Luis Sandoval Figueroa es el director de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Baja California, Campus Tijuana. En su momento, su nombramiento generó conflicto, pues cursó la carrera de Derecho en CETYS Universidad. Se salvó de la rechifla mayor al acreditar una maestría en Derecho Constitucional y Administrativo en la UABC. Pero ahora, los alumnos de esa escuela se quejan de su proceder. De la poca atención que le pone al proceso educativo, hasta hacer descender la calidad. No solo los escándalos de crimen han significado a la Facultad de Derecho en los últimos meses, al grado que, debido a la participación de una de las alumnas en un homicidio, contemplarían la probabilidad de hacer estudios psicológicos al estudiantado, sino que ahora, los jóvenes educandos denuncian una desatención y laxidad por parte de Sandoval Figueroa. Resulta que los estudiantes han documentado, vía captura de pantalla de teléfonos celulares, pláticas entre maestros y alumnas (mujeres), donde se aceptan justificantes falsos para no acudir a clase, e incluso se negocia una calificación sin presentar o acreditar exámenes de conocimientos. Los maestros, afirman los estudiantes, son flojos y actúan con tal ligereza como si no tuvieran compromiso con la Universidad, y menos con la sociedad a la que enviarán “profesionales” no capacitados correctamente, especialmente para el Nuevo Sistema de Justicia Penal. Según los jóvenes inconformes, el colmo es que cuando algún grupo de responsables y comprometidos estudiantes ha encarado a Luis Sandoval Figueroa, éste minimiza los actos de los profesores que conceden calificaciones sin merecimiento alguno y aceptan justificantes falsos. Para zafárselos rápido, el responsable de la Facultad de Derecho suele justificar que para él es imposible controlar las acciones de más de cinco mil alumnos. A los maestros, ni los toca. Mal, lo que sucede en la Máxima Casa de Estudios de Baja California.
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