De pie, ataviada en un vestido rojo, la afamada cantante británica, Adele subió al escenario de los Grammy para interpretar “All i ask”, compuesta entre ella y Bruno Mars, acompañada por un piano de cola, e iluminada por un lámpara tele-dirigida.
Aunque Adele no compite en la edición 58 de los premios Grammy, logró su oportunidad de promocionar su tercer álbum “25”, cuyas ventas superar los 8 millones de copias tan solo en Estados Unidos.
Cabe destacar que el disco en cuestión podría ser elegible en la competencia del Grammy en 2017, mientras tanto, la británica pudo anotarse un logro al formar parte de la ceremonia, misma en que Alabama Shakes superó a Foo Fighters, Elle King, Wolf Alice, y Florence, y obtiene el gramófono en la categoría a “Mejor actuación de rock”, por la interpretación de “Don’t wanna fight”,