ZETA llegó a otro cumpleaños más, y es gracias a la aceptación de sus lectores y la disciplina, trabajo, libertad y la ética profesional de sus fundadores, el alegre Héctor Félix Miranda y el experimentado Jesús Blancornelas, mancuerna que dio alumbramiento a ZETA un 11 de abril de 1980.
Han pasado tres docenas de años y ZETA ha sido golpeado de muchas formas y sigue de pie. Personal cobardemente asesinado, persecución gubernamental, censuras, amenazas, etcétera, y ZETA sigue tan fuerte en su estructura y su base como un roble.
Cómo puede ZETA celebrar su cumpleaños número 36. Trabajando como desde su fundación. Mejorando y viendo dónde es necesario un cambio, como ha cambiado desde 1980. Algunos conocemos sus cambios, muchos no.
ZETA no traerá banda ni rentará salón, como el Mezzanine, para celebrar un año más. Lo hará trabajando, investigando, afinándose y buscando nuevos horizontes de desplazamiento e investigación, como en credibilidad. Profesionalizándose, y seguir como lo es ZETA, la última palabra, bien escrita, justa, creíble y con sustentaciones.
Feliz aniversario a todos los que están y los que no, en este 36 ‘cumple’. A la Señora Adela Navarro Bello, por su valor, al estar al timón de este semanario, que sigue adelante y los lectores lo hemos llevado al mejoramiento y al 36 aniversario.
Llevar la verdad a quien la exige cuesta y ZETA lo ha cumplido. Faltan metas, pero el tiempo las irá pintando y ZETA llegando a ellas, para el bien de un pueblo bien informado. Un pueblo bien informado es una sociedad libre. Felicidades, ZETA.
Leopoldo Durán Ramírez
Tijuana, B. C.