Luego de más de cinco horas de discusión, el Consejo General del Instituto Estatal Electoral aprobó tras dos votaciones, un bono extraordinario para trabajadores eventuales y temporales, pero además, a la Secretaría Ejecutiva y personal directivo; y dejaron la puerta abierta para aprobarse su propio bono.
Los consejeros electorales aprobaron el dictamen número 8 de la Comisión Especial de Administración, en la que se trasfirieron 2 millones 239 mil 897 pesos a través de una modificación interna que no requiere autorización del Congreso del Estado.
En esta modificación presupuestal se les otorgaría el bono que tradicionalmente se les da a los trabajadores del Instituto en año electoral, sin embargo, en el dictamen señalaba que se entregaría a todo el personal, sin excluir al personal directivo, a la Secretaría Ejecutiva, Deida Guadalupe Padilla y a los siete consejeros electorales, por lo que técnicamente también se lo estaban aprobando.
Ante la propuesta, el consejero Rodrigo Martínez Sandoval manifestó estar en contra del bono, por lo que desde un inicio dijo que lo votaría en contra. Secundó la consejera Bibiana Maciel.
A la voz se unió casi la totalidad de los partidos políticos, entre éstos PAN, PRI, PT, PANAL, PBC, PPC, MORENA y los representantes de candidatos independientes, quienes calificaron el bono como ilegal y una falta de ética.
Ante el apabullante encono, el presidente del Consejo, Javier Garay, solicitó un receso de 20 minutos que se transformó en una hora, finalmente pidió que se modificara el Considerando V.5, donde dejó pendiente de aprobación el bono de los consejeros.
“Se exceptúa a los consejeros electorales en tanto la Secretaría Ejecutiva realice un análisis jurídico sobre la procedencia o improcedencia del mismo”, indicó la adecuación, con lo cual deja abierta la posibilidad de que los consejeros electorales puedan recibir un bono aproximado a 160 mil pesos adicionales a su sueldo, aguinaldo y prestaciones.
Ante ello, Luis Irineo, representante del candidato Gastón Luken, quiso indicar que el procedimiento se encontraba mal realizado por los consejeros, pero el propio presidente lo ignoró, por lo que se levantó de su silla y se retiró.
Finalmente el dictamen se votó por cinco votos a favor, entre ellos el presidente y en contra los ya mencionados Martínez Sandoval y Bibiana Maciel.
De pagar los bonos a los siete consejeros electorales, representa un gasto de un millón 120 mil pesos, aproximadamente.
Posteriormente, los consejeros se hicieron bolas porque habían votado el dictamen en lo general, con una reserva que nadie había solicitado, por lo cual técnicamente ya había sido aprobado.
Ante el error, Garay pidió la opinión de los consejeros pero no podía resolver la plana, decidió decretar un nuevo receso para ponerse de acuerdo, y, por último, reconoció que una nueva votación sería fuera de reglamento, pero ante la confusión tomó la decisión de volverla a hacer; ahí los votos cambiaron por siete a favor y ningún consejero en contra.
Por su parte, el consejero del Partido de Trabajo, Javier Solís, uno de los más aguerridos en contra del bono a los consejeros del IEE, señaló que nunca en la existencia del Instituto le había tocado ver que un dictamen fuera votado dos veces.