El fundador del Cártel de Guadalajara fue excarcelado del penal de Puente Grande
Tras varias complicaciones, unas de salud y otras de seguridad, el narcotraficante Ernesto Rafael Fonseca Carrillo fue trasladado al domicilio que fue autorizado para que en confinamiento cumpla con los últimos años que le quedan de condena por la comisión de diversos delitos en la década de los ochenta.
La excarcelación de “Don Neto” empezó poco después de las 5 de la tarde del miércoles cuando todo un operativo implementado por el Gobierno Federal ya le esperaba para trasladarlo al aeropuerto internacional de Guadalajara y de ahí a la residencia autorizada en el Estado de México por el Juez Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales.
Su abogado Ernesto del Castillo dio por hecho que poco después de las seis de la tarde su cliente ya volaba rumbo al inmueble que sustituirá su prisión; sin embargo, argumentando una afección, autoridades del penal de máxima seguridad de Puente Grande entretuvieron la salida del ex líder del Cártel de Guadalajara. El litigante enmendó la noticia.
Del área médica, Fonseca Carrillo fue subido a una ambulancia, donde permaneció durante más de dos horas, hasta que el comando de agentes federales que aguardaba para realizar el traslado recibió la instrucción de incorporar el vehículo de emergencias médicas y de esa forma desfilar hacia la terminal aérea.
Con la remisión de “Don Neto” a su hogar, se dio cumplimiento a la ejecutoria de sentencia del juicio de garantías 1557/2015 dictada por el Juez Sexto de Distrito de Amparo en Materia Penal del Estado de Jalisco, luego de que el Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales de la misma entidad en la causa criminal 82/1985 ordenara cambiar la pena de prisión por la medida de seguridad de confinamiento.
Originalmente Ernesto Fonseca Carillo fue sentenciado a permanecer 40 años en prisión por el secuestro, homicidio e inhumación clandestina del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar y el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar. También purgaba otra condena superior a los 20 años de prisión por los asesinatos de los norteamericanos John Clay Walker y Albert G. Radelat. Ambos hechos criminales acontecidos en la ciudad de Guadalajara en 1985.