El 24 de marzo, y después de 185 días
de su captura y consignación, un fiscal
de la Unidad Especializada en Delitos
Contra la Salud de la SEIDO ordenó el
traslado de la homicida Melissa
Margarita Calderón Ojeda “La China”
por el caso del doble levantón del hotel
La Purísima
Investigaciones ZETA.- Después de 185 días de haber sido detenida, consignada y recluida en el Centro de Reinserción Social de La Paz, un fiscal de la Unidad Especializada en Delitos Contra la Salud de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), ordenó el 24 de marzo el traslado –de la penitenciaría al Centro de Arraigo– de la ex jefe de sicarios de las Fuerzas Especiales de Los Dámaso, Melissa Margarita Calderón Ojeda “La China”.
El operativo inició alrededor de las 7 de la noche, alrededor de 50 agentes de la Policía Estatal Preventiva y Policía Ministerial del Estado llegaron, solicitaron ingresar al penal y fueron hasta la celda de la “sicaria”. Entonces, la sacaron y subieron a un vehículo y de inmediato fue transportada al aeropuerto internacional “Manuel Márquez de León” de La Paz.
Aunque el operativo de traslado de la célula criminal del Cártel de Sinaloa era presuntamente secreto, el convoy fue muy vistoso, donde alrededor de 10 unidades con hombres fuertemente armados, en cuestión de minutos, rodearon el penal, ingresaron y se dirigieron en convoy al norte de la ciudad.
Los rumores inicialmente corrieron en el sentido de que iba a ser trasladada a un penal de máxima seguridad, porque presuntamente el grupo criminal que comandaba se estaba reagrupando al interior del penal y operando hacia el exterior.
Sin embargo, según la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDCS/612/2015, Melissa Margarita Calderón Ojeda “La China” o “La Mely” fue requerida por el fiscal de la SEIDO, y quien ordenó fuera sacada del penal paceño y trasladada a la Casa de Arraigo en la Ciudad de México.
El agente del Ministerio Público de la Federación ocupaba declarar a la homicida sobre el caso del levantón de los capitanes de barco del Grupo Pando, Marco Antonio Espinoza y César Dario Liera Villavicencio, ocurrido la madrugada del 11 de febrero de 2015, en el hotel La Purísima, localizado en la avenida de 16 de Septiembre entre Aquiles Serdán y Revolución en la Colonia Centro de La Paz.
La investigación del caso, abierta inicialmente, bajo el número de averiguación previa LPZ/019/HOM/89/AMP8/2015 por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California Sur, fue turnada a la SEIDO, quien después de 405 días de aquel suceso, casi termina por integrarla y consignarla a un Juez Penal Federal.
La madrugada del doble levantón, y cuando la ola de violencia estaba en su punto más crítico en La Paz, “La China” llegó acompañada de un grupo armado que iba a bordo de dos vehículos: una camioneta color gris RAV4 Toyota y un automóvil color rojo Mitsubishi Lancer.
Las cámaras de seguridad de la Subsecretaría Estatal de Seguridad Pública captaron alrededor de las 12:40 de la madrugada cuando las dos unidades se estacionaron. De la unidad primero descendió la sicario Melissa Margarita Calderón Ojeda, y después un sujeto identificado como “Papá Pitufo”.
Los dos criminales –según la videograbación– tocaron la puerta y solicitaron ingresar y tras entrar a recepción, solicitaron la lista de huéspedes y después amagaron al recepcionista de aproximadamente 60 años.
Mientras “Papá Pitufo” desconectó la cámara de seguridad de la recepción del hotel, “La China”, salió y llamó al resto de los sicarios que esperaron arriba del automóvil de color rojo. Entonces –de acuerdo a la videograbación– tres sicarios más descienden de la unidad armados con dos rifles de asalto, ingresan al hotel y sacan a la fuerza a los dos capitanes de barco, y se van.
Cabe destacar que ese día –y según la grabación de las cámaras de seguridad– cuando la jefe criminal estaba estacionada frente al hotel, llega la patrulla con el número económico 115 de la dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz, y saluda a la criminal.
Por algunos segundos intercambian palabras y después la patrulla se va, y es justamente cuando la jefa criminal de “Los Dámaso”, se bajó y priva de su libertad a los capitanes de barco.
La declaración
Sobre estos hechos, Melissa Margarita Calderón Ojeda “La China”, cantó en la SEIDO.
No solo habló de los levantones sino también de los atroces crímenes, y sobre todo de sus vínculos criminales con jefes policiacos y comandantes de la Policía Municipal de La Paz, Policía Ministerial del Estado y Policía Estatal Preventiva.
En su testimonio, la jefe criminal expuso que el día del doble levantón recibió una llamada de su jefe inmediato identificado como “El 28”, y quien le informó que la habitación número 18 del hotel La Purísima, estaba hospedado la persona de nombre Ramón Ángel Castro Castro “El Perro”, por lo que pide que lo levanten y lo maten.
El jefe de las Fuerzas Especiales de “Los Dámaso” solicitó a la asesina a sueldo llevarse a dos sicarios de su entera confianza, y a quienes identificó como:
1.- Jorge Quiroz “El Chalán”.
2.- El Güero.
La sicario –de acuerdo a su declaración– había recibido la orden de “aventarse ese jale” junto con el criminal apodado como “Papá Pitufo”, y quien acababa de arribar de Culiacán, Sinaloa.
La criminal dijo que ella llegó a bordo de una camioneta marca Toyota, línea RAV4, en tanto, “Papá Pitufo” en un automóvil Lancer Mitsubishi, y el cual llegó acompañado de “El Chalán” y “El Güero”.
“Cuando estaba a punto de llegar al hotel La Purísima, circulando sobre la avenida 16 de septiembre, observé una patrulla de la Policía Municipal de La Paz, por lo que la rebaso, y cuando me estacionó frente al negocio, se me empareja la patrulla y me preguntan que si todo estaba bien o si me podían ayudar en algo”, relató y continuó: “les contestó que todo está bien y estoy esperando a mi esposo”.
La asesina recordó que “El 28” le confió que estaban arreglados con todos los (policías) municipales, por lo que con mayor razón se sintió segura, incluso en una ocasión –según explicó– “acompañé a Papá Pitufo al estacionamiento del supermercado City Club, y pagó 30 mil pesos en efectivo a un comandante de nombre Jesús Alfonso Valenzuela Cruz, y quien era el director operativo”.
“El dinero que se entregaba a la semana era para que nadie de la (policía) municipal nos molestara ya sea en la venta de drogas o cuando levantábamos o matábamos a alguien, y si acaso alguna patrulla nos paraba, solo teníamos que mencionar la clave que era Gente del 28, ya que con ese pago estaba garantizada toda la protección de la policía municipal de La Paz”, relató.
Cuando el fiscal preguntó los rasgos físicos del comandante Valenzuela, respondió: “es una persona adulta de más o menos unos 50 años de edad, pelo negro corto, ondulado, tez morena de aproximadamente un metro con 64 centímetros de estatura y bigote bien recortado”.
La sicario prosiguió: “entonces cuando la patrulla que se me empareja se retira del lugar, me quedé a la espera de Papá Pitufo, y cuando llega me bajo al hotel y en su compañía, vamos y le decimos a la persona del mostrador que vamos con un amigo que estaba hospedado en la habitación 18, diciéndome que podía pasar, diciéndole que íbamos a apagar las cámaras de seguridad, y una vez hecho esto, le doy la orden a El Chalán y El Güero, de ingresar y cuando nos abren la puerta de los cuartos, sometemos a las personas y las sacamos del hotel”.
La jefe de sicarios comentó que posteriormente “trasladamos a los levantados a una casa de seguridad que teníamos en la colonia Diana Laura, y al llegar a esa vivienda Jesús Ernesto López Zatarain alias El Puka, y segundo al mando de Cruz Alonso Lozoya Uriarte El Grande, nos estaba esperando y comienza a interrogar a dichas personas, y quienes no sabían nada de lo que se les estaba preguntando hasta que llegamos a la conclusión de que no eran las personas que andábamos buscando, es decir, no era El Perro, el cual es vendedor de droga de El Compadrón”.
Finalmente, dijo que fue entonces que “sacamos a los levantados” de la casa de seguridad y los fueron a dejar por el Oxxo de la Colonia 8 de Octubre de La Paz.
La delación
Sobre el paradero del sicario de “El Güero”, Melissa Margarita Calderón Ojeda, dijo desconocerlo, pero en el caso de Jorge Quiroz “El Chalán”, el otro sicario que participó en el levantón del hotel La Purísima, confesó haberlo asesinado, porque “me puso para que me matara gente de El Compadrón”.
La sicario expuso que ese día circulaba a bordo de una camioneta color dorada, línea Tribute y marca Mazda acompañada de “El Chalán” sobre las calles de Melitón Albáñez y Ocampo, cuando sobrevino un ataque en su contra.
En la balacera resultó herido “El Chalán”, por lo que escaparon y fueron y abandonaron el vehículo cerca de la delegación de Sagarpa, pasando por ellos Jesús Ernesto López Zatarain “El Puka”, y quien los llevo hasta la casa de seguridad de la colonia Diana Laura al sur de La Paz.
“Entonces le marqué a El 28, y le expliqué lo sucedido, y me contestó que no fuera pendeja que El Chalán me había puesto con El Compadrón, y que no era necesario llevarlo al doctor, sino me dio la orden de matarlo por traidor. Yo en ese momento no creí lo que me estaba diciendo, pero recordé ciertas cosas que me hicieron creer en su palabras, por lo que agarré mi arma 9 milímetros y le apunté a El Chalán, y le disparé a una distancia de un metro y medio, lesionándolo en el pómulo izquierdo, cayendo al suelo inmediatamente, acercándose El Puka y disparando en la cabeza, y el cual murió rápidamente”, confesó.
La sicario dijo que después sacaron el cuerpo y fueron a enterrarlo rumbo a Los Planes, no recordó el punto exacto.
En el expediente de la SEIDO, “La China” develó que “uno de mis éxitos en este movimiento, y por el cual fui bien recibida por la organización del Licenciado Dámaso, es porque en distintos momentos tuvo romances y relaciones sexuales y sentimentales con jefes policiacos, a los cuales he alineado y puesto en contacto con mis jefes para que trabajen con nosotros”.
En la lista –según la jefa criminal– están:
1.- El comandante de la Policía Estatal Preventiva, Monserrat Calderón
2.- El comandante de la Policía Ministerial del Estado, Edgar García López.
3.- El comandante Bibiano Rigoberto Burgoing García, y actual encargado de despacho de la Policía Ministerial del Estado.
“En este particular caso (Bibiano) me ayudó mucho con los pitazos en varios operativos donde intentaron capturarme”, expuso, y finalmente relató que “el día que él andaba en un curso fuera del estado, es cuando justamente me atraparon en Los Cabos, porque no tenía quién pudiera informarme”.