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martes, octubre 1, 2024
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Por un solo voto, se gana o se pierde

Política Breve y de Emergencia

 

 

 

Juan Manuel Gastélum Buenrostro es el alcalde electo de Tijuana. Finalmente y después de semana y media del día de la jornada electoral pudimos conocer oficialmente el resultado de la elección de presidente municipal de la ciudad más grande de Baja California; aunque realmente no hubo variación sobre los datos preliminares del PREP, debido a la diferencia porcentual tan cerrada era fundamental conocer la cifra oficial.

Fue el presidente del Instituto Estatal Electoral, Javier Garay Sánchez quien informó que habían concluido los cómputos en los siete distritos electorales que comprende la ciudad y que con el 27.56% de la votación (95,341 votos) Gastélum Buenrostro del Partido Acción Nacional resultó el ganador por sobre Julián Leyzaola del Partido Encuentro Social que logró el 26.37% (91,223 votos) con el segundo lugar y René Mendívil de la coalición encabezada por el Partido Revolucionario Institucional con el 25.51% (88,261 votos) que se ubicó en la tercera posición.

Solo 4 mil 118 votos separaron al primero del segundo lugar, apenas dos centésimas por arriba del punto porcentual en el promedio municipal, sin embargo no fue así en todos los distritos por lo que en algunos se tuvo que revisar el resultado casilla por casilla y retrasar exageradamente la conclusión oficial de la fase de cómputo de la elección.

El domingo 5 de junio, día de la jornada electoral, el común denominador desafortunadamente fue la muy baja participación de los electores, quizá también la tardanza en la apertura y puesta en operación de las casillas pero nada más allá de eso. Al cierre del proceso y ese mismo día, conforme iban llegando los resultados consignados en el PREP y se conoció de la mínima diferencia entre primero, segundo y tercer lugar, las incidencias que habían sido consideradas como mínimas empezaron a magnificarse y se intentó alimentar artificialmente un ambiente de desorden y de fraude electoral, que no se había consignado a lo largo del procesos de votación.

En Tijuana se instalaron 2,273 casillas. Con una diferencia tan cerrada en la elección cualquier cosa pudo haber modificado el resultado; por ejemplo, solo dos votos más por casilla podrían haber cambiado las cifras. Tal vez por eso los cómputos distritales transcurrieron con suma lentitud y en ocasiones las discusiones y mal interpretaciones caldearon los ánimos de los representantes partidistas, pero al final, a pesar de algunas revisiones a detalle prevaleció como ganador quien desde el primer corte había logrado estar al frente.

Ahora como corresponde al marco jurídico electoral, viene la entrega de constancias de mayoría a los cinco alcaldes electos en el estado, posterior a eso los partidos inconformes podrán hacer valer hasta en dos instancias lo que consideren sus agravios en perjuicio del proceso o del resultado electoral que no les fue favorable.

Queda claro, porque además así lo adelantó el candidato del PES, se buscará anular en tribunales el proceso electoral bajo el argumento del desorden y el fraude en la elección. A las impugnaciones seguramente le acompañarán relatoría y elementos probatorios de lo que sucedió posteriormente en los cómputos, sin embargo la autoridad tiene la obligación de resguardar lo sucedido en las urnas.

La voluntad manifiesta del ciudadano fue entregada a los funcionarios electorales durante la jornada para que al final de ella en cada casilla se diera a conocer el resultado y así fue. Para anular una elección no es suficiente el que se alteren los ánimos de los representantes en donde se recepcionan las actas de escrutinio para ser sumadas, la ley establece que las irregularidades que se imputan sean graves, generalizadas, plenamente acreditadas y no reparables durante la jornada electoral y que hayan sucedido en el 20% de las casillas y con ello pudieran ser determinantes para el resultado de le elección, sino que esas irregularidades se presenten por lo menos en el 20% de las casillas y sean determinantes para el resultado de la elección.

En la elección de Tijuana eso no sucedió, porque no está consignado en actas de casilla como incidencias de la jornada, porque lo sucedido durante la jornada puede ser considerado como hechos aislados y porque de lo que periodísticamente hubo constancia también hubo actuación por parte de las autoridades. Pero habrá que esperar a las instancias legales correspondientes. Sin embargo, se gana o se pierde así sea por un solo voto.

Que la historia lo registre.- En las elecciones del 2004 en Mexicali Alejandro Bahena del PAN había ganado por décimas de diferencia; después del fallo de los tribunales, su contrincante Samuel Ramos del PRI obtuvo el triunfo con aún menos votos. Bahena siempre creyó que lo habían defendido mal.

Botón rojo.- El PRI, ¿verdaderamente es tercera fuerza política en Tijuana?

Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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