Marcos Conde Hernández, delegado de la policía estatal veracruzana, detenido el 17 de enero de 2016 por su presunta –y confesa- participación en la desaparición forzada de 5 jóvenes en Tierra Blanca, Veracruz, el 11 de enero, habría sido contratado por la Secretaría de Seguridad Pública del estado a pesar de contar con antecedentes penales.
Conde Hernández habría estado preso por una omisión grave en el penal de Villa Aldama, Veracruz, siendo liberado por causas desconocidas, previo a su integración a la Secretaría.
De los 8 ex elementos de la policía estatal al mando de Arturo Bermúdez Zurita, 5 contaban con orden de aprehensión desde 1999, según la investigación ministerial FGE/FIM/IM/01/2016.
Además, la Fiscalía veracruzana habría dado a conocer poco después de efectuada la detención de los elementos involucrados, que 4 de ellos no habían pasado los exámenes de control y confianza, entre ellos Conde Hernández.
En 1999, Conde Hernández fue detenido por abuso de autoridad en la causa penal 35/1999. Dado de baja de la entonces policía intermunicipal Veracruz-Boca del Río, fue reapresado en posesión de un arma calibre .40, delito grave según la Ley Federal de Armas.
Actualmente, enfrenta dos órdenes de aprehensión de la fiscalía estatal y una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) por presuntos nexos con el Cartel Jalisco Nueva Generación.
Sobre el resto de los ex elementos policiacos detenidos Édgar Omar Ruíz Tecalco enfrenta acusaciones por tráfico de drogas y homicidio; Omar Cruz Santos había sido detenido con anterioridad por el delito de abuso de autoridad; Edgar Ramón Reyes Hermida cuenta con antecedentes por fraude y; por último, Rubén Pérez Andrade es señalado en la causa penal 88/2007 como probable responsable del delito de abuso de autoridad.