Productores de San Quintín protestan por la conformación de una mesa técnica integrada por funcionarios y académicos. Alegan no han podido comprobar con bases científicas que existe sobreexplotación de especies; 300 pescadores quedaron sin sustento por la veda que durará tres meses
De la noche a la mañana los más de 300 pescadores del sur del municipio de Ensenada dedicados a comercializar almeja pismo -también conocida como “blanca”- detuvieron la actividad, obligados por la autoridad que se basó, por primera vez en la historia, en la NOM-059 SEMARNAT.
En la zona costera, a la altura de San Quintín, se reproduce y captura la almeja pismo, favorita del turismo nacional e internacional; el producto se vende principalmente en las carretas de mariscos.
“No la vendemos, solo hay almeja chocolata -la color café- y aunque no les guste a la mayoría de los clientes, es la que ofrecemos, porque la blanca está en veda”, platicó la propietaria de una carreta en la calle Primera de Ensenada.
Ramón Medina, un visitante de Culiacán, Sinaloa, que viajó a California, Estados Unidos, llegó a Ensenada como otros miles de comensales con la única intención de comer almeja.
“Me dicen que no hay nada. Tengo 40 años viniendo hasta Ensenada pero ésta es la primera vez que nos vamos sin comerla porque el gobierno prohibió sacarla del mar, algo no está bien”, compartió con ZETA.
Desde el 1 de julio de 2016, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), a través de la Dirección Nacional de Vida Silvestre, prohibió la extracción de la almeja blanca por tres meses -julio, agosto y septiembre-, al considerar que existe sobreexplotación del producto sin un respaldo científico que avale la decisión; esto desató el enojo de los productores.
Mesa técnica para “remediar el mal”
La titular de la dirección, Yolanda Alaníz Pasini, se reunió el miércoles 10 agosto con un centenar de pescadores en el Centro Estatal de las Artes (CEART) en Ensenada, para instalar una mesa técnica que será la que analice la situación.
Los enfurecidos almejeros que estaban presentes irrumpieron la sesión y con gritos echaron en cara a las autoridades federales la supuesta indiferencia con que manejan el problema de las poblaciones, al excluirlos del comité integrado por funcionarios federales, estatales y municipales, así como el sector científico y académico.
“Nosotros no venimos a esto, viajamos desde San Quintín para que nos escuchen y ahora resulta que conformaron una mesa sin que nos tomen en cuenta”, señaló Sergio Ibáñez, pescador.
Mientras que en su exposición, la funcionaria federal reconoció que la oficina a su cargo no tiene estudios actualizados relacionados con el producto, por lo que se basó en otros resultados de 2015 que elaboró la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
“Estoy encabezando y asumiendo la responsabilidad porque -los superiores- tienen un compromiso con los pescadores, con el recurso y, en este sentido, quiero decir que vamos a comenzar sabiendo dónde está la almeja, dónde está el pepino, las estadísticas, cuánto se ha venido abajo, o si va para arriba, porque si es así, sería estupendo”, fue parte de lo que contestó a los manifestantes.
A un lado de la directora estuvo el secretario de Pesca del Estado, Matías Arjona Rydalch, quien secundó el discurso de la titular de Vida Silvestre, y políticamente enunció que la única manera de que “los hijos de nuestros hijos” aprovechen el recurso es cuidándolo.
Policías vigilan la costa
El delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), Osvaldo Santillán Langarica, informó que en todo Baja California hay mil 700 agentes federales que tienen capacidad, así como autoridad, para detener a cualquier furtivo. Las corporaciones coordinadas son Secretaría de Marina (SEMAR), Ejército Mexicano y Policía Federal.
Sobre las críticas que los pescadores legales hacen a PROFEPA por la poca vigilancia, el funcionario reconoció que no hay presupuesto para contratar más inspectores que detengan el tráfico de productos marinos y la venta ilícita, no obstante, se las han ingeniado para dar a conocer las reglas.
“Desde junio comenzamos a entregar volantes, sobre todo al último punto de la cadena, en este caso, son los que preparan comida en las carretas respecto al delito en que incurren, en caso de que compren almeja blanca”, mencionó, e hizo un llamado a quienes tengan relación directa e indirecta con la especie para que se abstengan comprar, ya que aquellos que se detectan en posesión de almeja, están cometiendo un ilícito. “Si detectamos que alguien aprovecha la especie integraremos un proceso administrativo, remitiremos en su caso al Ministerio Público Federal para que se aperture la averiguación previa y, si procede, la consignación”, advirtió.
En lo que va del año, la PROFEPA ha puesto a disposición en la Procuraduría General de la República (PGR) a 27 personas por incurrir en este delito de tráfico de especies marinas protegidas.
La penalidad es de uno a nueve años de prisión, y de 300 a 3 mil días de salario, que pueden aumentar hasta 12 años y mil días más de salario mínimo si la actividad ilícita se realiza dentro de un área natural protegida, o si se comprueba que se ejecuta con fines comerciales.
El furtivismo “duele”
El permisionario de pepino de mar, Guillermo Moreno, cuya especie también entró en veda y se usa para exportación a países orientales, se dirigió a los integrantes de la mesa para recordar a las autoridades que si hay peligro de extinción es que porque los “piratas” no descansan y extraen piezas indiscriminadamente.
“Aquí estamos alegando para proteger la especie y hacerlo legal, pero si ustedes van ahorita allá, hay gente sacando pepino, eso es lo que nos duele”, dirigió con el índice.
También dijo que si les dan el permiso a ellos, con cuota autorizada, se comprometen a cuidar la zona asignada, y renegó de los datos que publica el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), comparando que la meteorología no tiene nada que ver con la acuacultura, por tanto, considera sus investigaciones ajenas al problema.
“Tengo 35 años en el sector y lo que sé es que el Instituto Nacional de Pesca está avalado para hacer las investigaciones como se tienen que hacer, las veces que han ido los del CICESE van puros estudiante que no saben lo que tiene que hacerse, ¡es preocupante!”, argumentó.
Ventiló que en 2015, de los 117 mil organismos que se le otorgaron para capturar solo le dieron permiso para 27 mil. Pero la evaluación arrojó que podía capturar más de 200 mil piezas.
“En ese momento pedí que, si bien no me daban las más de 200 mil piezas, de perdida me devolvieran la cuota de 117 mil, pero no me dieron”, lamentó.
El colmo fue que un estudio hecho por el CICESE determinó que al permisionario le tocaban en realidad un millón 270 mil pepinos de mar.
“O sea, mal hecho todo, por eso no hay que irnos con la finta de que son instituciones científicas; hay que tener cuidado, señores”, alertó el productor.
SEMARNAT es un árbitro
Los inconformes de San Quintín alegan que las decisiones más importantes no las resuelven los delegados en los Estados, sino los directores y secretarios a nivel central.
Por eso, el delegado de SEMARNAT en Baja California, Alfonso Blancafort Camarena, solo coordinó la conformación de la mesa técnica con el propósito de llegar a acuerdos para que la mayoría pueda aprovechar el producto de manera sustentable, pero la última palabra la tiene el secretario, Rafael Pacciano Alaman.
Tras presentar a quienes conforman el comité, PROFEPA, SEMARNAT, UABC, CRIT, SEPESCA y SEMAR, entre otros centros de investigación y académicos, advirtió a quienes se sintieron excluidos que es imposible tener en la mesa a 300 personas.
“Tengan la seguridad que todos aquellos que aprovechan el recurso van a ser escuchados, sus opiniones van a ser tomadas en cuenta, pero sería operativamente imposible estar todos”, mencionó.
“No tenemos para dar para el refresco”
Los permisionarios del Valle de San Quintín dedicados a extraer la almeja pismo desde hace más 17 años, quieren la salida del delegado Blancafort de la SEMARNAT. Durante la reunión del miércoles exhibieron una lona con el siguiente mensaje:
“Sr. presidente Enrique Peña Nieto, exigimos solución al problema de las almejas del Valle de San Quintín Ensenada B.C. -Regulación de grupos y zonas. -Programas de apoyo el tiempo de veda. Alfonso Blancafor (sic) no pudiste con el cargo retírate o renuncia”.
Pidieron atención y dijeron estar cansados de esperar a que las oficinas en Baja California giren documentos a Presidencia, aludiendo al centralismo que existe en el país.
“Estas personas que conforman la mesa técnica jamás las he visto en la zona donde estamos trabajando, nunca se han ido a parar para ver si hay o no hay producto. Ya dijimos y no queremos algún día tomar la carretera, no queremos tomar alguna oficina, no queremos hacer algo indebido”, externó Justino Herrera, otro pescador.
Lamentaron que tengan que venir desde San Quintín para que los escuchen, que han ido hasta la Ciudad de México y siempre reciben la misma respuesta.
“Las instituciones no nos han servido, hemos llegado al límite, exigimos una solución de una vez por todas”, dijo de tajo.
Más quejas de pescadores
Los pescadores a pequeña escala, como se definen, están compuestos por 250 familias que dicen se han quedado sin comer y aún les restan dos meses más de veda.
José, otro productor, mencionó que quienes frecuentan las playas del sur con fines recreativos sacan unas cuantas piezas para autoconsumo porque las tienen a la mano, a menos de un metro de profundidad.
“No es cierto que esté escasa, solo está echándose a perder”, aseguró.
Han pasado 17 años de que los pescadores, residentes de San Quintín, solicitaron un permiso para sacar almeja de las playas a fin de distribuirla, pero no pudieron obtener autorización porque hay sociedades cooperativas que operan en toda la zona costa y tienen la concesión.
El problema de este grupo está en los Juzgados desde 1999.
“Nosotros somos gente pobre que no tenemos billetes, por eso no nos hacen caso. Pero hay ‘piratas’ que están sobreexplotando, que no están organizados que saquean las playas. Queremos más oficio por parte del gobierno para que vean qué estamos haciendo como ciudadanos, y que independiente de nuestra situación intelectual queremos soluciones por la vía legal. Todos lo saben, solo hay que recordar lo que sucedió en San Quintín el 17 de marzo del año pasado”, citó en alusión al movimiento de jornaleros agrícolas que en la misma fecha de 2015 cerró la Carretera Transpeninsular.
Por último, la titular de Vida Silvestre rogó al sector darle un voto de confianza a que ella sí resolverá.
Antecedentes de la reproducción
La medida de una almeja madura, permitida para la extracción, es de 11 centímetros en adelante, no menos.
En la mayoría de los individuos los sexos son separados con igual proporción de machos y hembras con fertilización externa.
El desove ocurre en cualquier época del año en la zona arenosa, aunque la mayoría lo hace en los meses de junio a septiembre.
Se calcula que la cantidad de huevecillos depende de la talla del individuo, aunque en promedio es de 15 millones y, en una hembra, de 13 centímetros.
El rango de distribución de esta especie es desde Monterey Bay en California, Estados Unidos, hasta la Almejera San Juan (al noroeste de San Juanico) en Baja California Sur, México.
Regulación NOM-059 SEMARNAT
Penalidad: 9 a 12 años de prisión, y de 300 a 3 mil salarios mínimos
Pescadores furtivos turnados al MPF: 27 en lo que va de 2016
NOM-059
Esta Norma utiliza cuatro categorías de acuerdo a su estado de conservación: Probablemente extinta en el medio silvestre (E); En peligro de extinción (P); Amenazadas (A) y; Sujetas a protección especial (Pr).