El Partido Revolucionario Institucional (PRI) invitó a muchos al pastel, y en la repartición y el cumplimiento de cuotas, al candidato René Mendívil Acosta, le tocó un trozo pequeño. Bueno, ni tan pequeño, lleva la alcaldía por delante.
Pero entre los regidores así se la juega el PRI: al trabajo electoral de los grupos y partidos pequeños para entrar con planilla completa, o en el peor de los casos, la extinción dentro de la administración municipal.
En primer lugar por ejemplo, por segundo trienio consecutivo se colocaría en la Sindicatura Procuradora a un “verde-ecologista”. La enlistada es Verónica Corona, cuyo nombramiento más reciente fue en la Conagua junto a Eduardo Ledesma Romo –candidato plurinominal al Congreso– y Noé Rivera, titiriteros del satélite priista.
Eligio Valencia López disfrutará de la posición que para el imperio de su padre Eligio Valencia Roque se guarda. En la silla de la CTM dentro del cabildo, donde ya se sentó el propio Valencia Roque, hoy lo hace su yerno Francisco Hernández Vera, también líder de la organización en Tijuana. De salir avante de la impugnación por residencia en su contra, “el hijito”, ex suplente de regidor, ex coordinador de delegados y ex regidor, todo en el ayuntamiento de Playas de Rosarito, sería prácticamente seguro –por su posición privilegiada– que repetiría el mismo puesto en municipios distintos. Si la impugnación en su contra no lo tumba.
Anel Fabiola Martínez Gutiérrez es la carta del Partido del Trabajo (PT), y su antecedente es haber figurado en la lista de candidatos plurinominales para la cámara de diputados en el año 2012, pero en el lugar 29 –entran 2–, como relleno. Fue también auxiliar administrativo en la Secretaría de Gobierno del actual Ayuntamiento.
Otro del verde es Mariano San Román. Dejó la silla de regidor en la administración de Carlos Bustamante para buscar la diputación federal en el año 2012. Perdió y regresó. Estuvo –durante meses– en la contraloría en la Sindicatura Procuradora que hoy encabeza su compañero de partido, Arturo Ledesma, la misma dependencia a cargo de la investigación del fraude de las luminarias, cuyo contrato él mismo aprobó como edil.
La profesora María Elena Gutiérrez es la apuesta del Partido Nueva Alianza. Sin un solo antecedente en la política local, le anteceden 10 años como representante del SNTE ante el ISSSTE, con una plaza de directora de primaria.
El regidor de quinta posición es Mario Madrigal Silva, hijo de Mario Madrigal Magaña, secretario general del Sintoled. El ex director de la Juventud en el Ayuntamiento de Jorge Astiazarán, representa, y en qué posición, la cuota de Jorge Hank de la lista. La ubicación poco privilegiada del júnior, sería motivación para que el ex reo de El Hongo y los suyos, trabajen para ganar. Dicen los priistas.
La sexta, Julieta Aguilera Castro, merece pocos comentarios en el partido –aunque se le adjudica trabajo “de calle”–, si de su antecedente político electoral se trata. Tan cortos, casi, como su segundo apellido. Es, sin más, la sobrina de Fernando Castro Trenti.
Érik “El Terrible” Morales, es otro. El tetracampeón mundial del boxeo no vio la suya en la política como parte del derrotado equipo de Francisco Castro Trenti en la elección por la gubernatura, pasó a ocupar la secretaría del deporte en el partido cobijado por la ex dirigente Nancy Sánchez, y ahora se ve, como el séptimo regidor.
A Blanca Lilia Gándara, la última de la lista, se le ubica como uno de los personajes con trayectoria partidista que dejó con su muerte Alcides Beltrones Rivera. Su fuerte: los distritos 8 y 9 por su operación electorera con colonos. Fue incluso, con Carlos Bustamante, subdelegada en La Gloria.