Les prometió instalaciones de “primer mundo” y 30 millones de inversión
Entre el cambio climático, la reforma hacendaria, las vedas de las principales especies y las obras en construcción que hace más de un año se realizan en la zona, el tradicional “Mercado Negro” de Ensenada vive su época más oscura.
De diez años a la fecha el Mercado de Mariscos ha ido en declibe y ahora solamente compra ahí el 10 por ciento del consumidor que antes acudía, mientras que en Semana Santa cada local llegaba a vender 2 ó 3 toneladas de productos, ahora apenas rebasan los 300 kilos, reveló Manuel Jasso Amaya, secretario general de esa sociedad que alberga a 52 locatarios y 300 empleados.
El 40 por ciento de los locales están cerrados y todo el “Mercado Negro” podría desaparecer, porque pareciera que todo se ha puesto en su contra, desde la escasez de especies marinas hasta las políticas y desatención gubernamentales: “Nos ha hecho más daño la burocracia que el cambio climático”, acusó Jasso.
Acusaron que la Administración Portuaria Integral (API) les ha desgraciado la vida con los famosos “arcos” que han concluido y que nomás ha obstruido el tránsito de los turistas y locales que pretenden ingresar al mercado.
La vigilancia de SAGARPA que nomás privilegia a monopolios y no al pequeño pescador, que es el que provee al Mercado Negro, así como Hacienda que pretende que facturen hasta por la más mínima venta, infrigiendo unos y otros multas de hasta 150 mil pesos, han hecho de el pescado y el marisco haya aumentado al doble en apenas un año.
“Estamos con el pie en el cuello y ya no podemos respirar”, expresó el comerciante pesquero, quien lamenta que todos los candidatos y políticos arrancan su campaña precisamente en el “Mercado Negro”, y les bajan el cielo y la estrellas, pero cuando asumen el cargo se hacen los occisos, como el caso del gobernador Francisco Vega de Lamadrid.
“Ni los buenos días nos ha dado”, dicen a propósito de Kiko, quien ahí mismo, entre mariscos, pescados y gaviotas arrancó su campaña estatal. El mandatario estatal se comprometió a concretar la largamente esperada remodelación del mercado, les habló de hacerles una central de abastos de tres pisos, de primer mundo y con una inversión de 30 millones de pesos.
“La suma se nos hizo exagerada, si no hay dinero para el resto de Ensenada, menos para el Mercado Negro”, consideró Jasso, a la vez que mencionó que también el presidente Gilberto Hirata Chico –a 5 meses de concluir su administración- les presentó un proyecto para los locales: “Nos gustó bastante, pero hay que estudiarlo bien”.
Mientras tanto el “tiro de gracia” para los locatarios pesqueros fue la reciente veda del pez verdillo, el más comercial “y que era el que nos mantenía”, que se suma a las veas del tiburón, almeja prismo y otras que han desaparecido, lo que ha provocado que productos como la langosta que antes se podían adquirir por 10 dólares 2 ó kilos hoy estén a razón de 50 dólares el kilogramo.