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lunes, septiembre 30, 2024
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Censurado por El Sol de Tijuana

Les hago saber a mis amigos, que he sido censurado por un tal Enrique Sánchez Díaz, director de El Sol de Tijuana.

Este sujeto, desde que empezó como periodista de El Mexicano, hace más de cincuenta años, ha sido un servil a todos los monarcas sexenales de la dictadura perfecta y un cómplice perpetuo del PRI. Ha cobrado sus extras como beneficiario siempre del llamado chayote. Por lo tanto, la columna que les transcribí y a la que se le negó publicación, fue mi último artículo para ese diario.

Como están las cosas en México, es imposible que yo sea admitido en una prensa que no es independiente y que no conforme con no pagar las colaboraciones (uno tiene que comprar hasta el ejemplar en que escribió: paga por trabajar) lo censuran a uno después de cinco años como colaborador. Anuncio, pues, que he dejado de ser columnista. Me echó uno de los periódicos que es uno de los voceros mayores e incondicionales del gobierno.

Quise también manifestar mi admiración por los editoriales de Rosario Mosso. Me gustó mucho ese último en que habla de simuladores y logreros. El artículo que me fue censurado destaca al que ocupa el primer lugar en la lista los candidatos a diputados que esta vez postuló el PAN.

Recibe un afectuoso saludo. Para que te des idea de por qué fue la censura de Sánchez Díaz te transcribo de nuevo mi artículo que no se me publicó. Esta vez no me equivoco ni escribo con enojo:

Malecón Aventurero

Javier Prieto Aceves

 

Aprender a navegar en Río Revuelto, II

Acabo de denunciar el absurdo río revuelto que enfrentamos en las próximas elecciones. Una multitud de candidatos pequeños que van a favorecer al voto duro por los partidos dominantes. Denuncié la falta de respeto de los partidos a sus propias asambleas y la cerrazón para dialogar con los ciudadanos. Se nos va a presentar el caso de que al “triunfador” lo elegirá solo una quinta parte de los votantes en medio de un abstencionismo mayor al 60% de los electores. Oponerse a esto y utilizar el voto para que esta realidad cambie, ya reconocí que va a ser muy complicado. Se necesitan buenos partidos y no hay ninguno. Urge el diálogo y la amistad social para poder tener buenos candidatos. Necesitamos buenos programas y principios éticos vividos. Pero nada de esto se está dando en este mar de confusión y demagogia.

Los dos partidos principales tienen dueños que los manejan como franquicias. La participación y el diálogo aparecen como algo frustrado. El ciudadano común encuentra confusa toda posibilidad de participar y capacitarse para el voto. Por eso, quiero proponer aquí una confabulación para castigar a esos partidos, negándoles a todos ellos el voto. Con ello, obligarlos a dejar su prepotencia, su sordera y su complicidad. O se componen o vamos a obligarlos a desparecer y a ser substituidos por otros partidos que sí combatan la impunidad. Hay que lograr que se devuelvan todos los fondos públicos desviados o despilfarrados en obras muy costosas, innecesarias, mal hechas. Impedir que esos fondos se vayan hacia los negocios de los que han ocupado el poder y a engordar sus propias empresas. Propongo que en esta elección intermedia votemos en contra de todos los políticos mañosos que tienen secuestrada la democracia. Darles donde más les duele.

Para votar por nuevo presidente municipal, lo primero que haré, será descartar a los partidos que han excluido a sus propias asambleas de socios y han implantado el dedazo que impide tomar decisiones libres y bien informadas a sus militantes. Esos que no escuchan tampoco al ciudadano común, sino que han tomado todas las decisiones a espaldas de sus agremiados. Me refiero al PRI, al PAN y al recién estrenado MORENA. Propongo no darle –ni un solo voto– a ninguno de esos tres partidos.

En cuanto a los que se autonombran independientes estudiar muy bien si no están haciéndole el juego maquiavélico del divide y vencerás para desviar el voto duro hacia PRI o hacia el PAN. Respecto a los partidos pequeños, excluir aquellos que han nacido con el fin de hacer el caldo gordo al partido dominante.

Si de aquí al día de la elección logro encontrar entre los partidos pequeños a uno que haya postulado a los menos malos candidatos, programas, equipos de colaboradores y hayan cumplido el tres de tres, votaré por alguno de ellos. Pero exigiré que, en las próximas elecciones, las candidaturas salgan de un verdadero proceso democrático. Que provengan de asambleas democráticas y no de campañas para recoger firmas. Que dialoguen acerca de nuestros problemas más graves y la manera de enfrentarlos. En todo caso, necesitamos que se funden nuevos partidos sobre nuevas bases. Necesitamos genuinas asambleas, diálogo, buenas soluciones y programas y equipos para ejecutarlos y no este ambiente deseducativo frustrante.

Boicot a quienes se han prestado al juego de dividir, de favorecer a algún partido dominante, de esos que impiden el curso de una democracia auténtica, de gobernantes rendidores de cuentas, que sea capaz de reclamar responsabilidades y de hacer devolver el dinero de todos desviado hacia negocios privados, lo mismo si se trata de placas de taxi, o de fondos negados a los organismos que atienden a los pobres.

Creo que estas elecciones intermedias pueden ser un instrumento para intentar castigar a quienes lo merecen, para forzarlos a democratizarse internamente o a desaparecer. Sugiero provoquemos una rebelión interna dentro de los partidos que tan mal se vienen portando con los ciudadanos.

Ni un voto a los partidos dominantes antidemocráticos y sordos ante la ciudadanía. Un voto por los menos malos de entre los partidos pequeños (excluidos los que son farsantes). O bien, por algún candidato independiente que no esté en el caso de haberle entrado solo para “el divide y vencerás”

Rechazar esas listas de los partidos llenas de arribistas y de chapulines que vienen saltando de un puesto mal desempeñado a una diputación. Mejor dar nuestro voto por algún partido pequeño que sea el mal menor; o bien por un candidato que pongamos de entre nuestras amistades decentes y escribirlo en la boleta, impidiendo con nuestro voto favorecer a los incluidos en tales listas de diputados de partido. No más diputados que no han podido fincar ni una sola responsabilidad política a funcionarios con malos manejos en los últimos cincuenta años. No a ex secretarios que privaron de recursos a los pobres. No a Chanos ni Chonas, ni a Fufos o Mayolas que van en los primeros lugares de las listas de los partidos grandes.

Debemos exigir una reforma política profunda que incluya a todos los partidos. Obligarlos a depurar su padrón, a establecer reglas razonables y claras para el ingreso y la exclusión de miembros. Que empiece a haber diálogo y amistad social entre los ciudadanos. Y que asambleas y convenciones auténticas elijan candidatos y programas de gobierno que puedan ir resolviendo los muy graves problemas de nuestro Estado y de nuestros municipios.

Correo: jprietoadosmil@hotmail.com

 

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Francisco Navarro Fausto Francisco Navarro Fausto francisco 9 francisco@zeta.com
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