Nos llenamos de festejos
y lo principal se olvida,
la ropa que nos abriga
y calienta mis pellejos.
Si no fuera por la ropa
andaríamos encuerados
y también muy devaluados,
si es pequeña nuestra cosa.
Festejemos nuestras prendas,
que cubren nuestras miserias,
que enloquecen a doncellas
pensando en cosas extremas.
Día mundial del pantalón,
prenda exclusiva del hombre,
aunque a veces nos asombre
que dentro va un mandilón.
Del calcetín celebramos
que proporcionan confort,
Protegen y dan calor
a los pies, con los que andamos.
Día mundial de los calzones,
de refuerzo pa’cuidar
el exquisito manjar
que degustan los varones.
Día mundial de los brassiers,
prenda que sube a caídos
que en el ayer fueron erguidos,
orgullo de las mujeres.
Día mundial del baby doll,
prenda que cubre muy poco
del cuerpo que vuelve loco
y al verlo pierdo el control.
Del bikini y de las tangas
hoy festejo el nacimiento,
día mundial del hot invento,
dichoso lugar donde andas.
Y el fondo y el medio fondo;
de China, seda importada,
que luce mi prenda amada
y me trae todo cachondo.
Festejemos el liguero,
prenda de seda y encajes,
cómplice entre tus ropajes
que embellece tu trasero.
Día mundial del edredón,
prenda que cubre la cama
donde la esposa y mucama
se agasajan al patrón.
Pa’muestra basta un botón,
hay más ropa que festejar,
el Alzheimer hace olvidar,
ya soy viejo setentón.
Alberto Torres
Tijuana, B. C.