De pie o sentados en sillas para la ocasión o en el suelo, poco más de 500 asistentes abarrotaron la Sala Federico Campbell del Centro Cultural Tijuana (CECUT) durante la presentación de “Cómplices: Esta vez, la aventura es leer” (Planeta, 2015) de Benito Taibo.
En un sábado 14 de mayo nublado y ligeramente frío al mediodía en Tijuana, adultos y sobre todo adolescentes y jóvenes respondieron a la convocatoria de la XXXIV Feria del Libro de Tijuana para la presentación de “Cómplices: Esta vez, la aventura es leer”, tal como en el evento editorial fronterizo de 2015 cuando el popular autor compartió “Persona normal” (Destino, 2011).
Vestido con camisa y pantalón blancos y tenis rojos, Benito Taibo dialogó con sus jóvenes lectores; incluso cuando los estudiantes tomaban el micrófono era sobre todo para agradecerle por haberlos interesado en la lectura con sus libros; hubo hasta quien le agradeció porque en su familia “ahora somos más unidos” luego de leer “Persona normal”:
“Gracias por sus libros, yo empecé con ‘Persona normal’, lo leí; yo tengo una persona súper importante como el Tío Paco, por así decirlo; él es mi abuelo, leyó el libro y se enamoró. Le quiero dar las gracias porque ahora somos más unidos un poco, siempre lo hemos sido, gracias en parte a usted”, expresó una adolescente.
Ante tanto agradecimiento de los estudiantes, el escritor advirtió que no es él sino el poder de la palabra:
“A veces me cargan una suerte de responsabilidades que yo me asusto enormemente; porque yo escribo ‘Persona normal’ para darle las gracias a la literatura y pensé que este ejemplo de gracias podía servir para otros; y me doy cuenta del inmenso poder que tienen las palabras y de cómo tocan a personas que no te esperabas”.
Fue entonces cuando Benito Taibo narró una anécdota reciente que ejemplifica también el poder de la literatura del que conversó con sus jóvenes lectores:
“Estuve en Mazatlán el año pasado y al final de una conferencia se acerca una chica de unos 15 años para decirme que ‘Persona normal’ la había ayudado un montón en su trance y me abrazó; me dijo: ‘Le voy a contar mi trance’; era la hija de un narco, el cual habían matado, había matado a su padre otro narco igual.
“Para no hacer el cuento muy largo: La literatura llega a los lugares más insospechados y cura las heridas más insospechadas, pero no está en manos del escritor esta curación sino del lector y cómo lo lee. A lo que voy es que no le quiero otorgar poderes mágicos a mi propio libro, es la literatura la que tiene los poderes mágicos; toda la literatura: Tolstói, Dostoyevski, García Márquez, José Emilio Pacheco, ese canon del mundo en el que nos van contando como late nuestro propio mundo es el que al final nos puede salvar”.
Sentenció Taibo antes de tomarle una foto a sus lectores: “La literatura es un bálsamo para las heridas de este tiempo terrible, sin lugar a dudas”.
Al final de su presentación editorial una extensa fila hicieron más de 300 jóvenes para tomarse una selfie con Benito Taibo o para que les firmara “Polvo” (Planeta, 2010), “Persona normal” (Destino, 2011), “Querido Escorpión” (Planeta, 2013), “Desde mi muro” (Planeta, 2014) y por supuesto “Cómplices: Esta vez la aventura es leer”.
