El fútbol profesional se caracteriza por tener sólidas razones para ser un espectáculo exitoso. Por un lado, está la atención que genera la rivalidad al enfrentarse equipos o selecciones antagónicas que participan en un torneo o un mundial, y la otra es el negocio el cual representa ganancias de miles de millones de dólares para quienes lo organizan o dirigen.
A pesar de la atención que generan otros deportes el fútbol sigue siendo líder en cuanto a la atracción de aficionados. Un ejemplo es Estados Unidos, donde este deporte fue importado a ese país y hoy en día es la disciplina más practicada en primarias y secundarias. Su liga profesional sigue siendo muy mediocre deportivamente hablando, pero un éxito en lo comercial.
La parte netamente empresarial choca constantemente con el aspecto deportivo, es tal situación que por momentos nos olvidamos de lo esencial: la competencia.
Lo que sucedió en la final de la recién finalizada Copa América entre Argentina y Chile me dejó impactado. El mejor jugador del mundo, Lionel Messi, volvió a fallar en su selección y ante su frustración anunció su retiro de la misma.
Los deportistas en general con sus actitudes, tanto dentro como fuera de la cancha se convierten no solo en un referente muy en específico en los niños y jóvenes sino en ejemplo de vida, para bien y también para mal.
Messi es un jugador fuera de serie, sus goles son impresionantes, en su club el Barcelona de España ha ganado absolutamente todo. Este jugador es quien todo mundo quiere ser, su camiseta es la más vendida junto con su número 10 y su apellido.
Las críticas cada que falla Messi retumban en todo el mundo, la presión para él es a tal grado que pareciera que es el único responsable de cualquier derrota. Así es el precio que los grandes deportistas pagan.
Injustas o no las críticas creo que Lionel Messi acaba de tomar la peor decisión de su vida que espero se arrepienta. Retirarse de su selección es un duro golpe para él en lo emocional, pero ante todo para millones de argentinos y miles de millones de fanáticos que ven en él un ejemplo a seguir.
Vaya problema que van a tener ahora los entrenadores de las escuelas de primaria y secundaria, así como en fuerzas básicas de equipos de fútbol cuando quieran enviar un mensaje de aliento a sus jóvenes. Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, ícono en Argentina y de cualquier país decidió “tirar la toalla”, es decir, ante la adversidad prefirió bajar la cabeza.
Lionel Messi debe entender que no solo es él, es todo lo que representa a su alrededor, ciertamente seguro sentirá que carga una gran responsabilidad en sus espaldas, cierto que así es, pero también le pagan millonadas por hacerlo.
Si le pagan así es porque se lo merece, entonces debe comportarse como tal, “bajarse del barco” no es la solución, lo que está obligado a hacer es levantar la cabeza ante la adversidad; a millones de niños se les enseña que la vida se trata de tropezarse y volverse a levantar, intentarlo una y otra vez hasta lograr cualquier objetivo. El peor mensaje que se puede enviar es darse por vencido y renunciar ante la adversidad.
No solo se trata de un juego de futbol sino se trata de una situación de vida. Qué les diremos a nuestros hijos cuando ante un problema por más insignificante que sea nos digan “si Messi, el mejor del mundo se rajó por qué yo no”.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas, comunicación y campañas; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal así como como Director de medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California. @CasoAlejandro