Dichoz y Hechoz
El jueves 3 de marzo, Ricardo Magaña Mosqueda, aún secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Estado, recibió una llamada telefónica de la oficial mayor, Loreto Quintero. La funcionara le explicó: “El Distrito XI de Tijuana será para una candidata mujer. Te aviso para que le digas al ‘Fufo’ (Arnulfo Guerrero, pretenso a ese distrito, apoyado por Magaña)”. Para pronto Ricardo reviró a Loreto: “Pues ahí está mi hija”. La oficial mayor: “No, Ricardo, ese distrito es para una mujer y es para Iraís Vázquez”. Y en frío -palabras más, palabras menos- le completó: “¿Sabes, Ricardo? Te ocupamos en el partido, presenta tu renuncia”. Y así, de sopetón, el “Fufo” se quedó sin candidatura, lo mismo que la hija de Magaña, mientras éste hubo de abandonar la Secretaría. En los días posteriores, el gobernador Francisco Vega no le quiso responder la llamada. Con la orden de Loreto Quintero, todo había terminado. Ahora con calzador y para justificar su salida, Magaña insiste en que le den una diputación, y además de lista.