De Trez en Trez
1.- No, no se trata de ningún partido futbolero, más bien es una –dicen– odiosa comparación entre los dos países y lo que sucede en ellos desde hace un buen tiempo.
Mire usted, allá la música y el baile son el pan de cada día, por acá “no cantamos tan mal las rancheras”; allá y aquí hay bellas playas, y en cuanto a la belleza femenina pues no se diga, hay para dar y repartir; en los dos países a pesar de los pesares, se respira alegría y por supuesto hay una enorme afición por el futbol, aquí la diferencia –no poca por cierto– son los campeonatos mundiales obtenidos.
Ambos países fueron en su tiempo, colonia de potencias europeas, luego vino la vida independiente, la inestabilidad política, las dictaduras, la mano recia y los gobiernos “democráticos”…
Ya en la época contemporánea, México tiene a Pemex, Brasil a Petrobras, ambas empresas eran “orgullos nacionales,” ahora las dos paraestatales han caído en desgracia: allá y aquí hay marcada desigualdad social, muchos pobres, pocos ricos, la violencia, la inseguridad, el narcotráfico, la impunidad, la corrupción se dan también en ambas naciones.
Allá como aquí, la forma de gobierno es republicano, federal, representativo y existe la división de poderes; ejecutivo, legislativo y judicial.
2.- Y fue precisamente una de las cámaras del legislativo brasileño la que el domingo anterior por la tarde, votó a favor de someter a Dilma Vana da Silva Rousseff a juicio político por diversas acusaciones entre las que destacan delitos del orden fiscal para maquillar el déficit presupuestal y, por supuesto, una serie de corruptelas en Petrobras, la petrolera brasileña. La acusan también de recibir suculentos sobornos y de ocultar cuentas bancarias en el exterior. Hasta dicen que planeó o facilitó la fuga del país de un preso en un avión particular. (Mmm… ¿dónde he oído eso?).
En las afueras del congreso brasileño se apostaron los simpatizantes del juicio político a la presidenta así como los que opinan que, de concretarse la destitución, sería tanto como un golpe de Estado. Unos y otros salieron a la calle a manifestar su parecer. Toca el turno a los senadores para hacer su votación y, en su caso, separar a Doña Dilma del cargo e iniciar el juicio que habrá de terminar con un veredicto.
Así pues, Brasil batalla en varios frentes a la vez: el zika, el dengue, el chikungunya, con las ETS, la crisis económica, las acusaciones de corrupción, la inseguridad, la violencia, el narcotráfico y los Juegos Olímpicos a semanas de iniciar.
3.- Mientras, aquí en México, se escuchan ciertas voces de inconformidad –que van en aumento– por la situación que atraviesa el país en materia de inseguridad, violencia, corrupción, narcotráfico, violación de derechos humanos. Porque, por mucho tiempo estuvimos pasmados, como si nada pasara, conformes con hacer “memes” y otras bromas en las redes sociales pero, hasta ahí. Eso parece estar cambiando.
Pero, todavía hay cosas por hacer, pues mientras en Brasil puede darse un juicio político contra la presidenta del país, aquí por más cosas graves que acontezcan, nada más no se ve por dónde pueda suceder algo parecido. Por eso la comparación inicial, mucha de la problemática que sufren los ciudadanos brasileños la padecemos también en México.
Aquí, donde a pesar de las evidencias se niega lo que sucede, se calla lo que se debe informar, se acusa a quien se debe apoyar y defender, se encarcela a inocentes y se da libertad a los delincuentes, y, en general se tapa lo que los gobiernos de cualquier nivel no quieren que se vea y se sepa…todo puede ser resumido en unas cuantas palabras: corrupción, impunidad, injusticias, incapacidad y negligencia para gobernar. En esto del posible juicio político, como en el balompié, Brasil nos lleva delantera…
P.D.- Como que van a hacer falta cientos, a lo mejor miles de disculpas por cada caso de violación a los derechos humanos. Disculpas obligadas al trascender a la opinión pública vía redes sociales, tan solo uno de los muchos casos que existen aquí. Y después del “I’m sorry” ¿qué sigue? ¿Y, si no hay video?
P.D.2.- La de “Enriquepeñanieto” no es una “crisis de popularidad”, es el rechazo generalizado (2 de cada 3 mexicanos) bien ganado… entre tanto, su cónyuge sigue apareciendo en las revistas “socialités”.
25