¡Escúchenme, compañeros!,
son mis versos muy escuetos,
pero a mi Bandera quiero
ofrecerle mis respetos.
En lo alto de mi hogar
instaló mi padre la bandera,
yo la miraba ondear,
¡primorosa cual primera!
A esta insignia la recuerdo
por su gran significado,
en sus colores le encuadro
una señal, con recado.
El color verde refleja
la belleza de los campos,
pero el blanco se asemeja,
¡la esperanza por encanto!
Para que el verde sea vida
el blanco no se me olvida
por ser pureza viva,
¡aunque escarlata le siga!
Escarlata es la sangre y sobra
de los Mártires caídos,
pues la historia les recrea en su obra,
de honor, a sus dolidos.
El centro le fue adornado
como el águila en el peso,
un mandatario robado,
¡los ceros de contrapeso!
Me alegra, se haya espinado
al ver que lo mandó plasmar
al águila en el nopal,
¡la serpiente lo ha enredado!
El águila es poder voraz
y la serpiente, el siguiente:
¡que se atreve a protestar!
contra la injusticia hiriente.
¡Lábaro patrio glorioso!,
de los héroes, su estandarte,
de este mundo, el más hermoso,
del mexicano: obra de arte.
Se ha erigido entre naciones
un concurso de banderas,
¡primer lugar, qué emociones!,
por su diseño y emblemas.
Solo algunas religiones
no le expresaban saludo,
luego de algunas sesiones:
¡les pasó lo testarudo!
Es compañera incansable
de atletas en olimpiadas,
el deportista le cumple,
en el box, o en las espadas.
En vitrina de la escuela
o en un niño acuartelado,
el maestro la venera
¡y la respeta el soldado!
Los más loables pensamientos
nos inspira nuestra insignia,
tricolor son sus cimientos
¡en su escudo, las consignas!
Desde niño me enseñaron
a respetar mi bandera,
pero nunca me obligaron,
¡mi convicción fue primera!
Su juramento es un himno
por sus frases enjundiosas,
demostremos al alumno
significado en sus prosas.
Nuestros hijos sean testigos
del respeto que profesan
limitando a sus amigos,
¡honrándola en las escuelas!
Nos estamos preparando
por ejemplo de los héroes,
¡unidos, no separados!,
¡bien grabado en nuestros seres!
De mi sueño al despertar
solo puedo imaginar
a mi bandera en altar
de Guerrero y reforzar.
Las pláticas por la paz
de mi México querido
de este mundo, el antifaz,
¡sin olvidar al caído!
Joel Vizcaíno Parra
Tijuana, B. C.
