Cierra los ojos y recuerda a tu papá y a tu mamá abrazados y jugando felices. Ríete de felicidad y pide que así sigan. Nada de recordar lo negativo, lo feo… llegas a tu casa feliz. Sabiendo que ellos van a estar amorosos no sé… pero mi actitud en la vida siempre será de alegría, de gratitud por pasar esta maravillosa experiencia de la vida.
El amor es la tenacidad de vida, las comodidades buenas para estar en paz. Pero lo mismo es dormir en el pasto que en una cama King Size. Comer con el gusto de la vida, cada bocado que entra en mi cuerpo es bien recibido y las gracias a Dios todos los días a cada momento. Quizá acompañada de unas lágrimas de alegría.
Te quiero mucho, amor. Te amo.
Tu indio.
Rafael Trujillo Granados “El Yaqui”
Tijuana, B. C.