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martes, octubre 1, 2024
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Niega Ruffo imponer a candidato del PAN: “¡No…! Yo estoy muy lejos”

Un ambiente electoral frío, sin ánimo y con pobre participación de los partidos, es como Ernesto Ruffo Appel ve el actual proceso en Ensenada: “A lo mejor hay demasiados candidatos”.

Respecto a su partido, el senador y ex gobernador dice que el PAN vive  ahora el resultado de haber conquistado el poder –“culpable soy yo”, acota–  y como no estaban acostumbrados a él, rompió la institucionalidad de sus asambleas internas.

Considera que las cosas empiezan a componerse en el blanquiazul precisamente con la planilla encabezada por el empresario Carlos Loyola Peterson, “que rompe con los cánones de la manera en que se habían hecho las cosas dentro del PAN en los últimos 9 o 12 años”.

La postulación se inscribe, argumenta, en el afán de instalar la soberanía y legitimidad de la asamblea, para concluir la encomienda que encabeza de limpiar de “cachirules” y “maruchanes” el padrón interno del partido a nivel nacional: “Y ahí voy…no es cosa sencilla. Espero podamos salir del virus del poder”.

Respecto a su vínculo con Loyola Peterson, su ex funcionario, y empleados suyos en la lista de regidores, como Carlos Ignacio Fernández, expresa: “Dicen que soy la mano que mece la cuna…y no sé cuántas cosas más… ¡Yo no estoy aquí!”.

Del candidato a la presidencia municipal, refiere que lo conoció en el Tecnológico de Monterrey, hijo del doctor Pedro Loyola, cuyo nombre lleva una de las principales calles de Ensenada y “de cuyas manos nacimos la mitad de Ensenada”. Lo avala por venir de una familia “transparente, responsable, constructiva”.

Ruffo evade hablar de la empresa de energía Sempra, de la que hasta hace poco era empleado su correligionario y en las que se considera se triangulan los propios intereses del senador: “Sí, hay quienes reclaman la presencia de Sempra, pero yo estoy hablando de Carlos Loyola, la persona capaz, el profesionista que ha sabido alcanzar los niveles de exigencia”.

“Lo que Sempra decide o no, él no lo determina”, acota. “En lo personal pienso que Sempra ha traído y ha hecho que Ensenada tenga capacidades de infraestructura que no teníamos antes, nos da otros niveles de potencial, ya tenemos gas natural, aunque no hemos visto todavía los beneficios dado que ha cambiado mucho el marcado del gas natural…pero, ¡bueno!, eso es asunto de Sempra”.

Ruffo desestima el voto de castigo que los militantes podrían infringirle al considerarlo una imposición: “Somos muy pocos panistas internos, si acaso tres mil. Cuando a mí eligieron candidato a presidente municipal estábamos 80 panistas”.

Le pregunta ZETA sobre su apreciación de César Mancillas, que renunció al PAN en protesta por la imposición de Loyola y terminó postulado por el PES, y Ruffo se “atora” para responder: “Pues…César es mi amigo, su papá no se diga. Pues…siempre ha empujado, tiene gente que simpatiza con él, el área de pequeños comerciantes y el deporte, sin duda ha de tener seguidores. César me cae bien…me divierto mucho cuando platicamos, es bohemio y esas cosas…Pero ya juzgará la mayoría, que es la voz de Dios”.

— ¿Loyola es el candidato de Ruffo? ¿Ruffo definió el proceso?

¡No! ¡Yo estoy muy lejos! Efectivamente, ¿Carlos con quién ha andado más cerca dentro de la política? Pues con Ruffo, ¿no? Sí, fue un funcionario mío con preparación y se desempeñó muy bien, pero no hay una especie de incondicionalidad o de lealtad política”.

 


 

 

César Mancillas: “Ruffo se hace…”

 

El ex alcalde insiste en la imposición de los empleados e incondicionales de Ernesto Ruffo: Loyola, su socio; su secretario de toda la vida, Carlos Fernández, como suplente del munícipe, y como primer regidor Jorge Camargo, gerente de sus empresas: “A buen entendedor pocas palabras”.

“Siempre han estado en el gobierno, o haciendo negocios con el gobierno”, expone. Explica que su “generación” (que incluye a Hugo Zepeda, Pablo Alejo López y Paco Vera, entre otros) siempre fueron un escollo para los “viejos” encabezados por Ruffo, porque fueron más políticos y ganaron elecciones, lo que no hicieron aquéllos, y es de ahí donde proviene el rencor personal, interpreta.

Respecto a depuración de las listas apócrifas en el PAN de las que Ruffo está a cargo y resolverá hasta el 2018, revela: “Yo le di las pruebas, le dije quiénes metieron a cuántos, le di nombres, lo pudo haber hecho en una semana, como se hacen las cosas. No lo quiso hacer, ni lo va hacer, para poder meter las manos ahí, porque sabe que en una interna no nos gana. La imposición de Loyola tiene su origen desde  hace meses porque trae intereses ocultos que cada vez son más claros. Lo admiraba pero me decepcionó”.

"Que no sea soberbio", le dice al senador

“Que no sea soberbio”, le dice al senador

Desmintió que a Ruffo en su momento lo eligieron 120 panistas y recuerda que su padre encabezó a 2 mil 800 miembros activos que avalaron al empresario, entonces “un joven muy sano”. También reprocha Mancillas que él lo hizo candidato a la senaduría cuando José Luis Ovando pretendía imponerse con un miserable respaldo interno.

“Que no sea soberbio, ha dicho que el PAN necesita perder, pues ya perdió, que no se haga pato, y él sucumbió a otros intereses”.

El ahora candidato del PES le advierte que no desestime sus posibilidades y la base social que trae su nuevo partido: “Que no le busquen, porque se puede despertar ese dominio y quitar a los que traen intereses que quienes no son de aquí y que nos quieren quitar lo más valioso que tiene Ensenada, que es su medio ambiente”. Juan Carlos Domínguez

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Redacción Zeta
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