En el estado de Chihuahua, el candidato del PAN a la gubernatura, Javier Corral Jurado, contendió de la mano de personajes de la izquierda para hacerle frente a su máximo contrincante, el priista Enrique Serrano Escobar, quien por su parte contó con el respaldo de las cúpulas de su partido.
La finalidad de esa medida, que surgió una vez que Corral se registró como candidato del Partido Acción Nacional, fue impedir que la administración del mandatario César Duarte se perpetuara “a través de Enrique Serrano”, toda vez que para el ex senador panista, se tata de un gobierno “oscuro, corrupto e ineficiente”.
El acuerdo no fue de palabra. Constituyó un compromiso trazado por políticos de distinta extracción partidista, el cual se formalizó a inicios de abril, justo cuando arrancaban las campañas electorales. Se le denominó “Alianza Ciudadana por Chihuahua”. En el acto de presentación, por parte del blanquiazul estuvo quien fuera titular de la Segob en el sexenio foxista (2000-2006), Santiago Creel Miranda; de lado de los izquierdistas, el diputado federal perredista Guadalupe Acosta Naranjo, Porfirio Muñoz Ledo, cofundador del PRD. Como coordinador de la coalición estratégica con el PAN, quedó el ex dirigente de Morena en la entidad Víctor Quintana Silveyra.
Los acercamientos entre Corral y la izquierda no son recientes. Desde 2015, el chihuahuense había apoyado una propuesta del ex diputado por el Partido del Trabajo Gerardo Fernández Noroña, consistente en exigir en los comicios correspondientes a ese año, que el presidente Peña Nieto renunciara a su cargo.
Durante la contienda por la gubernatura, Fernández Noroña apoyó la idea de sumar esfuerzos con el panista. “…en Chihuahua se está dando una batalla muy importante no solamente en contra del PRI, sino contra el PRI de César Duarte”, sostuvo, y sobre el funcionario priista expuso “es un gobernador corrupto y miserable que envilece las instituciones de esa entidad”.
“Corral trasciende a su partido”, manifestó Fernández Noroña.
La solidaridad de reconocidos izquierdistas con el candidato del partido conservador Acción Nacional, proyecta a los contendientes oficiales de PRD y de Morena, Jaime Beltrán del Río y Javier Félix Muñoz, como candidatos sacrificados. Fernández Noroña justificó que se les desaprovechara como opciones electorales con la presunción de que se trata de “candidatos testimoniales” y que únicamente “le restarán votos a quien puede derrotar al PRI”.
El dirigente nacional perredista, Agustín Basave, tampoco reprobó que se apoyara al candidato del PAN por encima del contendiente de su partido y al respecto se mostró pragmático: “proponer que se haga una alianza de facto con el opositor mejor posicionado (Javier Corral), es válido”.
Beltrán del Río, por su parte aseguró que no declinaría de su candidatura para beneficiar a Corral. Dijo seguir firme en su postulación.
En tanto que Enrique Serrano Escobar, quien tiene el visto bueno de priistas con injerencia, ha dicho no preocuparle el apoyo brindado a su principal competidor.
De modo que Corral lleva un soporte a simple vista superior al que le otorgó el propio PAN (con cuyo líder Ricardo Anaya, contendió en su momento por la dirigencia), y el cual ha aprovechado aunque se trate de un apoyo prestado.