo en el levantamiento de la consulta, sin que hasta el momento se haya otorgado respuesta.
Buscando justificar su inacción en el combate a la pobreza por parte de los gobiernos en turno, manipulando cifras oficiales, ha sido una constante en México. En su momento, el ex Presidente de la República, Vicente Fox, refirió que la pobreza extrema bajó en más del 40% en su sexenio, cuando el país tenía un crecimiento del 2.28%.
En su estudio “La Pobreza en México y sus Principales Ciudades”, la investigadora Araceli Damián, de El Colegio de México, precisó que el dato que Fox presumió correspondiente al periodo de 2000 a 2006, “deriva en la dificultad de comparar las diferentes encuestas”.
Felipe Calderón no escapó a la tentación del manoseo de números, y afirmó que el nivel de vida de los mexicanos, sobre todo el de los más desprotegidos, había mejorado, pues un mayor número de familias tenían televisión, refrigerador, computadora y lavadora; su sustento fueron las encuestas del Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, del INEGI.
De un año a otro, ingresos suben 30 por ciento
Hace dos semanas, el INEGI anunció una serie de cambios a sus mediciones en los indicadores de la pobreza, para luego advertir que con base a la modificación al ingreso de los hogares, se aprecia un incremento en el ingreso corriente de éstos a nivel nacional entre 2014 y 2015.
Luego de la noticia, el CONEVAL externó que dichas cifras no eran coherentes con la tendencia que se venía manifestando en otros instrumentos del INEGI y con otras variables económicas.
“Dichos cambios carecen de documentos públicos de carácter técnico que los justifiquen, y no fueron debatidos técnicamente con CONEVAL ni anunciados de manera oportuna, por lo que el proceso de captación del ingreso que elaboró el INEGI no fue transparente”, cita un despacho informativo.
Once días después, ambos organismos se reunieron y acordaron que debido a la importancia de contar con una evolución histórica de la medición de la pobreza establecerían un grupo técnico de trabajo que revise los detalles del Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS-2015), incluidos los cambios operativos para la captación del ingreso adoptados por el INEGI.
“Este grupo evaluará la posibilidad de poner a disposición de CONEVAL un instrumento comparable entre 2015 y los años anteriores. Por lo anterior y debido a las condiciones actuales de no comparabilidad del MCS2015 con años anteriores, el CONEVAL no publicará en el plazo anunciado la medición de pobreza 2015 a nivel nacional y por entidad federativa, ni su evolución”, advertiría en un comunicado conjunto con el INEGI.
Roberto Valero Berrospe: “Las encuestas te van a dar lo que quieres”
En un escueto despacho informativo, el INEGI informó que “comparaciones internacionales muestran que en México la diferencia entre los ingresos reportados por las encuestas de ingresos de los hogares y su contrapartida en Cuentas Nacionales presenta una brecha particularmente grande”.
Por lo anterior, durante el levantamiento del Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS) 2015 se aplicaron criterios de captación y verificación de información de mayor rigor. Esto hizo posible una medición más precisa de los ingresos de los hogares en el país.
Para el catedrático de la Universidad Autónoma de Baja California, Roberto Valero Berrospe, tal rigurosidad está en entredicho, pues de entrada se hizo una encuesta anual, con el argumento que tenía más variables, pero no se precisó cuáles fueron.
— ¿Se puede confiar en el INEGI?
“El INEGI maneja muchas variables. Lo que sí podemos decir que tanto el gobierno estatal como el Federal han estado tratando de manipular los datos. El problema de hacerlo es que son reportes que tienen tantas variables, que a final de cuentas se complica querer controlarlo.
“Las encuestas te van a dar lo que quieres. Tal vez se reajustaron las preguntas por la forma de contestar que hacían las personas. O ponen respuestas abiertas o cerradas. El orden de las preguntas quiere decir mucho”.
Más adelante agregó:
“Lo mismo ocurre con el Producto Interno Bruto, que pudo haber crecido en algunas entidades como Aguascalientes, Querétaro, que traen dos dígitos y algunos otros están jalando la encuesta a la alza. El dato promedio está sesgado, porque ves en Baja California que trae un 06, 0.7 por ciento. El país está creciendo a diferentes velocidades”.
Valero agregó que a nivel nacional la queja de los analistas es que los hogares más pobres salieron con mayor ingreso en la encuesta, pero en Baja California fue al revés.
“Comparando el resultado de 2014 el ingreso promedio creció de 47 mil 719 peso a 54 mil 616. Sin embargo, éste es un promedio para todos. La diferencia entre el primer decil y el décimo es profunda porque el primero recibe 10 mil 367 pesos. Mientras que los hogares más ricos reciben 171 mil 42 pesos. Los ricos son más ricos y los pobres más pobres, eso dice la encuesta para BC”, acotó.
Una atrocidad
“No recuerdo que con Calderón y Fox hubiera pasado algo similar. Si hubieran hecho algo tan atroz como esto, lo hubieran anunciado con anticipación. El ingreso en el primero y segundo decil se ven los incrementos más sustanciales”, expresó el economista Jorge Fonseca en torno al tema.
Al no explicar el procedimiento que se usó, dijo, muestran una falta de rigurosidad en el trabajo en cuestión: “Mientras no me digas qué hiciste, ese dato no sirve, no tiene una utilidad. Eso cuesta, las encuestas no se hacen gratis, hay un recurso que reciben, el Instituto tiene el presupuesto para revisar estos estudios y tiene que seguir los procedimientos”.
Insistió en que la institución primero dio a conocer la información y ahora está “trabada” con lo que publicó.
“Mi sentir de la forma, no es que esté mal que lo hagas; porque todos los procedimientos son perfectibles. Mi preocupación sería que se contaminara la falta de información en torno a esta encuesta en particular y que se pueda contaminar el cuestionamiento hacia lo demás que hace la organización. Porque hasta donde vamos, sí creo en INEGI porque cruzas con datos de organismos internacionales y están dentro de los parámetros de variable. Hasta ahorita es un organismo confiable”, finalizó.
No puede haber indicadores cómodos
El 31 de diciembre de 2015, Eduardo Sojo Garza-Aldape concluyó su gestión como presidente de la Junta de Gobierno del INEGI; en su lugar, el Presidente Enrique Peña Nieto designó al maestro en economía Julio Alfonso Santaella Castell, con base a lo dispuesto por la Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica.
Para el titular de CONCANACO SERVYTUR, Enrique Solana Sentíes, el anterior director del organismo hizo un trabajo “formidable”, pues hubo casos en que el Instituto daba comportamientos de la economía diferentes a lo que la administración de Peña Nieto estaba ofreciendo.
“Hoy tiene un nuevo director que me parece tiene las cartas, las credenciales para hacer un buen trabajo. No sé si está adaptándose y es resultado del cambio de dirección, o literalmente se han dado estos problemas en torno a la encuesta que publicó el INEGI, pero sí creo que se debe tener mucho cuidado porque es vital que todo mundo tenga confianza en el INEGI”, consideró.
Según Solana, de perderse la credibilidad en la corporación, empezaría a haber “indicadores cómodos” y ya no va a tener ningún objeto el trabajo que haga, por lo que espera se trate de un error en el cambio de metodología para que se vuelva a validar y que sobre todo, sea compatible con años anteriores.
“Si se estaba evaluando mal la pobreza, sí se vale hacer cambios, tomar el ejemplo de lo que hacen otros países a nivel internacional para modificar. Habrá que buscar una forma de poder tener referente hacia atrás, porque si cambiamos con un referente base cero, perdemos la historia”, puntualizó.
Senado pide destitución
Por los errores cometidos en el cambio de metodología para medir la pobreza el año pasado, el coordinador del Partido Acción Nacional en el Senado, Fernando Herrera Ávila, pidió la remoción del presidente del INEGI, Alfonso Santaella Castell.
El líder camaral hizo público que no ha asumido su responsabilidad en la modificación del Módulo de Condiciones Socioeconómicas, lo que puso en duda la publicación de los datos de pobreza.
De igual manera, expuso que el INEGI debe dar visos de autonomía y establecer la forma en que trabajará con CONEVAL, pues de no ocurrir esto, se estaría pensando en la remoción del titular.
Por último, en entrevista con ZETA, el senador Víctor Hermosillo Celada precisó que el tema es delicado: “Es algo peligroso. Las estadísticas son difíciles de manejar y depende cómo hacen las corridas. Decía Mark Twain que hay tres clases de mentiras: las mentiritas, las mentirotas y las estadísticas. Ya se está poniendo atención en el tema. En el Senado ya se encendieron los focos amarillos respecto esa situación”.