Se está poniendo de moda
en México, mi nación;
para desviar la atención
a temas que no incomodan.
Programas de no sé quién
para ayudar al jodido,
el que siempre está sumido
por los siglos, siglos amén.
Ya sabemos de antemano,
nos acosa la indigencia,
regalo de la indecencia
que califica a mi hermano.
Hermano que ha prometido
desde que se hizo Gobierno
no agresivo sino tierno
auxiliando al desvalido.
Y ahí tienes, hermano mío,
nadie brinca in huarache,
no esperes que te apapache,
será el Gobierno más frío.
Nos llenan de teletones,
la radio y televisión,
que mandemos provisión
a toditos los rincones.
Pues una vieja enojada
se cobró sin compasión
en forma de gran ciclón
dejó a mi tierra arrasada.
No quiero seguir sufriendo
la violencia familiar,
su venganza han de probar,
por algo lo está diciendo.
Otro día agarro valor,
no hay plazo que no se llegue,
que empieza llueve que llueve
llenándonos de terror.
Después que arrasó con todo
se tomó solaz momento,
festejando aquel descuento
que por fin se había anotado.
Y ese mal trajo bonanza,
nos mandaron alimentos,
abrigo y otros sustentos
que nos llenaron la panza.
Venía gritando “Es el fin”,
por la costa michoacana,
soplando peor que Santa Ana
su hermano el de San Joaquín.
Y se viene el Teletón,
para mandarles comida
a esa gente tan sufrida,
que provocó este ciclón.
Y ahí viene otra distracción,
el pobre perro sin dueño,
callejero y pedigüeño
que muere de inanición.
Y ese pueblo mexicano
consciente de este problema
del Croquetón hace lema
dándole al perro la mano.
Animal que siempre es fiel
se trate bien o a patadas
en días y noches hambreadas,
el hombre no es como él.
Felicidades a quien
por gesto tan bondadoso,
llenémonos pues de gozo
por haber gente de bien.
Y vuelve a responder la gente
promoviendo el ‘cobertón’,
recabando un gran montón
para la gente indigente.
Ese ser que por la calle
mendiga comida y techo
recorre de trecho en trecho
queriendo que su hambre acalle.
Y ahí te viene otro programa,
el del versátil condón,
lo ofrecen sin condición
al niño en edad temprana.
Él es como preventivo
a enfermedades venéreas,
malignas y duraderas,
que al rato acaban contigo.
Las niñas serán protegidas
contra el papiloma humano,
que siempre va de la mano
del cáncer cobrando vidas.
“Cada loco con su tema”,
yo sigo esperando a mi hijo,
perdido sin rumbo fijo,
para mí no hay peor condena.
Como padre yo quisiera
saber dónde está mi hijo,
si era bueno o era canijo,
no merece se perdiera.
No me importa a mí los perros,
me importa mi chaval,
me dicen que lo tiraron
en medio de un lodazal.
Qué pasó en ese guerrero,
¿lo sabremos algún día?,
quién o a quién ordenaría
mandarlos al matadero.
Alberto Torres B.
Tijuana, B. C.
