Más de 3 millones de personas salieron ayer a las calles de todo Brasil para exigir la destitución de la Presidenta Dilma Rousseff, acusada de corrupción.
Los protestantes abarrotaron las calles de unas 438 ciudades brasileñas, entre ellas Sao Paulo y Río de Janeiro, epicentro de las manifestaciones, con al menos 500 mil personas en cada una.
Los manifestantes lanzaron consignas contra la Presidenta Dilma Rousseff y el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, por la crisis económica y la corrupción en la petrolera Petrobras.
Las fuerzas de oposición dijeron quen según sus cálculos, se movilizaron unas seis millones de personas, pero las estimaciones oficiales e independientes estiman las cifras en tres millones.
Con gritos de “¡Fuera Dilma!” y “¡Lula a prisión!”, los habitantes se manifestaron por el caso de sobornos de la paraestatal Petrobras, de acuerdo con la cadena O Globo.
La cifra de asistencia superó en 164 por ciento a la de hace un año, cuando protestaron 1.7 millones. Ante estas protestas, los analistas económicos alertaron de una “crisis sistémica” en Brasil.
Dilma Vana da Silva Rousseff es presidenta de Brasil desde el 1 de enero de 2011, cuando sucedió a Lula da Silva.