La señora Alberta Hernández asegura que tanto ella como su hijo Martín Saldívar, de 10 años, han sido víctimas de maltrato y discriminación por parte del personal administrativo y docente de la Escuela Primaria “Profesor Daniel Ceceña Ceceña”, ubicada en la colonia Los Santos en Tijuana.
La madre de familia señaló a la maestra Ana Teresa Barrera de regañar severamente, frente al resto de sus alumnos, a su hijo, quien padece de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), y de lo cual tiene conocimiento la docente.
El incidente más reciente se registró a principios de abril, al no acudir el menor a clases los días 5 al 7, por motivos de enfermedad, hecho por el que la madre fue citada el día 13, citación que fue diferida por las citas de evaluación psicológica del menor o por la mala disposición del mismo personal de la escuela hasta el 15 de abril, asegura.
Presentándose en la escuela, la recibieron la directora del plantel, Irene Zavala, la subdirectora Angélica Díaz y la profesora de su hijo, Ana Teresa Barrera, quienes hicieron alusión a su vestimenta diciéndole, que venía “toda arrugada” y sucia, además fue cuestionada sobre el ejemplo que daba a su hijo y a los demás niños del plantel.
La quejosa sostiene que el personal docente del plantel le aseguró que “no iba a haber psicólogo en el mundo, que no iba a haber neurólogo en el mundo ni maestros en el mundo que ayudaran a mi hijo si yo no le ponía atención”, menciona que le dijeron, además de que la maestra le aseguró tener dependencias respaldándola para actuar contra ella por omisión de cuidado.
El 22 de abril, sin notificación alguna, al menor, quien por su condición tiene problemas de aprendizaje -al punto de aún no saber leer ni escribir- se le cambió de grupo.
Hernández exhibió documentos mediante los cuales hace constar de la atención psicológica y médica que le ha procurado a su hijo en los últimos años.
La madre de familia indicó que no es el primer incidente que enfrenta con personal de la escuela de su hijo, como antecedente hizo referencia a una queja asentada en noviembre de 2015 ante el Departamento de Educación Primaria del Sistema Educativo Estatal (SEE), sin que mediara una respuesta por parte de las autoridades educativas.
También el maestro José Alfredo Lerma, de la Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER), quién apoyaba a Martín en su integración a la comunidad escolar, fue removido de sus funciones por la dirección del plantel, sólo por haber permitido el acceso de la madre del menor a la primaria para discutir sobre el cambio de grupo del menor.
Aunque afirma que el cambio de grupo le sentó bien al niño, comentó que por su condición podría presentar fragilidad emocional, por lo que dicho cambio fue fuera de todo protocolo.
Agregó que la señora Alberta ha hecho caso a todas las indicaciones que USAER le ha emitido referente a su hijo.
Al ser consultada, la directora del plantel, Irene Zavala, negó un mal trato a la quejosa, en cambio, señaló que fue ésta quien se mostró prepotente y grosera contra la maestra de su hijo, razón por la que ya existe una relación difícil entre ambas, por lo que autoridades del SEE recomendaron cambiar de grupo a Martín.
Asimismo, hizo mención de las faltas por un supuesto motivo de enfermedad, asegurando que la quejosa pretendió justificarlas con una receta expedida en el consultorio de una farmacia, careciendo de una nota médica en que se recomendara el reposo del menor.
El delegado del SEE en Tijuana, Adrián Flores, informó a ZETA que la investigación sobre los hechos corresponde a Auditoría Interna, quien determinaría la sanción aplicable en caso de demostrarse los hechos.
Sobre la “rotación” del profesor Lerma, señaló se trata de un procedimiento rutinario en USAER, ya que no se cuenta con personal suficiente para mantener presencia continua en todos los planteles de Tijuana. Afirmó que se debe a una coincidencia que esto se haya decidido al tiempo en que se presentó la queja.