Siento que ya no hay raíces,
solo cicatrices en mi corazón,
voy caminado y sonriendo,
cantando y oyendo canciones de amor.
Cantan silbando los vientos,
los vientos que pasan a mi alrededor,
cantan los verdes follajes
frente a los paisajes de la inspiración.
Hermosas aves que ríen
cantan a las flores
y el cielo entero se viste
de bellos colores.
Todo es soledad en mi alma,
ha llegado el fin,
el fin que acaba la calma
y hace a las criaturas de nuevo existir.
Vuelvo sobre un mundo abajo,
ya no hay ilusiones ni esperanzas bellas,
todo mi ser es feliz, voy caminado al cielo,
junto a las estrellas.
José Miguel Ángel Hernández Villanueva