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domingo, octubre 6, 2024
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Freno de mano

¿Será que la corrupción es o no es cultural en México? Después de perder las elecciones del domingo 5 de junio, la clase política de varios partidos, todavía están pataleando rencorosos, como niños en pleno berrinche y haciéndose mensos con el sopapo que les envió el electorado de una manera más que contundente, para rechazar la corrupción como sistema de gobierno.

El PRI y su escudero verde (PVEM), mostrando su rencor, lograron una victoria apenitas en el Senado y gracias a la irresponsabilidad de unos cuantos senadores del PAN y del PRD que no juzgaron importante su presencia en la votación sobre la Ley 3 de 3, o que no querían comprometerse (¿quién sabe por qué?), aprobaron una reforma desvirtuada, que no incluye la total transparencia postulada originalmente por la Ley 3 de 3, buscando con su actitud, normas que sean anticorrupción pero solo de nombre. Lo que es inaceptable es que esta reforma “light”, marcará para siempre el abismo entre la postura ciudadana y la postura de un puño de legisladores que no quieren asumir la verdadera representación ciudadana.

El mensaje en las urnas del pasado 5 junio fue muy claro: a los ciudadanos de muchos estados, independientemente quien haya ganado, se cansaron de las transas y castigaron con el voto a los corruptos. ¿Será cierto que después de tantos años de esfuerzo, el sistema electoral está empezando a rendir frutos? ¿Los ciudadanos por fin, se están percatando de su poder? ¿El dinero de los partidos está perdiendo su poder? El poder real y eficiente surgirá de la expresión auténtica de la verdad ciudadana.

En la actual reforma aprobada la Ley 3 de 3, los funcionarios públicos, sí harán su declaración fiscal, patrimonial y de interés, pero: 1) no será pública, es decir, ni yo ni usted, podremos conocer dichas declaraciones “porque es peligroso y tentador” para los malandrines (no vayan los secuestradores a relamerse los bigotes con las cuentas de banco de nuestra clase política). 2) tampoco conservará su carácter de “obligatoriedad” (es decir, va a presentarla solo aquel al que le dé la gana) y 3) los términos de los cuestionarios los elaborarán, sí, los ciudadanos, pero unos ciudadanos escogidos por otros ciudadanos que a su vez serán escogidos por los partidos políticos. Poco es lo que quedó de esa #Ley3de3 que firmamos miles de ciudadanos mexicanos, habríamos querido que su resolución fuera en las semanas previas a la elección, pero no fue así, la dejaron para después…

Este frenón, fue planeado desde mediados de abril, cuando tenebrosos personajes, comenzaron a tejer estrategias en la opacidad por fuera de las instalaciones del Senado, que concluyó con la aprobación de esta reforma. Los principales operadores son: el legislador del Verde y presidente de la Comisión Anticorrupción, Pablo Escudero, y el priista Raúl Cervantes, quienes fueron comandados por el impresentable coordinador del PRI, Emilio Gamboa. En un segundo nivel de responsabilidades y de negociaciones estuvieron los priistas Enrique Burgos y Cristina Díaz, y en el último momento se sumó el senador independiente, Manuel Cárdenas, quien acaba de llegar a la cámara alta como suplente de la finada legisladora Mónica Arriola, hija de la ex lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo.

Viéndolo bien, esta negativa a la Ley 3 de 3 es común a los políticos de todos los partidos… es como un engaño colectivo. Y si lo dudamos, que no se nos olvide, que por lo menos 50% de candidatos a puestos de elección popular que se presentaron este pasado 5 de junio en todos los estados en donde hubieron elecciones, se negaron a realizar la declaración 3 de 3. A casi todos los futuros funcionarios, de todos los partidos, les vale madre la honestidad y la transparencia. Prefieren engañarnos a todos nosotros.

Ni modo, si todos los altos burócratas pudieran hacer coincidir su escaso patrimonio con sus cuentas bancarias, simplemente desaparecería una especie folclórica que tantas alegrías nos proporciona: los nuevos ricos, herederos de las viejas glorias de los cachorros de la revolución. ¿Qué chiste tendría entrarle a trabajar como funcionario de altos ingresos (como INFONAVIT), si no puedes pasártela a toda madre a costillas del erario?

Dr. Álvaro de Lachica y Bonilla
Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, A.C.
Correo: andale941gmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Francisco Navarro Fausto Francisco Navarro Fausto francisco 9 francisco@zeta.com
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