En una acción conjunta y ante el entorno internacional de volatilidad, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se vio obligada a generar un ajuste provisorio al gasto público en 2016 por un monto de132 mil 300 millones de pesos, lo que equivale al 0.7% del Producto Interno Bruto (PIB). En tanto que el Banco de México aumentó medio punto porcentual la tasa de interés.
Pero los recortes no van a parar ahí. Hace unos días el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, dijo en una entrevista telefónica que habrá “inevitablemente” un recorte en el gasto público en 2017, si los precios del petróleo siguen a la baja.
Ante tal escenario, la Cámara de Diputados externó que con el ajuste al presente año se reconoce el fracaso de la Reforma Energética impulsada y aprobada por la administración de Enrique Peña Nieto.
“Hoy requeriría que se hiciera una nueva reforma, porque la Reforma Energética de 2013 no vino sino a empeorar la situación energética y de los ingresos para el país”, afirmó el presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva.
Por su parte, el economista Jorge Fonseca estimó que las acciones del Gobierno Federal van en sentido adecuado, pero se trata de poco dinero y la decisión se tomó tarde.
“Se prendió una lucecita al final del túnel, pero las tuvieron que haber tomado desde que el tipo de cambio se les fue de las manos en noviembre del año pasado. Vi muy poca formalidad en torno a lo que hicieron, no presentaron un plan de austeridad que diga en qué van a reducir gasto, ni cuánto, porque es muy peligroso si los vas a querer dirigir a educación, salud, seguridad; tiene que ir encaminado al gasto corriente; ahí está la obesidad en el presupuesto.
Según Fonseca, cuando menos el Gobierno Federal hizo una de las tres cosas que debía, por ejemplo, ajustar la tasa de interés, lo cual nos sitúa en nivel de competencia por los capitales de Estados Unidos, y si ellos la suben, México lo debe hacer otra vez.
“Generar un plan real de austeridad. El recorte en presupuesto no puede ser por una ocurrencia, debe ser acompañado de un plan de austeridad, en dónde, cuánto tiempo y qué programas, o ver la forma de hacerlos más eficientes para que se puedan llevar a cabo y lleguen a buen puerto”, afirmó.
La tercera es hacer una contrarreforma fiscal. Es necesario revisar dicho apartado, para ver en qué se basaron para la tasa del impuesto en 16% en todo el país, cuando están reconociendo que hay necesidad de establecer Zonas Económicas Especiales, anotó el académico.
