Diputados pedirán cuentas a Emilio Lozoya por la crisis de Petróleos Mexicanos. La empresa está en quiebra y el gobierno es el responsable, advierte el economista Roberto Valero
El deterioro de Petróleos Mexicanos (PEMEX) es un caos anunciado, sin embargo, en vez de atender el problema, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se dedicó a presumir la Reforma Energética, y ahora simple y sencillamente pone un mal remedio a la situación con la renuncia de Emilio Lozoya, quien además se va sin ser investigado por su deficiente proceder como titular de la dependencia que está al borde de la quiebra.
Cuando Enrique Peña Nieto asumió la presidencia en 2012, el precio del West Texas International era de 94.17 dólares por barril, en tanto que el Brent se cotizaba en 111.55 dólares. Para el 2 de marzo de 2016, los precios son de 35.34 y 32.93 dólares por barril, respectivamente.
El economista Rubén Roa explica a ZETA que la marcada tendencia a la baja se venía dando años atrás y hubo una falta de previsión de las autoridades para aminorar los impactos perniciosos de una sobreoferta.
Ante tal situación esta semana el Partido Acción Nacional pidió la comparecencia del ex titular Emilio Lozoya para que rinda cuentas sobre la situación por la que pasa la empresa, consecuencia de la caída en los precios del petróleo y donde no tomaron las medidas necesarias, antes de poner en marcha la Reforma Energética.
La diputada María Eloísa Talavera recordó que si bien la dependencia anunció una serie de medidas correctivas por un monto de 100 mil millones de pesos, ésta es una solución al vapor que llega tarde y resulta insuficiente para que la empresa se levante y siga siendo el detonador del desarrollo económico de México.
“El PAN insiste en que venga a comparecencia en la Cámara no sólo el actual titular para que explique los recortes, sino también uno de los responsables de que se encuentre en quiebra, y es Emilio Lozoya Austin, en parte porque sabía que el precio del petróleo iba a la baja y no tomó medidas preventivas Si no compareciera, vamos a tomar las medidas legales correspondientes”, advirtió.
Desde su nacimiento, la paraestatal ha sido la columna vertebral de las finanzas públicas y ha aportado más de una tercera parte de la recaudación fiscal, (31 y 38 por ciento en los últimos siete años). Mientras que la contribución al Producto Interno Bruto (PIB) de los ingresos petroleros, se ha ubicado entre el 8.7 y el 7.4% en igual periodo.
Pese a la inminente debacle en su discurso mediático, Peña Nieto ha insistido una y otra vez que las Reformas Estructurales han traído beneficios a los mexicanos, visión que no comparten los contribuyentes que cargan con una Reforma Hacendaria impositiva. Y una Reforma Energética que nació fallida, pues no logró hacer más eficiente a PEMEX, además de que no ha bajado el costo de los combustibles como lo ha publicitado desde su llegada, aun con todo y el anuncio de que se libera la importación de gasolinas.
EL RECORTE
La caída de los precios en el petróleo, una mala administración, una nómina obesa, altos pagos de pensiones, la paridad peso-dólar que ha elevado la deuda que la petrolera y una respuesta tardía, han hecho crisis.
El lunes 29 de febrero, el recién nombrado director de PEMEX, José Antonio González Anaya, anunció el recorte presupuestal de 100 mil millones de pesos, lo que generará una reducción de 100 mil barriles diarios de producción, con lo que la producción promedio quedaría en 2 mil 130 millones de barriles diarios.
“Tener una producción de más de 2 millones de barriles diarios aún rentable a 25 dólares por barril es una cosa realmente loable. No hay muchas petroleras en el mundo que tengan esta cualidad”, apuntó Anaya.
El tijeretazo se aplicará tres áreas: reducción de costos y aumento de eficiencias por 28.9 mil millones de pesos; replanteamiento de inversiones, 64.9 mil millones; y ajuste al gasto de operación e inversión, 6.2 mil millones de pesos.
El empleado federal reconoció que PEMEX “enfrenta problemas de liquidez y financieros en el corto plazo, pero es una empresa solvente”.
En tanto en el área corporativa, se generarán ahorros en torno de un programa de ajuste relacionado con medidas de austeridad (gastos generales, viáticos).
DIRECTO A LA QUIEBRA
La situación por la que atraviesa Petróleos Mexicanos es resultado de una mala administración. De entrada tiene 150 mil empleados, a los que se suman 40 mil jubilados, y un adeudo a proveedores por 20 mil millones de dólares.
Para el economista Roberto Valero Berrospe la empresa está pagando los excesos del gobierno, pues desde 1980, cuando hubo un boom en la producción de petróleo en el país, el gobierno se olvidó de diversificar la actividad económica y se fue sobre el petróleo.
“Vinieron algunas bonanzas como la que le tocó a (Vicente) Fox con precios altos en el barril y, lejos de tener reserva para tiempos difíciles, siguieron gastando, aumentando los impuestos a PEMEX y pensaron que el petróleo era infinito”.
Agregó que en los próximos dos años el Gobierno Federal deberá olvidarse de la empresa porque los precios van a rondar los 25 dólares y no habrá más recursos para subsista, pues ese monto por barril no la hace rentable.
“Sin embargo, con la famosa Reforma Energética va a entrar tarde que temprano a salvar la empresa. Va a ser la única manera de sacarla adelante. Hay plataformas petroleras viejas, nunca les invirtieron. Y ahora quieren culpar del problema a la situación que priva al exterior, pero el gobierno se encargó de quebrar a la empresa”, expuso.
DEBE MÁS DE LO QUE TIENE
La investigadora del Departamento de Estudios Urbanos y Medio Ambiente del Colegio de la Frontera Norte, Gabriela Muñoz Meléndez, expresó que si el corporativo fuese una empresa que no estuviera asociada al gobierno estaría en quiebra, ya que los pasivos son más grandes que los activos, incluyendo su patrimonio.
Externó que una de las justificaciones de la Reforma Energética, era el retroceso del sector energético del país, sin embargo, aun cuando se le dio el visto bueno, la producción siguió en declive. En 2015 se ubicó en 2.2 millones de barriles, mientras que en 2014 era de 3.4 millones de barriles.
Muñoz agregó que uno de los tres pozos más grandes en el país, Cantarell, está por terminar su producción y seguirá en picada, además del fuerte rezago tecnológico en la infraestructura que presenta la infraestructura petrolera.
“En 2010 los oleoductos y poliductos eran mayores de 25 y 30 años de edad. El 50 por ciento estaban saturados, además del régimen fiscal donde hacienda jamás ha sacado las manos de esa bolsa”.
Por otro lado, indicó que si bien no se puede decir que la Reforma Energética ha fracasado, se puede afirmar que no fue ni va a ser lo que se prometió, ya que no se ha visto ningún beneficio en el bolsillo de los mexicanos.
Enfatizó que sí se requerían las reformas a través de la inversión privada, pero el Gobierno Federal no definió hasta qué punto y cómo; de ahí el desencanto de las primeras rondas para atraer inversión en el sector.
EL ORIGEN DE LA PARAESTATAL
PEMEX nace en 1938 a partir de la expropiación de 17 empresas inglesas y estadounidenses, por el Presidente Lázaro Cárdenas, derivado de un conflicto laboral con esas compañías.
En 1974, fue uno de los exportadores más importantes de crudo debido a los descubrimientos y explotación del yacimiento de Cantarell, en la Sonda de Campeche, cuyas reservas alcanzaron los 40 mil 194 millones de barriles, pero hoy la bonanza terminó.
El empresario Juan Manuel Hernández Niebla expuso que la compañía es una gran interrogante porque no se sabe qué va a hacer el Gobierno Federal con ella.
Recordó que en repetidas ocasiones el Presidente ha declarado que el combustible será más barato, una vez que inicien la importación del mismo, pero con dicha situación el gobierno no saldrá perdiendo ingresos, pues es más viable que se pague el impuesto correspondiente a entrar en problemas de producción y refinería del producto.
“Difícilmente bajarán los costos por el esquema de los impuestos. Si los precios llegaran a repuntar correríamos el riesgo de pagar todavía una gasolina más cara de la que estamos pagando ahorita. El consumidor no va a ver un beneficio en el precio de gasolina. La Reforma Energética llegó tarde”, finalizó Hernández.
LA COMPRA DE GASOLINA
El corporativo petrolero adquiere la gasolina y le agrega un margen de utilidad, que incluye flete, costos de manejo, merma y transporte, a lo que se suma el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS): 4.16 pesos por litro de Magna, 3.52 pesos para Premium y 4.58 pesos el Diésel; además del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA), del 16%.
Los mexicanos pagan 13.16 pesos por litro para la Magna, 13.95 la Premium, y 13.77 pesos en Diésel, según lo estipulado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el presente año.
Se espera que con la apertura en permisos de importación, anunciada para el primero de abril por la Presidencia, las compañías privadas tengan menores costos administrativos para traer el combustible barato desde la Unión Americana y bajarlo hasta 2.5 dólares por galón, 12.50 pesos por litro.
Hay que recordar que los costos al público estarán controlados hasta enero de 2018, cuando se levante la última restricción prevista en la Reforma Energética.
El titular de la Asociación de Propietarios de Estaciones de Gasolina en Tijuana (APEGT), Alejandro Borja, argumentó que al sector le extrañó la forma en que se adelantó el tema de la liberación de las gasolinas, aunque en la Reforma Energética estaba prevista dicha situación.
Concluyó que por el momento seguirán teniendo como proveedor a PEMEX: “Algunos compañeros no están descartado que va a seguir y será el principal proveedor. Pero el Gobierno Federal está creando una falsa expectativa en la gente cuando habla de bajar el precio de la gasolina”.