De Trez en Trez
1.- Si de playas, gastronomía, montañas, desiertos, zonas arqueológicas, selvas, y todas las riquezas naturales y humanas que tiene nuestro país, pues sí, estoy de acuerdo con el presidente de la república: de eso y más podemos presumir ante todo el mundo. México es sin duda, uno de los países del mundo con muchos atractivos para el turismo.
Por eso, al inaugurar el Tianguis Turístico al inicio de esta semana en Guadalajara, Jalisco, “Enriquepeñanieto”, rodeado de un grupo de niños y niñas mazahuas –bien arreglados, estrenando ropa y usados como parte de la escenografía pero, más aburridos que un ostión– aseveró que “hay razones y argumentos para sostener que el país se encuentra en crecimiento”, y afirmó que México es un país para presumir.
Pero, en tratándose de impunidad, corrupción, violencia narcotráfico, excesos de poder, despilfarro presupuestal, tortura, violación de derechos humanos, robos, secuestros, injusticias y tantos otras conductas negativas, pues nada más no dan para “creerse los muy muy”, en realidad son para esconderse y hacer “como que la virgen les habla”, tal y como hace la administración federal que encabeza el ahora “presumido” Ejecutivo Federal.
¿Qué tan atractivo es para un turista venir a nuestro país sabiendo que lo pueden asaltar, herir, secuestrar o puede ser víctima de algún otro delito? Tal situación ya se ha dado –por desgracia– en muchas ocasiones y, para acabarla de amolar, el visitante no tiene seguridad de que se le haga justicia en forma expedita. La impunidad es algo de lo que nadie se puede pavonear.
Ya lo expresó el escritor mexicano Fernando del Paso al recibir el Premio Cervantes hace unos días: “criticar a mi país en un país extranjero me da vergüenza pero me la trago…” “…las cosas no han cambiado en México sino para empeorar, continúan los atracos, las extorsiones, los secuestros, las desapariciones, los feminicidios, la discriminación, los abusos del poder, la corrupción, la impunidad y el cinismo.” ¿Así o más claro?
2.- Por otra parte, tampoco podemos andar de presuntuosos cuando desde el extranjero se tiene la mirada bien puesta en México, pero no por asuntos positivos, sino todo lo contrario.
Desde fuera, gobiernos, publicaciones influyentes y personajes de la política mundial han criticado la actuación de la actual administración federal en cuanto a las violaciones de derechos humanos, también la opacidad con la que se manejan los recursos públicos, la poca o nula rendición de cuentas, las transas, la corrupción y –como dijera José Alfredo– tantas otras cosas.
La falta de credibilidad del gobierno mexicano es enorme. Razones para ello sobran.
3.- Así pues, “Enriquepeñanieto” afirma que México es un país para presumir. ¡Lástima que los gobernados no podamos presumir a nuestros gobernantes!
Cuánto nos gustaría poder decir a todo el que nos quisiera oír, que tenemos gobernantes honestos, cumplidos, responsables, sensibles a las necesidades de los ciudadanos, imparciales, que procuran el bien común y no solamente el propio o el de sus “allegados” o “muy allegadas”, pero, simplemente no podemos.
Lamentablemente debemos decir que, en realidad, nada de eso sucede aquí.
P.D.- “Mal humor social” dice… ¿será causado por la mala forma de gobernar? ¿O porque a los mexicanos nos gusta estar malhumorados?
P.D.2.- Fernando del Paso también denunció a los cuatro vientos la llamada Ley Atenco y de pasada, lo que parece ser un “Estado totalitario” y remató: “No denunciarlo, eso sí que me daría aún más vergüenza.”
Adendum.- En el caso de los 43 desparecidos de Ayotzinapa, pues como al principio… a 19 meses de los hechos, “México huye de la verdad de Ayotzinapa” publica el New York Times.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com
