Señoras y Señores:
Cerrando sobre la partidocracia en contraste con verdaderas democracias como Islandia y Suiza.
Había escrito que en 510 a.C., en la entonces joven Roma inició el gobierno de república. Y en Atenas, Grecia, solo cuatro años después, en el año 506 a.C., se inició la democracia. Y así hace 2 mil 500 años surgió, de nuestra cultura euro-occidental, el concepto que la ciudadanía participativa, marquemos la pauta a los servidores públicos.
Porque cuando –en vez de gobernantes y políticos servidores– degeneran junto a cómplices corruptos en excluir a los ciudadanos virtuosos, se vuelven oligarquía. Y el arrebatarse solo excesos y lujos se le conoce como plutocracia. Que cuando se imponen como mandamases y no respetan la voluntad del público ciudadano, se cae en lo que denominamos dictadura. Y las cruelmente perversas y abusivas son despotismo y tiranía.
El pasado siglo XX, en los últimos años del imperialismo inglés en la India, a partir de los 1930’s y 1940’s surgió la “resistencia no violenta” o “pacífica”, que acabó por encabezar Mohandas (Mahatma) Gandhi. Donde, cuando los dominantes racistas británicos maltrataban a sus súbditos colonizados hindúes, ellos aconsejados por sus caudillos se sentaban en el suelo, las banquetas, calles o plazas, resistiendo mediante esas actitudes de protesta pasiva silenciosa. Hasta que en 1947 ganaron su independencia las hoy Paquistán, Bangladesh e India.
Igual en los racistas Estados Unidos de los 1950’s y 1960’s los blancos aún linchaban a los prietos negros y mexicanos. Empezaron a formar asociaciones civiles o comunitarias de derechos civiles dirigidas las más de las veces por sacerdotes y ministros religiosos, basadas en “resistencia no violenta”, logrando reducir la discriminación.
Ejemplifico con esto de por qué para hacer el bien y librarse del mal en los países se forman asociaciones civiles y ciudadanas de personas pensantes y maduras pacifistas, no violentas, ni sectoriales o “secretivas”.
Recientemente en Tijuana han sido frenados exitosamente el tal zócalo o Plaza 11 de julio, igual que el remate de La Ocho. Dos éxitos de defensa contra los caprichos y trafiques de los políticos se lograron por grupos de ciudadanos que primero opinamos en contra y luego se presentaron demandas civiles. Esto es activismo ciudadano responsable y cívico. Controlando pacíficamente a la llamada partidocracia legalmente, con lo intención que también se hiciera electoralmente, con voto razonado, o anulado, sin resignarnos solo a los “menos peor”.
Dado que con sus “votos duros” le bastaría a cualquiera de los dos mafia-partidos del duopolio PRI-PAN, percibidos igual de corruptos y cínicos en sus planes de divide y vencerás a los electores, para permanecer con el control. Por ejemplo, para las diputaciones y alcaldía de Tijuana se vio de inmediato más de lo mismo.
Astutamente manejan con el instituto electoral (que controlan) para no dar opciones o fragmentarias. Y los supuestos independientes, cual espantapájaros, participaron –ambos tal cual, grupo Minarete, una salida del priismo y otro proveniente del panismo– solo para fragmentar a los votantes poco informados, ingenuos e indecisos; entonces aunque no se posibilitó a ningún ciudadano participar y desbancar a los enquistados que nos tienen arrinconados, lo oportuno fue no haberles dado por el lado y en cambio analizar a los pocos independientes que no se escabulleron de los partidos.
En análisis razonado, esta es una forma responsable y rechazo ciudadano pacífico. Aún no surge algún Gandhi, un Profeta Jeremías, o una Madre Teresa de Calcuta, en fin, personas de “rostro limpio”, para enderezar la podredumbre en que nos tiene hundidos la partidocracia. Por eso debimos haber cumplido yendo a votar. Pero con tres opciones, sacando a los partidos de siempre, lo apropiado, al menos, fue no haberles dado “carro completo”, a ninguno, o, en caso contrario, haber anulado.
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