Apenas culminada la cuarta escala de la Olimpiada Regional rumbo a la fase nacional 2016, para Baja California Sur las disciplinas de conjunto de futbol, beisbol y basquetbol, han tenido una participación decepcionante, derivado de la falta de entrenamiento, capacitación, infraestructura y sobre todo organización. Hasta el momento solo las disciplinas individuales han conseguido un boleto al certamen nacional.
Para tener una idea de la vergüenza en que el Estado ha quedado a nivel regional contra Sonora, Sinaloa y Baja California, algunos de los marcadores en duelos han sido los siguientes: en futbol, derrotas de 6-1; en beisbol, suspenden juegos por knock out de 11-1; y en basquetbol, se suscitó una escandalosa derrota 106 a 18 para la escuadra femenil.
“El análisis en general tenemos que verlo en el aspecto y sentido de dos áreas, técnico y dirigencia, y también tocar la parte física”, reconoció Gilberto Álvarez, coordinador deportivo del Instituto Sudcaliforniano del Deporte (INSUDE).
Pero esos no fueron los únicos marcadores que están de pensarse. La selección femenil 2001-02 cayó 107-18 ante Baja California; la otra femenil cayó 72-28; la varonil Juvenil Menor pierde 105-41 ante Baja California, y la varonil Juvenil Mayor pierde 119-34. ¿Qué pasó? Ni los propios entrenadores entienden los resultados, “yo creo que un poquito más de tiempo, yo creo que teniendo mis tiempos para yo poder trabajar en los factores de fundamento, y en la ofensiva y defensiva para yo ponerlos juntos; estoy seguro que al mil por mil vamos a poder competir con esos equipos”, dijo Randall Simon, entrenador de selecciones de beisbol en BCS, reconociendo que los selectivos se preparan días previos a la competencia y los resultados ahí están.
Randall Simon, un ex jugador de Grandes Ligas, acudió para capacitar a entrenadores y jugadores de la selecciones del Estado, de cara a la Olimpiada Regional 2016, sólo que llegó dos semanas antes de la justa deportiva. En su visita destacó que si el Estado pretende realizar un proyecto integral como un equipo de beisbol profesional, sería una meta para las nuevas generaciones, quienes tendrían su objetivo fijo en el primer equipo.
Su llegada previo al regional, sólo refleja una verdadera falta de organización, capacitación y mucho entrenamiento, ya que contingentes como el de Sinaloa entran en concentración tres meses antes de las competencias, y en Baja California, todo el año se preparan; mientras que en la entidad, el trabajo en conjunto inició a menos de un mes antes de la justa regional.
Ante estos penosos resultados, el presidente de la Asociación Sudcaliforniana de Futbol Amateur (ASFA), Manuel Amparán, alzó la voz invitando a las autoridades deportivas municipales y estatales a tomar cartas en el asunto, ya que “el primer paso es aceptar tal cual son los resultados, independientemente de los factores que se suscitaron en los encuentros, pero sería todavía mucho más irresponsable no hacer nada; el primer paso es aceptarlos tal cual son, nos metieron dos, tres, cuatro, cinco goles, hay que hacer un análisis y eso no lo pueden dar los entrenadores que estuvieron en los encuentros y partir de ahí. No nos fue bien en la Olimpiada, sin embargo, tenemos todas las partes y de parte de la asociación tienen todo nuestro apoyo”, argumentó.
Ante los pésimos resultados, el funcionario invitó a las asociaciones, entrenadores e institutos a trabajar en el tema del rezago, el cual tiene años de diferencia en comparación con otras entidades, y es complejo de atender ante una región con potencias deportivas como Sinaloa, Sonora y Baja California.
“El factor capacitación es importante, el factor infraestructura es importante, pero debemos desarrollar un plan en conjunto con todas las autoridades donde contenga un mismo objetivo, el primer paso es organización, el segundo paso, teniendo la información sólida de cuántos son nuestros jugadores, entrenadores, cuáles son nuestras canchas, cuales están en buen estado; partir de ahí para elaborar un plan de capacitación y un plan integral deportivo”, estimó.
Ante la brutal apaleada a los selectivos de conjunto, los jugadores son quienes ponen en tela de juicio la participación del INSUDE en la atención al deporte, ya que sólo llevan a los deportistas a mantener una mala racha y que muchos desistan de competir.
“Hace falta más apoyo al deporte, como que no lo apoyan mucho, falta apoyarlo más para nosotros seguir entrenando. Más equipos contra quien jugar, no hay equipos aquí, (en otras entidades) tienen más tiempo para foguearse y por eso tienen más nivel”, lamentó Ramón Alberto Burgoin Marrón, seleccionado Sub 15 de Basquetbol.
En una perspectiva objetiva, el entrenador de la selección de basquetbol 2000-2001 aseguró que comparado con otros Estados, la infraestructura debe mejorar, así como la mentalidad del deportista y por consiguiente, la cultura, para ver al deporte como un complemento de la educación.
“¿Qué se necesita? Demasiada infraestructura, ahora sí que en Baja California Sur nos hace falta mucha infraestructura, apoyo del gobierno, que nuestros jóvenes entiendan que hay que ser deportista las 24 horas del día y siete días de la semana, que hay que hacer sacrificios, fiestas familiares, reuniones con los amigos y los padres; entender que el deporte es sumamente importante, el complemento de la educación”, reiteró Esmelin Estrada Avilés, entrenador de la selección de basquetbol 2000-2001.
Gilberto Álvarez, un experimentado coordinador deportivo con amplia trayectoria, indicó que en esta ocasión la preparación del atleta fue un factor determinante que debió atenderse con mayor importancia, pues “es la parte que sentimos que hizo falta en la preparación general de un atleta, de un equipo abarca varias áreas, cuando trae un programa bien definido de entrenamiento, todos esos aspectos se ven y es la parte que yo creo no se cerró bien, la parte preparatoria es lo que faltó”.
Aunque se tenía pronosticado el fracaso para las disciplinas en conjunto, es importante que el Estado tome cartas en el asunto, de no hacerlo, continuarán los resultados deshonrosos y el rezago deportivo, en el cual evidentemente existen años de atraso en cuanto a infraestructura y resultados.