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jueves, octubre 10, 2024
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¿Es el final del PRI o el inicio de su transformación? (Segunda Parte)

Las reglas del sistema de repartición de cuotas se mantuvieron y salvo algunos episodios bélicos, propiciaron la paz y la transmisión del poder presidencial a través del voto.

En 1946 se transforma nuevamente el PRM, desde entonces se denominará Partido Revolucionario Institucional, PRI, pero el sistema no cambia, al contrario se acentúa, las reglas de repartición real de los cargos de elección popular se consolidan, teniendo como eje fundamental al Presidente de la República en turno. El PRI es en esa época un partido único, pero entiende la necesidad de impulsar las oposiciones a medida que la clase media crece y la sociedad se va haciendo más plural, así impulsa distintas reformas electorales, entre ellas la que crea los diputados de partido y la que introduce la representación proporcional, saca de la clandestinidad al partido comunista y auspicia la participación de partidos de izquierda.

El PRI Sigue siendo un partido único, que poco a poco va perdiendo votos, un promedio de 3% cada elección. En 1988 se da una gran crisis, los sectores más reaccionarios del PRI fustigan en una asamblea nacional a los miembros de la llamada “corriente crítica” capitaneada por Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del General, y por Porfirio Muñoz Ledo, otrora presidente del PRI y consentido del Presidente Luis Echeverría. Este grupo pugnaba por una flexibilización de las reglas del sistema, que se compartiera las atribuciones meta constitucionales del Presidente y gobernadores y permitir una tímida participación de la militancia en la designación de candidatos, fueron rechazados, satanizados y perseguidos en esta asamblea, lo que los impulsó a salirse del PRI y crear el Frente Democrático Nacional, FDN, con Cuauhtémoc como candidato presidencial.

Fue la mayor crisis interna que enfrentó en aquella época, además desde el gobierno se impulsó una profunda reforma electoral, que quitaba al PRI muchas de las ventajas de leyes anteriores, le daban durante el proceso electoral, estas dos circunstancias, además de la designación de Carlos Salinas como candidato presidencial, un personaje, que como candidato careció de carisma y arrastre popular, llevaron a que el PRI casi perdiera la elección presidencial, que en muchos estados ganara el FDN y que por vez primera hubiera 4 senadores de oposición. Como bien dijera Colosio, al PRI lo alcanzaron los tiempos de la modernidad y la competencia electoral. Dejó de ser un partido único, para convertirse en un partido hegemónico. A partir de ahí la sociedad plural empezó a emerger más claramente.

Colosio cambio al PRI, modernizó su estructura, lo hizo más competitivo con una organización electoral nueva, lo preparó para competir como un partido entre partidos. Él había vivido la debacle y comprendió la necesidad de cambiar.

Pero las reglas básicas del sistema, las reales, se mantuvieron, casi como en 1929, salvo que ahora el Presidente Salinas, permitía una participación de sus operadores políticos en la designación de candidatos, aunque al final él decidía. La muerte de Colosio cambió el rumbo del PRI, accedieron a su dirección personajes que no conocían la competencia electoral. Recuérdese que Colosio tuvo que reconocer en triunfo del PAN en Baja California. Así como la transacesión de Guanajuato.

Además, el Presidente Zedillo, otrora participante en movimientos estudiantiles, nunca entendió realmente el papel del PRI en el sistema presidencial. Zedillo, creo que sin hacerlo conscientemente, preparó el camino para la llegada del PAN a la presidencia, a través de dos reformas que le concedió a ese partido. Recordemos que en esa época el PAN gobernaba casi todas las capitales del país. El Presidente Zedillo les concedió primero la desaparición del programa “Solidaridad”, a través del cual el gobierno federal organizaba a la sociedad para recibir apoyo federal, lo que le permitía tener una gran clientela social y, segundo, que el ramo 33, el del gasto social, no se les enviará a los municipios a través del gobernador, sino directamente a los presidentes municipales. Esto permitió que el PAN se fortaleciera financieramente a través de los municipios que gobernaba, lo que hizo viable invertir, tras bambalinas, cantidades importantes de dinero en apoyo de la campaña de Fox y, además, realizar obras y acciones de gobierno en las zonas de su clientela política.

Continuará…

Amador Rodríguez Lozano, es tijuanense. Ha sido dos veces diputado federal y senador de la República por Baja California; fue también ministro de Justicia en Chiapas. Actualmente es consultor político electoral independiente y vive en Tijuana.

 

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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