Luego de que el 5 de junio el Partido Acción Nacional ganó siete de doce gubernaturas en juego, y le arrebató por primera vez tres al PRI (Veracruz, Chihuahua y Tamaulipas), el secretario de Elecciones del CEN, Jesús González Reyes, dice que ya se preparan para ganar el Estado de México en 2017 y recuperar la Presidencia de la República. Del PRD, dice, es aliado pragmático y no ideológico. De Manlio Fabio Beltrones, presume que su presidente (Ricardo Anaya) “lo diseccionó, lo hizo chiquito”
Uno de los artífices para el triunfo del Partido Acción Nacional en las elecciones a gobernador que se realizaron en doce entidades de la República Mexicana el domingo 5 de junio de 2016, fue Jesús González Reyes. Tijuanense, ex alcalde, fue nombrado por Ricardo Anaya, presidente Nacional del PAN, secretario de Elecciones del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) albiazul.
Desde esa posición, González Reyes fue el encargado de elaborar las estrategias electorales para salvar primero los procesos internos en la selección de candidatos del PAN, y asegurar en la constitucional, el triunfo de sus abanderados. Al también ex diputado local le correspondió apoyar en el establecimiento de alianzas y estrategias, proporcionar datos y entrar a los cuartos de guerra de los candidatos durante el proceso.
Al final del domingo, Acción Nacional había ganado siete de 12 gubernaturas: Aguascalientes, Puebla, Tamaulipas, Durango, Chihuahua, Quintana Roo y Veracruz, estas tres últimas arrebatadas al Partido Revolucionario Institucional, que, de la mano de Manlio Fabio Beltrones Rivera, ex gobernador de Sonora y ligado a Tijuana por vía familia, se encaminaron a la derrota en lo general, pero al triunfo en lo particular en cinco Estados: Hidalgo, Sinaloa, Oaxaca, Tlaxcala y Zacatecas.
Los dos hombres, el secretario de Elecciones del PAN y el dirigente nacional del PRI, midieron esfuerzos y ganó el primero. “Y pudimos haber ganado nueve”, sentencia González Reyes. Y explica cómo en Oaxaca y en Tlaxcala, de haber ido en alianza con el Partido de la Revolución Democrática, como lo fueron en otras entidades, el triunfo estaba asegurado. Sin embargo, no se pusieron de acuerdo en la nominación de los candidatos, dado que tanto los panistas como los perredistas estaban muy en el ánimo de los electores, y los propuestos no quisieron ceder.
Mientras en el PAN festejan y se preparan para ganar “la madre de todas las elecciones”, la de 2018, cuando se renovará la Presidencia de la República, el Senado, la Cámara de Diputados y 22 gubernaturas, en el PRI, el líder nacional repartió culpas. Deberán, dijo, “observar estas elecciones y asumir el mensaje que nos ha dado el electorado al PRI y a sus gobiernos”, asumiendo que fue en represalia a la forma de gobernar de los tricolores que el voto no les fue favorable… y el de Enrique Peña Nieto, es un gobierno del PRI.
“Pero nuestro presidente (Ricardo Anaya) nos ha dicho que antes de pensar en 2018, lo hagamos en 2017. El próximo año se renovarán tres gubernaturas: Coahuila, Nayarit, y la joya de la corona: Estado de México”.
Pero antes de eso, González Reyes presume: “Ganamos siete gubernaturas, 163 municipios, cinco congresos”, al lograr 4 millones 557 mil 076 votos y derrotar al PRI en número de representaciones, pero apenas sobrepasándolo en número de votos, pues el tricolor logró en sus cinco gubernaturas, 4 millones 549 mil 220 sufragios. “En el 38 por ciento del territorio, tenemos 4.5 millones y eso es muy aliciente para el PAN”, reflexiona el ex presidente municipal de Tijuana.
ALIANZA CON PRD ES PRAGMÁTICA, NO IDEOLÓGICA
En tres Estados, el PAN ganó en alianza con el PRD. Durango con José Rosas Aispuro, Quintana Roo con Carlos Joaquín, y Veracruz con Miguel Ángel Yunes.
“Las alianzas funcionan”, dice González Reyes. Y de los compromisos con el PRD para un cogobierno, explica: “En la mesa de negociaciones establecimos compromisos más concretos, tanto en donde van candidatos encabezando el PRD o de nosotros, y esos compromisos son de participación en los gobiernos, no en términos de plataforma electoral. No en términos ideológicos, sino pragmáticos.
“Ir sin alianza es obsoleto aun cuando ganamos solos, cada vez es más difícil, es más complicado”.
— ¿Esto quiere decir que el enemigo a vencer sigue siendo el PRI?
“Sí, el 63 por ciento rechaza al PRI; el PRI sigue ganando porque la distorsión de ese 63 por ciento está en muchas opciones, en muchos partidos, en la no votación; yo creo que es necesario aliarnos si queremos seguir cambiando gobiernos, por ejemplo en Veracruz, en Tamaulipas tenían más de 80 años gobernando, y no podía ser de otra forma, más que con alianza”.
— ¿Se ve alianza para 2018?
“No están las alianzas para 2018 fuera de contexto, están en el horizonte, pero eso es algo que todavía no se puede precisar”.
Ese año habrá comicios en 22 Estados para renovar gobierno, aparte, la elección de Presidente de la República, y la renovación de las Cámaras, la de Senadores y la de Diputados, “esa es la madre de todas las elecciones”, considera Jesús González Reyes, y agrega: “Tenemos la instrucción del presidente Anaya de preparar 2017. Tres gubernaturas, Estado de México, Coahuila, Nayarit, y los municipios de Veracruz”.
A partir de que se finiquite este proceso electoral, iniciarán los trabajos para las elecciones del próximo año. Particularmente las alianzas, con especial atención hacia el Estado de México, cuna del Presidente Enrique Peña Nieto y el Estado más poblado, “después de la Ciudad de México”.
BELTRONES DESINFLADO
Manlio Fabio Beltrones Rivera no estaba en el círculo del Presidente Enrique Peña Nieto, pero sí en el ánimo de los priistas para la sucesión de 2018. Una vez concluido su último periodo en el Legislativo, Beltrones fue designado dirigente nacional del PRI. La prueba de la elección intermedia, la de 2015, la superó. El Revolucionario Institucional y sus aliados mantuvieron la mayoría en la Cámara Baja.
Pero en la elección de 2016, donde se disputaron 12 gobiernos de entidades federativas, el resultado para el sonorense fue desastroso. Optimista como estaba durante la jornada, auguraba un contundente triunfo mayoritario. El domingo 5 de junio se fue a la lona al perder siete Estados, tres por primera ocasión. El triunfalismo de Beltrones empezó a difuminarse la misma noche del domingo, cuando guardó cautela y decidió esperar a los resultados preliminares. Al día siguiente compartía la derrota: “Éste es el momento de enfrentar una realidad dentro del PRI y sus gobiernos, que todos se encuentran haciendo esa reflexión… como todos los partidos políticos, hacer el reconocimiento, seguir adelante con un replanteamiento y volver a la lucha electoral”.
Beltrones había declarado que esperaba ganar nueve de las doce gubernaturas.
González Reyes analiza: “El PRI tiene endiosado a Manlio Fabio Beltrones, mi presidente (Ricardo Anaya) lo diseccionó, básicamente lo hizo chiquito y eso para nosotros es un golpe psicológico a la estructura del PRI, importantísimo. O sea, la estructura que dice ‘es que Beltrones va a venir a operar aquí’, pues ya no, ya no; bueno, puede ir, pero ya se le ganó. Y eso es gracias a Anaya, y vamos a seguir empujando su figura y podemos estar rápidamente posicionándonos en el Estado de México, en Coahuila, Nayarit y los municipios de Veracruz”.
El panista bajacaliforniano estuvo inmiscuido en los procesos de los Estados. Explica: “Hay Estados que nos dicen, a mí personalmente, ‘échanos la mano’; y hay Estados que nos dicen ‘no te metas’. Por ejemplo Puebla se manejó solo, completamente aparte del CEN, pero (Javier) Corral en Chihuahua, ahí sí estuvimos metidazos, nos metimos mucho al final con Yunes en Veracruz, estuvimos muy pegados con Carlos Joaquín en Quintana Roo, con Martín Orozco en Aguascalientes, desde su definición, con Cabeza de Vaca en Tamaulipas; metidazos, hasta ahorita tengo gente ahí ayudándole con las actas”.
En ninguna de las siete gubernaturas, González Reyes cree que se pueda revertir el resultado. Lo que sí, piensa a toro pasado, pudieron tener otras ventajas: “En Tlaxcala, ahí me metí mucho pero no pudimos avanzar, lo mismo en Oaxaca, pensamos que se iba a ganar Oaxaca”. En Tlaxcala les faltó la alianza. Agrega que buscaron la alianza del PRD para ese Estado, pero no avanzaron”. Las candidatas, considera que eran buenas, pero no les alcanzó para ganar en lo individual. “Si hubieses ido juntos, PAN y PRD, también la hubiésemos ganado”.
De 2018, adelanta que en el PAN ya levantaron la mano tres y él no descarta a un cuarto. Se refiere a Rafael Moreno Valle, el aún gobernador de Puebla; Margarita Zavala, ex primera dama de México; y Miguel Márquez, ex gobernador de Guanajuato. Su cuarto contendiente es Ricardo Anaya, a quien no deja de referirse como “mi presidente”.
Ciertamente 2017 será determinante para la sucesión presidencial, especialmente con la elección del Estado de México. En miras a ello, se determinará la permanencia o no de Beltrones en el PRI, y el cambio de estrategia en la administración de Enrique Peña Nieto, quien, precisamente el jueves 9 de junio, reflexionó ante el Consejo Mexicano de Negocios, sobre el tema que analistas y políticos han dicho que fue determinante para el resultado de las elecciones del domingo pasado: la corrupción, la inseguridad y la impunidad, que “no escapa, no es omiso ni es insensible ante lo que está en la demanda de la sociedad mexicana”. Además, “es claro que hay un sentido social y una demanda entre la sociedad porque, a profundidad y al fondo, vayamos a combatir la corrupción”.
LAS ELECCIONES EN LOS ESTADOS
Ante el descalabro del PRI, el líder nacional, Manlio Fabio Beltrones, interpretó la derrota como un mensaje emitido por electorado, referente a que el Revolucionario Institucional debe “cambiar”. Las entidades donde el partido en el poder perdió: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz; quedaron en manos del PAN. En estos Estados, a excepción de Puebla, el blanquiazul desplazó al PRI. En Durango, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz, ningún partido distinto del Revolucionario Institucional ha gobernado en más de ocho décadas.
El priismo resultó vencedor en Hidalgo, Oaxaca, Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas. De modo que la disputa por las gubernaturas, prácticamente se consumó entre panistas y priistas. De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), en las entidades donde se celebraron elecciones por el relevo en la administración estatal, la jornada cerró de la siguiente manera:
En Aguascalientes, Martín Orozco, del Partido Acción Nacional, ganó con 43.53% de los votos. En tanto que Lorena Martínez, de la Coalición Aguascalientes Grande y para Todos (PRI-PVEM-PANAL-PT), obtuvo el 41.34%. En el caso de los demás contendientes, obtuvieron porcentajes mínimos: Iván Sánchez, del PRD, 5.15%.; Nora Ruvalcaba, de MORENA, 3.15%; Gabriel Arellano, independiente, 2.7%. Jaime del Conde, del PES, 1.49%. La participación de votantes fue de 52.4%.
Por lo que respecta a Chihuahua, Javier Corral, del PAN (quien en campaña recibió el apoyo de PRD y MORENA), aventajó con 440 mil 329 votos (39.66% de sufragios). El abanderado del PRI en coalición con PVEM-PT-PANAL, Enrique Serrano, consiguió 346 mil 311 (31.19%). En este contexto, el resto de los candidatos quedó por debajo de los seis dígitos, a excepción del independiente José Luis Barraza, quien recibió 201 mil 235 (18.12%). Cruz Pérez, de Movimiento Ciudadano, obtuvo 29 mil 903 sufragios (2.69%). Jaime Beltrán, del PRD, 26 mil 201 (2.36%). Javier Félix, de MORENA, 25 mil 454 (2.29%). El porcentaje de participación, actualizado al 6 de junio, fue de 48.82.
En Durango, José Rosas Aispuro, de la fórmula PAN-PRD, venció con 285 mil 808 votos (46.028%) a Estaban Alejandro Villegas, de la coalición PRI-PVEM-PD-PNA, quien consiguió 263 mil 278 (42.399 %), con lo que el PRI deja de ser perpetuo en el manejo del gobierno estatal. Alejandro González, del PT, obtuvo 46 mil 312 sufragios (4.2374%). Guillermo Favela, de MORENA, 17 mil 088 (2.7519%). Carolina Vázquez, del PES, 7 mil 444 (1.1988%). Alejandro Campa, independiente, 6 mil 976 votos (1.1234%). La participación fue de 56.7604%.
En Hidalgo el PRI retuvo su sempiterno poder con Omar Fayad, abanderado de ese partido en alianza con el PVEM, quien acaparó 390 mil 028 votos (43.58%). Por su parte, el músico de profesión, Francisco Javier Berganza, del PAN, consiguió 316 mil 439 votos (27.6%). José Guadarrama, del PRD, 165 mil 089 (14.4%). Salvador Torres, de MORENA, 84 mil 793 (7.4%). Lizbeth Delgadillo, del PT, 28 mil 833 (2.52%). Porcentaje de participación: 59.6647.
Oaxaca vuelve a la alternancia con Alejandro Murat, de la Coalición PRI-PVEM-PNA, quien recuperó la gubernatura para su partido, con 32.03% de votos, en tanto que Antonio Estefan Garfias, de la fórmula PRD-PAN, se hizo de un 24.96%. Salomón Jara, de MORENA, consiguió 22.82%. Benjamín Robles, del PT, 10.93%. Javier Jiménez, del PUP, 2.68%. Manuel Pérez, del PSD, 1.57%. Joaquín Ruiz, del PRS, 1.31%. El porcentaje de participación fue de 59.63.
En Puebla, las cifras fueron elevadas: José Antonio Gali, de PAN-PT-PANAL-Compromiso por Puebla-PSI, mantuvo la gubernatura para el blanquiazul con 805 mil 899 votos (45.3556%). Blanca María del Socorro Alcalá, de PRI-PVEM-PES, logró 596 mil 865 sufragios (33.5913%). Abraham Quiroz, de MORENA, 169 mil 632 (9.5468%). Roxana Luna, del PRD, 68 mil 353 (3.8468%). Teresa Aranda, independiente, 66 mil 766 (3.7575%); todo ello con un porcentaje de participación de 44.6732 puntos.
Quintana Roo es otro de los estados que se despide del priismo permanente, toda vez que el abanderado de la fórmula PAN-PRD, Carlos Manuel Joaquín González, desplazó al partido tricolor con 228 mil 703 votos (45.6899%). Su contrincante priista, Mauricio Góngora (también arropado por PVEM y PANAL) obtuvo 178 mil 667 sufragios (35.6938%). José Luis Pech, de Morena, 54 mil 799 (10.9476%). Rogelio Márquez, del PES, 16 mil 243 votos (3.2450%). Alejandro Alvarado, del PT, 7 mil 258 votos (1.4500%). Porcentaje de participación: 54.0477.
En Sinaloa los partidos protagonistas fueron el tricolor y el naranja. Quirino Ordaz Coppel, de la coalición PRI-PVEM-PANAL, resultó triunfante con 293 mil 243 votos (41.2035%). Melesio Cuen, de MC-PAS, obtuvo 187 mil 805 votos (26.3884%). El PAN quedó en tercer lugar, con Martín Alonso Heredia, quien consiguió 126 mil 413 votos (17.7622%). Jesús Estrada, de MORENA, sólo logró 26 mil 961 (3.7882%). Cuauhtémoc Frías, independiente, 24 mil 613 (3.4583%). Mariano Gómez, del PRD, 2.34% de votos. Guadalupe Rocha, del PES, 1.26%. Leobardo Alcántara, del PT, 0.96%. Porcentaje de participación: 44.3129.
En Tamaulipas, el Partido Acción Nacional, con su abanderado Francisco García Cabeza de Vaca, desplaza al Revolucionario Institucional después de más de ocho décadas de gobiernos tricolor. El panista obtuvo 630 mil 513 votos (50.1550%). Baltazar Hinojosa, de la fórmula PRI-PVEM-PANAL, 453 mil 062 (36.0394%). Gustavo Cárdenas, de Movimiento Ciudadano, 73 mil 082 (5.8134%). Héctor Martín Garza, de MORENA, 28 mil 401 (2.2592%). Abdies Pineda, de PES, 18 mil 124 (1.4417%). Jorge Valdez, del PRD, 15 mil 245 (1.2127%). Francisco Chavira, independiente, 7 mil 948 (0.6322%). Armando Vera, del PT, 7 mil 224 (0.5746%). Porcentaje de participación: 56.4385.
El gobierno de Tlaxcala quedará en manos del PRI, de acuerdo a los resultados de la elección, en la cual el abanderado tricolor, Marco Antonio Mena (también arropado por PVEM-PANAL-PS) acaparó 162 mil 496 votos (33.4625%). Su contrincante más cercana, Lorena Cuéllar, del PRD, recibió 145 mil 251 (29.9113). Adriana Dávila, del PAN, 89 mil 192 (18.3671%). Martha Palafox, de MORENA, 30 mil 413 (6.2629%). Edilberto Algredo Jaramillo, de Movimiento Ciudadano, 18 mil 796 (3.8706%). Felipe Hernández, de PAC, 12 mil 555 (2.5854%). Jacobo Hernández Corona, independiente, 7 mil 887 (1.6241%). Marco Hernández Morales, del PES, 3 mil 848 (0.7924%). Porcentaje de participación: 52.7784.
En Veracruz, donde salieron a relucir sustanciosas cifras, Miguel Ángel Yunes Linares, contendiente por la fórmula PAN-PRD, aventajó con 945 mil 560 votos (34.4108%), con lo que deja al Revolucionario Institucional al margen del poder que ha detentado por más de ochenta años. Su primo hermano, Héctor Yunes Landa, de PRI-PVEM-PANAL-AVE-PC, obtuvo 839 mil 127 votos (30.5375%). Cuitláhuac García, de MORENA, 721 mil 427 (26.2541%). Juan Bueno Torio, independiente, 52 mil 333 (1.9045%). Leonila Méndez, del PT, 45 mil 412 (1.6526%). Armando Méndez, de Movimiento Ciudadano, 33 mil 603 (1.2228%). Alejandro Vázquez, del PES, 30 mil 303 (1.1027%). Porcentaje de participación: 53.6115.
En Zacatecas, con 212 mil 377 votos (37.3%), el candidato de PRI-PVEM-PANAL, Alejandro Tello, derrotó a su competidor más cercano David Monreal, de MORENA, quien consiguió 180 mil 089 sufragios (27.22%) y que como candidato había obtenido respaldo de numerosos priistas. Rafael Flores, de PRD-PAN, recibió 57 mil 155 votos (17.97%). Marco Flores, del PES, 8.05% de sufragios. Magdalena Núñez, del PT, 4.51%. Rosa Ollervides, independiente, 1.08%. Rogelio Soto, independiente, 0.91%. Porcentaje de participación: 58.6471.
En ninguno de los casos, el nivel de participación por parte de los electores, superó el 60%. Cuanto más en Hidalgo y Oaxaca alcanzó el 59.66 y el 59.63%, respectivamente. Las votaciones más críticas en cuestión de abstencionismo, tuvieron lugar en Sinaloa, con 44.31% de votantes, Puebla con 44.67% y Chihuahua con 48.82%.
En entrevista radiofónica, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, calificó la jornada de “impecable”. Destacó que en todas las entidades involucradas, el PREP funcionó debidamente. Como saldo negativo se refirió a 16 casillas no instaladas, y a diez más, donde la votación fue interrumpida.
En materia de denuncias, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) registró 2 mil 039 quejas a nivel nacional; de las más sobresalientes, por presencia de gente armada en Tamaulipas. También por la detención de la que fue objeto el senador priista Fernando Yunes en Veracruz, perpetrada por agentes federales y estatales, así como por el hecho de que el senador panista Daniel Ávila fue retenido en Quintana Roo, por ciudadanos a quienes identificó como priistas.