Para exigir menos restricciones a la hora de importar autos usados, un grupo de chóferes dedicados a esta práctica bloquearon el acceso de camiones de carga provenientes de los Estados Unidos en la Aduana del Sistema de Administración Tributaria (SAT), a la altura del Bulevar Bellas Artes.
La mañana de este viernes 24 de junio, los manifestantes – portando pancartas y megáfonos – se pararon frente a las unidades de carga para evitar su flujo y provocando la movilización de la Policía Federal y de personal de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
Uno de los importadores, Pedro González, explicó a ZETA que desde hace tres semanas, luego del cambio, por el cual Jorge Boy Espinoza asumió el control de la Aduana, las exigencias para importar se intensificaron todavía más, puesto que las autoridades ahora ponen un límite de vehículos para importar, además de exigir que los vehículos no tengan ninguna falla:
“Los quieren enteros, cuando está estipulado en el Tratado de Libre Comercio (TLC), que mientras el carro entre por su propio impulso va a poder pasar a la Aduana, ahora no, ahora si el carro trae el vidrio quebrado, un guardafangos chocado, no lo están dejando entrar”, narró y señaló que mientras que hace un mes cruzaban hasta 180 carros diarios, ahora sólo se permite el paso de entre 30 y 50:
“No sabemos si quieren terminar con las importaciones de vehículos”, agregó. Los estacionamientos utilizados para acumular los vehículos destinados a ser trasladados a México se encuentran saturados, lo que representa costos extras para los importadores.
Por su parte Iván Yáñez, quien sostuvo una reunión con Boy Espinoza, dijo a este semanario que al administrador le fue entregado un pliego petitorio que el funcionario orientó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para que sea esta dependencia la que dentro de una semana emita una resolución, por lo pronto se comprometieron a incrementar la cantidad de personal a los módulos, para agilizar el procedimiento.
Según Yáñez, Boy dijo a la comitiva que se reunió con él que esas medidas que asumió son exigencias del SAT. Aseveró que con ello se afecta a varios sectores y oficios, como los carroceros y mecánicos, que una vez que los automóviles cruzaban, se dedicaban a repararlos y dejarlos en condiciones para su venta en los lotes, pero la restricción de “estar enteros” provoca que tengan que ser reparados en Estados Unidos, lo que representa un costo mayor.
Actualmente hay cerca de 400 personas que se dedican exclusivamente a importar los vehículos, conduciéndolos a través de la Aduana.
Las autoridades aduanales se negaron a dar información inmediata al respecto.