Gonzalo Manrique no da una. El joven presidente del Consejo Distrital 16 con sede en Tijuana, Baja California, no solo cometió el error, la pifia, de “romper los sellos” de la bodega donde se resguardaban las urnas para “de buena fe”, sacar documentos que había dejado olvidados en la resguardada zona. Sino que después, se dejó fotografiar en un estacionamiento sosteniendo una plática, precisamente, con quien es el candidato –hasta el cierre de edición– ganador de la diputación por ese distrito, el priista Bernardo Padilla. Haciendo cosas buenas que parecen malas, al joven Gonzalo Manrique sigue sin irle bien. Hasta el miércoles 8 de junio por la noche, al menos una de las urnas que estaban en el lugar donde él rompió los sellos para entrar, fue encontrada violada, con los sellos rotos también. Además, delicado, Manrique lanza sus impulsos contra la prensa. Tocó al fotógrafo de ZETA, que cumpliendo con su labor y debidamente acreditado para estar en el Consejo Distrital, que Manrique le dijera que dejara de tomar fotografías, con el argumento que, “Ustedes ya habían hecho mucho daño, y que se fuera”. Incluso Manrique con un personero, Franc Arzate (en la foto) candidato suplente en el Distrito 9 por el PBC, le mandó decir al fotógrafo que se retirara del lugar –por cierto estaba fuera de las oficinas, en el estacionamiento. Al momento llegó a la conflictiva sede del Distrito 16 una patrulla de la Policía Estatal Preventiva; hablaron con Gonzalo Manrique, sin reparar en el fotógrafo. Cuando los oficiales se retiraron, Manrique acudió con el fotoperiodista de ZETA, para ofrecerle acceso libre para la toma de gráficas. El joven Manrique en los últimos días no ha dado una. Y todo empezó cuando con “permiso” de los representantes del PRI, del PAN y del PRD, rompió los sellos que resguardaban el sitio de las urnas con votos. A ver cuál es el veredicto del Instituto Estatal Electoral.