Seguramente se dio cuenta que en los últimos dos meses, en Baja California, hubo campañas políticas. La no aceptación de facto, que estuvo Usted consciente del desarrollo del proselitismo electoral, es porque, reconozcámoslo: la que terminó es de las campañas más grises, aburridas, desangeladas, sin chiste ni propuesta honrosa merecedora de darse a conocer.
Ni la participación por primera ocasión en Baja California de candidatos independientes hizo de éste un proceso electoral llamativo.
De lo que algunos bajacalifornianos fuimos testigos, fue de una campaña llena de lugares comunes, el tema de la seguridad, de las finanzas, de la persecución de la corrupción, de promesas de bacheo, luminarias que funcionen, vías alternas, sistemas de transporte y el compromiso de considerar la participación ciudadana en la toma de decisiones.
Nada nuevo, pues. Proyectos y programas de desarrollo reciclados entre partidos e incluso de otros Estados. Lo que sí destaca es la participación de cada vez más partidos políticos. En total en Baja California, trece partidos políticos registrados y que quieren su voto: PRI, PANAL, PVEM y PT, que van en alianza. Súmele: PEBC, PES, MC, PPC, PAN, MORENA, PRD, PMBC, PH. Y agréguele los candidatos que se fueron por la vía independiente. Así su boleta electoral será un boletón atiborrado de nombres y logotipos.
Aun cuando el bipartidismo impera en la mayoría de los países, una democracia como a la que intentamos llegar en México, se abre a las expresiones de los grupos minoritarios de la sociedad civil, pero lo que sucede en Baja California es demasiado. Detrás de “nuevos partidos” hay viejos políticos e intereses que no tocan el servicio público y el compromiso social pero ni de cerca.
De repente el sistema de partidos en nuestro país, se convierte en un negocio de personas y no de ideas y compromiso social. El ejemplo más claro de ello es el Partido Verde Ecologista de México. Nacido, creado pues, en la década de los noventa, como un satélite priista, después lo fue del Partido Acción Nacional. Propiedad de una familia, los González Torres, desde el PVEM se han emprendido las negociaciones más jugosas en términos económicos, y el dinero fluye en efectivo y en presupuesto. Con alianzas conveniencieras y no ideológicas, los verdes han ganado escaños en la Cámara de Diputados federal y en la del Senado de la República, lo mismo en los Estados. Ahí está el gobierno de Chiapas con un imberbe gobernador con ínfulas presidenciales -será porqué está casado con una actriz de Televisa– y municipios tomados por regidores y representantes de ese partido.
Sus temas controversiales -no cuando han sido investigados por transportar millones de pesos en efectivo o por verse inmiscuidos en la escena de un crimen- como la pena de muerte, les han valido cierta preferencia, la cual complementan aliándose con partidos grandes para asegurar el registro. Amén de representar la clase política más cínica y aprovechada de las acciones asistencialistas electoreras, lo cual les ha redundado en cientos de millones de pesos (no los pagan ellos, sino que se les descuentan de su presupuesto).
A imagen y semejanza del Partido Verde Ecologista de México, han surgido nuevos institutos. Creados por políticos exiliados de otros partidos, pretenden seguir la ruta verde para perpetuarse a fuerza de alianzas, pesos y centavos, en el equilibrio legislativo o la gobernabilidad de este país.
La única forma de acabar con los vividores de la política, es la misma que tenemos los mexicanos para castigar a los malos gobiernos: votando. Alejados de la propuesta y la iniciativa ciudadana en la campaña electoral que en Baja California -y doce entidades más- concluye con la elección del 5 de junio de 2016, los líderes de los partidos políticos preparan estrategias para el “Día D”, como suelen llamar al domingo de votaciones. Tampoco esas estrategias son una novedad: acarreo de votantes, presión a los electores, inhibición del voto y otras linduras para sumar o restar votos. Mientras el Instituto Estatal Electoral estará atento al desarrollo de la elección, lo mismo que los tribunales electorales, la Fiscalía Especial, Policías Municipales, Estatales, observadores empresariales y externos, así como los representantes de tooodos los partidos políticos y los independientes, lo que importa es que Usted, Lector, Elector, ponga mucho ojo, esté atento, en estado de alerta y vigilante, para cuidar el proceso democrático.
Nosotros, quienes trabajamos en ZETA, aquí estaremos para atender sus denuncias ciudadanas a lo largo de la jornada electoral. Ya nos conoce, somos libres como el viento, y nos pueden hacer llegar sus inquietudes y señalamientos, fotografías, testimoniales, avisos, a nuestros correos electrónicos: zeta@zetatijuana.com, adela@zetatijuana.com isailara.zeta@gmail.com ptamayo@zetatijuana.com chayamosso@hotmil.com, así como en nuestros teléfonos (664) 681-6913 al 17 (incluso y aunque Usted no lo crea, ¡tenemos fax! 664-621-0065). Y estaremos a sus órdenes en nuestras redes sociales Facebook y Twitter.
Primero a votar, y luego a denunciar. Cuidar la elección es cosa de todos. Acabar con los vividores de la política, sean grandes o pequeños, también.