En cada pedazo de letra existen trozos de mí esperando decir te amo. En cada contemplada existe un suspiro al viento, pues aunque aún te sueño no hay aún un destino para un poema entristecido.
Mis tristezas salen como huellas regadas por la calle, como olvidos que se van desgastando con el tiempo, son hojas arrastradas por el aire que presencian las noches solitarias y serenas. Son tristezas y vivencias en forma de escritos que muchos podrán quizá no entender. Palabras que me arranco de la piel, que salen desde lo más profundo de mi ser, que he ido regando de paso en paso por el tiempo, hasta llegar el día en que te pueda conocer.
Roberto Carlos Domínguez Ramírez
Tijuana, B. C.