Lo más incómodo de los distintos hechos en que policías municipales han tratado de impedir el cumplimiento de su trabajo, es que éstos, en varias ocasiones le han dicho que siguen órdenes de Alejandro Lares, secretario de Seguridad Pública Municipal, explica Alfonso Margarito Martínez Esquivel, fotoperiodista en Tijuana.
Margarito, como es conocido entre los trabajadores de los medios de comunicación y las autoridades –sobre todo de seguridad pública–, se dedica a fotografiar y recabar datos principalmente en hechos violentos; homicidios, lesionados con arma, accidentes. El trabajo del fotógrafo es publicado en distintos medios de la ciudad.
El miércoles 27 de enero, alrededor de las 10:30 de la mañana, recibió el reporte de un cuerpo sin vida en la calle Las Palmeras de la colonia Amparo Sánchez, dentro de la delegación Sánchez Taboada. Hasta ahí se trasladó, incluso siguiendo a policías municipales que le marcaron el camino.
“Me dijeron, ‘es ahí arribita de la loma, subes y ahí está’. Se retiraron y me estacioné. Caminé al cerro 20 metros. Estaba Periciales, Ministerio público y la patrulla P-0652. Allí empecé a tomar fotos. Tenía 5 minutos en el lugar y se acercó un policía a preguntarme si ya había tomado fotos. Le dije que sí. Y me dijo: ‘Entonces ya te puedes retirar’”.
El área –Margarito cree preciso detallar– no estaba acordonada, y él con su cámara desde un principio se ubicó a unos 100 metros del muerto. No interfirió en el trabajo de Periciales o del Ministerio público.
Le explicó al policía que le faltaba ver la escena, identificar detalles, “no solo es tomar la foto”, explicó. El policía le pidió otra vez que se retirara, que tomara fotos “de allá abajo (de la loma)”.
Luego, el uniformado lo amenazó. Le dijo que de no seguir sus instrucciones –retirarse del lugar– lo arrestaría por desacato, y la explicación de Margarito, quien le dijo que su derecho era documentar el evento, no sirvió.
“Al ver la cerrazón o negativa, opté por retirarme, pero antes le dije que eso lo tenía que saber Comunicación social de Seguridad Pública, y me contestó: ‘Bueno, pues adelante, haga lo que considere’. Ya no le dije nada, me retiré, pero al siguiente día hice lo procedente”.
Por los hechos, en la Sindicatura Procuradora del Ayuntamiento de Tijuana se abrió la queja Q-064 el jueves 28 de enero, contra el uniformado que no ha sido identificado y contra Alejandro Lares Valladares, secretario de Seguridad Pública, misma que a la fecha no ha tenido avance.
Margarito agrega que no es la primera vez que municipales tratan de boicotear su trabajo, que sucedió el año pasado en distintos hechos, y cuando pidió audiencia con el secretario, le fue negada.
“El año pasado me tocaron tres eventos, (los municipales) me echaban la luz de la lámpara para que no salieran las imágenes, atraviesan las unidades, me mandan a que me vaya más para atrás”.
La versión del secretario Alejandro Lares respecto a los dichos de sus agentes a Martínez, fue solicitada por este semanario, pero hasta el cierre de edición no hubo respuesta.
