Tan solo por algunas actividades que coadyuvarán a la elección del 5 de junio –donde se elegirán a los próximos diputados y alcaldes de Baja California– el Instituto Nacional Electoral (INE) costará a los bajacalifornianos 75 millones 689 mil 726 pesos.
Los conceptos que cobra el INE a simple vista parecen sacados de la irrealidad: 61 millones 540 mil 995 pesos para capacitar a funcionarios de casillas y la integración de las mismas, 2 millones 91 mil 610 pesos para “sensibilización del electorado”, 2 millones 202 mil 209 pesos para que el INE, únicamente, entregue el material electoral a los presidentes de casilla, 5 millones 214 mil pesos para alimentar a funcionarios de casillas, entre otros novedosos cargos. O bien, por el hecho recoger el material electoral al fin de la jornada y publicar la ubicación de casillas, el Instituto tiene destinado 1 millón 50 mil pesos.
Desde luego que ese recurso (de los más de 75.68 millones de pesos para destinar al INE) no involucran las bolsas millonarias que recibirán los partidos políticos de Baja California, público y candidatos independientes, que ascienden a 158 millones 877 mil 402 pesos, y a los gastos operativos del Instituto Estatal Electoral de Baja California (IEE).
A esta desbandada de recursos públicos, se suma el hecho de que 73.3 de los 75.6 millones, destinados a la preparación de la jornada, no serán ejercidos directamente por el IEE, sino por el Instituto Nacional Electoral (INE); en pocas palabras, el Estado financiará a un organismo federal.
En diciembre pasado, los dos organismos firmaron un convenio para estipular el margen de acción de ambos durante el actual proceso electoral; el 8 de marzo, se aprobó un Anexo Financiero que explica quién, y en qué dimensión, gastará el dinero.
De acuerdo al documento, lo que requerirá más recursos es la “integración” de las 4 mil 474 casillas que serán instaladas en la entidad, labor consistente en capacitar a los funcionarios que administrarán la casilla, así como la promoción de la participación ciudadana en el proceso electoral; acciones que costarán 61 millones 540 mil 995 pesos, que incluyen 2 millones 91 mil 610 pesos para “sensibilización del electorado” sobre el ejercicio democrático.
El IEE será el encargado de comprar los materiales electorales que serán empleados en las casillas el día de la elección, con un valor de 86 mil 276 pesos. También, los contribuyentes pagarán los recorridos de “examinación” de las juntas ejecutivas en donde habrá casillas, que valen 1 millón 36 mil 611 pesos.
Y como “apoyo económico para la alimentación de los funcionarios” el día de la jornada: 5 millones 214 mil pesos, eso alcanzaría para comprar 102 mil 480 lonches de comida china. Bajo este supuesto, cada uno de los 22 mil 370 funcionarios de casillas podrían recibir 4.5 de estos lonches.
Un gasto más por no citar todos: solamente el entregar los documentos y materiales a los presidentes de las casillas, tiene etiquetados 2 millones 202 mil 209 pesos más.
En algunos casos, el INE –con dinero transferido por el IEE– pagará una renta a los propietarios de los inmuebles donde habrá una casilla, para ello están orientados 426 mil pesos; y para “acondicionar” las casillas (así a secas): 2 millones 845 mil 472 pesos. Por su parte, el organismo estatal será el encargado de publicar la ubicación de las casillas en los diarios de mayor circulación, así como retirar los materiales al finalizar la jornada, los dos actos equivalen a 1 millón 50 mil pesos.
Pero no termina ahí, la lista nominal que incluye a los 2.5 millones de personas que podrán votar, vale 1 millón 175 mil 942 pesos, sin contar las que son producto de resoluciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, donde se incluyen las personas que podrán votar luego de un juicio, el presupuesto asignado a esas listas adicionales es de 59 mil 651 pesos.
En este caudal de recursos públicos, sale a relucir el aumento de sueldo –de hasta el 53 por ciento– que los consejeros del IEE se regalaron a sí mismos a principios del año. Mientras tanto, las propias autoridades electorales admiten que, debido al desinterés por la política, vota menos del 40 por ciento de los bajacalifornianos incluidos en el padrón.
En Baja California, es la primera vez que para una elección local, el INE intervendrá en ciertas facilidades devenidas de la reforma política electoral. Hace algunos años, incluso el padrón y la credencialización estaba a cargo del Estado.
Y aunque los comicios locales son organizados por los nuevos OPLES (Órganos Públicos Locales), como los nombró la reforma política, el Instituto Nacional Electoral (INE) también interviene.
Como su facultad exclusiva, el Instituto Nacional Electoral (INE) tiene encomienda de capacitar y formar las mesas directivas de las casillas que funcionarán durante la jornada electoral, además de capacitar a los 62 mil 636 ciudadanos de los 330 mil 154 sorteados.
Donaciano Muñoz Loyola, es Presidente del Consejo Local del INE en Baja California a quien se le solicitó una entrevista para hondar sobre los millones que el órgano que representa manejará en este 2016. Sin embrego, hasta el cierre de edición no hubo respuesta.