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miércoles, octubre 9, 2024
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Caballerosidad

Una joven sube al camión y al ver que ninguno de los hombres sentados le ofrece su lugar, se queja en voz alta:

“Caray, ¡ya no existe la caballerosidad, nadie le cede su asiento a una mujer embarazada!”.

En ese momento un señor se levanta y ofrece su asiento. Pero al verla con el estómago plano, le pregunta:

— Disculpe, ¿cuánto tiene embarazada?

“Como media hora”.

Autor: Una cínica.

 

Devoto y ateo

Va un hombre muy religioso, con biblia y crucifijo en mano, sentado junto a un típico vago parrandero que solo cree en el tequila y el ron.

Cuando el avión ha despegado empiezan a repartir bebidas a los pasajeros.

El pachanguero pide un whisky doble.

La azafata pregunta al religioso si quiere beber algo y éste contesta de mala gana:

“¡Prefiero ser raptado y manoseado salvajemente por una docena de prostitutas de Babilonia, antes que una gota de alcohol toque mis labios!”.

El vago devuelve el whisky a la mujer y dice:

“Yo también. No sabía que se podía escoger”.

Autor: Una azafata.

 

Ebrio opero culto

Un político, que estaba en plena campaña, llegó a un pueblo del interior, se subió sobre un cajón e inició su discurso:

“Compatriotas, compañeros, amigos: Nos encontramos aquí convocados, reunidos o arrejuntados, para debatir, tratar o discutir un tópico, tema o asunto trascendente, importante o de vida o muerte. El tópico, tema o asunto que hoy nos convoca, reúne o arrejunta, es mi postulación, aspiración o candidatura a la alcaldía de este municipio…”.

De pronto una persona del público interrumpe, pide la palabra y pregunta al candidato:

— ¿Por qué utiliza usted tres palabras para decir lo mismo?

“Pues mire, caballero: la primera palabra es para las personas con un nivel cultural muy alto, como poetas, escritores, filósofos, etcétera. La segunda es para personas con un nivel cultural medio, como usted y la mayoría de los que están aquí hoy. Y la tercera palabra es para las personas que tienen un nivel cultural bajo, como por ejemplo, ese borracho que está allí, tirado en la esquina”.

De inmediato, el borracho, se levanta y le dice:

“Postulante, aspirante o candidato… ¡hic! El hecho, circunstancia o razón de que me encuentre en un estado etílico, borracho o hasta el tobillo… ¡hic!, no implica, significa o quiere decir, que mi nivel cultural sea ínfimo, bajo o jodido…¡hic! Y con todo el respeto, estima o cariño que usted se merece, ¡hic!… puede ir agrupando, reuniendo o arrejuntando… ¡hic!, sus bártulos, efectos o cachivaches… ¡hic! y encaminarse, dirigirse o irse derechito a la amolada progenitora de sus días, a la madre que lo llevó en su seno, o la suripanta que lo engendró.

Autor: Un politólogo.

 

Venganza fallida

Un tipo va con su amante a un hotel y al entrar, ve el coche de su suegro aparcado.

“Mira mi suegro, ¡el muy infeliz! No sé con quién habrá venido, pero lo voy a dejar en vergüenza”.

Así se acerca al auto y le roba el estéreo. Cuando el tipo sale del hotel, va a casa de su suegro a visitarlo. Como es normal, estaba muy enfadado y le pregunta:

— ¿Qué te pasa suegro, que te veo de tan mal humor?

El suegro le contesta:

“¿Que qué me pasa? Pregúntale a la tonta de tu mujer, que le preste el carro para ir a misa y le robaron el estéreo”.

Autor: La suegra.

 

Denuncia

— Policía, ¡¡¡un lobo!!!

“Rápido, ¡llame al zoológico!

— No, es que están lobando el banco. ¡Jajaja!

“Maldito chino, hijo de la Chilindrina…”.

— Lo sé, soy un telible.

Autor: Un japonés.

 

Entre bebés

Dos bebés se encuentran en el arenero. La bebé le dice al bebé:

— Oye, ¿me regalas un chocolate?

“¡No!”.

— Ándale, si me das un chocolate, te doy un beso…

“Uy no, y con amenazas, ¡menos!”.

Autor: Un niño de kínder con tendencia misógina.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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