En el auditorio municipal vacío, el hijo del ex candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta –asesinado en la colonia Lomas Taurinas en Tijuana el 23 de marzo de 1994–, dio, el viernes 4 de marzo, una conferencia de corte motivacional titulada “La Esperanza de un Mexicano”.
Y ante la ausencia de los cuadros importantes del partido que llevó a su padre a la candidatura y posterior a su asesinato, Luis Donaldo Colosio Riojas, destacó la importancia de conseguir un cambio “drástico de actitud”.
La presencia de miembros distinguidos del PRI fue mínima y más en comparación con la de los militantes del Partido Acción Nacional (PAN), presente por ejemplo, el dirigente panista, Raúl Felipe Luévano, así como el virtual candidato a la Presidencia Municipal de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, además de un grupo importante de miembros de los grupos juveniles del PAN.
Cada persona que asistió a la conferencia de Colosio júnior tuvo que despedirse de mil pesos, ése fue el costo de entrada, 50 pesos más por “servicio” si es que a los invitados se les apetecía alguna bebida.
Colosio Riojas aseguró que los partidos políticos “son tan buenos o malos” como las personas que los integran, e hizo referencia al problema de participación de la sociedad mexicana en temas políticos, que se deriva de la escasa confianza “que uno que otro bandido” ha generado entre las mayorías.
A los 22 años del asesinato de su padre, Colosio Rojas declaró que Tijuana no debe ser juzgada por dichos acontecimientos –como si fuera necesario decirlo–, ya que la ciudad no tiene la culpa de lo que ocurrió. Para el también abogado, la principal reforma necesaria para incentivar el desarrollo del país es la del individuo, a través del emprendimiento social: “Lo más importante es reformar al individuo, una sociedad está conformada de mucha gente y para formar ciudadanos distintos debemos maquilar ciudadanos distintos”.