Imitan lo malo.
Y por eso atropellan a los que trabajan, a los que día a día se esfuerzan en sostener a su familia. Se burlan de ciudadanos que aspiran a cumplir con sus compromisos oficiales. Ignoran los derechos de quienes utilizan las calles de Tijuana para llegar a su trabajo, a cumplir compromisos. E insultan a la primera autoridad de la ciudad, que así ofenden a toda la ciudadanía que se siente representada por el alcalde.
Por ahora los daños se cuentan por miles de pesos. Los ofendidos son todos aquellos que pagando su transporte o conduciendo su propio automóvil se acercan al Palacio Municipal o al Centro de Gobierno estatal. También los que han organizado actividades en esos edificios gubernamentales. Porque sensibles funcionarios de años pasados, decidieron que esos edificios fueran aprovechados en sus espacios públicos para actividades diversas en promoción, información y servicios de la sociedad civil organizada.
Ahora todos andamos con el Jesús en la boca, pidiéndole que aleje a los protestadores que han importado el sistema majadero, inmoral y que quebranta leyes y reglamentos de convivencia, para no lleguen a la zona donde los gobiernos estatal y municipal tienen sus centros de servicios. Porque a los protestadores les importa un cacahuate atropellar el derecho del ciudadano, que en términos generales, somos miles los que rechazamos su forma de buscar justicia. Porque nos impiden realizar compromisos.
Es cierto que habrá muchos, como ahora aplauden y hasta admiran las conductas de “maestros” y asociados que están acabando con la economía de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca, principalmente. Pero la verdad es que no solo “los ricos” como celebran los porristas, pierden su patrimonio. Son las personas, humildes trabajadores en su mayoría que están desesperados y sufriendo. ¿Aquí, lo vamos a permitir? ¿Les vamos a aplaudir? ¿Convertiremos en líder social al gordo Montoyita? Pidámosles que hagan sus trámites, como todos los hacemos: por los canales oficiales.
Pregunte usted a su alrededor, la inmensa mayoría de los tijuanenses -los que aquí vivimos somos los únicos que tenemos derecho a opinar- pensamos que el Sistema Integral de Transporte de Tijuana es un gran programa y los que utilizamos transporte público nos beneficiaremos. Tengamos paciencia por las incomodidades que esos trabajos ocasionan. Y no permitamos que algunos inconformes, impidan el desarrollo de nuestra querida ciudad.
Nota 1.- Lunes 1º, son las 5.20, acudimos al IMSS (4.15 horas) a nuestra anual cita con el especialista. La del Control 16 avisa que “el internista salió de vacaciones” y no programaron a suplente.12 personas nos quedamos sin esa consulta. No hay jefes, no hay encargados, nadie que pueda solucionar nuestro problema. ¿Regresaremos dentro de un año? ¡Ni idea!
Nota 2.- Cada uno de los derechohabientes lleva un personal problema. Uno se nos antoja muy grave, el señor diabético que de Rosarito lo mandan con el internista para que determine el tratamiento. Le insistimos a su nuera: acuda a emergencias, no se mueva de ahí hasta que la atiendan. El pobre señor, pidiendo que “le mochen” el pie porque el dolor ya no lo soporta. Ojalá que lo hayan atendido.
Nota 3.- Es una verdadera lástima que la extraordinaria labor de médicos y enfermeras, se eche a perder por empleados menores que no cumplen con sus obligaciones. ¿A qué autoridad acudir? Suponemos que a Mikel Arriola.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana. Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com