Aunque Jorge Hank Rhon ofreció su casa para el cierre de campaña del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Estadio Caliente, el candidato a la presidencia municipal de Tijuana, René Mendívil, no agradeció públicamente el gesto a quien frente a los miles de acarreados levantó su mano.
Quien reconoció insistentemente al ex reo de El Hongo, padrino de los candidatos esa noche, fue el conductor del evento. De “gran líder y amigo…el de casa”, no lo bajó.
En realidad, fue padrino de emergencia, pues el estacionamiento de la cancha de los Xolos fue el plan B de Mendívil y los candidatos a diputados locales, pues de inicio, el acarreo del miércoles 1 de junio tenía como destino “el terrenazo del Río”, frente al Mercado Hidalgo. Las cosas cambiaron cuando empleados de limpia del Ayuntamiento priista fueron exhibidos utilizando recursos públicos para asear el predio días antes.
Desde las seis de la tarde, la primera parte del estacionamiento del estadio se convirtió en un sitio de camiones, calafias y taxis que antes detuvieron el tránsito del bulevar Agua Caliente durante casi una hora. Los vehículos, con permiso para ofrecer el servicio público y no partidista, acarrearon a unas 6 mil personas, la mayoría equipadas con banderas, gorras y otros tipos de indumentarias partidistas.
En otra parte del espacio utilizado normalmente para estacionar carros, se montó un escenario en T como para concierto; con luces, estructuras metálicas, una pantalla gigante y no mucho menos pequeñas bocinas para el sonido.
Para la tripa y la espera de los “simpatizantes”: tacos de picadillo, bebidas, pintacaritas, un ring de lucha libre, y más. Todo gratis y hasta para llevar.
A las 7:30 de la tarde fue anunciado René Mendívil no con menos euforia que con la que se presenta a estrellas musicales, y algunos candidatos se acompañaron de sus canciones en su aparición frente al público, como un luchador que salta al ring.
Mendívil y lo siete candidatos a diputados locales del PRI y sus aliados (PT, Verde y Panal) tuvieron turno al micrófono. Todos con mensajes victoriosos y haciendo referencia al regreso de “la marea roja”, pidiendo el voto para el domingo 5 de junio.
Para ese momento, comidos y bebidos, algunos “simpatizantes” optaron por irse, otros ocupados aún atorando el diente en el taco, ni atención ponían.
René Mendívil prometió encabezar un gobierno incluyente para “todas las expresiones”, que “reconozca el talento de mujeres y jóvenes”, de “respeto a las personas de la tercera edad” y que emplee a personas con discapacidad.
Después de eso fue cuando reconoció “a toda la militancia” por el trabajo hecho en los dos meses de campaña, “pero en especial a Carlos Barboza, Carlos Jiménez y David Saúl Guakil, quienes como él, pretendieron la candidatura pero se quedaron en el camino. Al “de casa”, ni un gracias.
Como saldo de horas de acarreo para un evento de no más de 20 minutos: dos niños extraviados, otro más atendido por paramédicos y una madre desesperada entre la multitud buscando al suyo.
