(EDICIÓN IMPRESA) ¿Y…? La recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera no cambia el panorama de los cárteles de la droga en México. El de Sinaloa sigue empoderado con los aliados del preso por tercera ocasión, a quienes el gobierno de Enrique Peña Nieto no ha perseguido, ni asegurado, ni procesado. Prófugos, en la impunidad, lideran -con o sin Guzmán- el cártel más poderoso del país. En efecto, Guzmán Loera ha estado preso en tres ocasiones, sin que esto merme su poder criminal. Lo único que ha cambiado en ese tiempo es el nombre de la esposa en turno del traficante, y la fisonomía del capo que ha sometido su rostro a una serie de cirugías. Primero estuvo encerrado ocho años, del 24 de mayo de 1993 al 19 de enero de 2001, después un año y cinco meses, del 22 de febrero de 2014 al 11 de julio de 2015; a partir del 8 de enero de 2016 el narcotraficante sinaloense se encuentra de nuevo tras las rejas y en el mundo delictivo todo sigue funcionando de la misma forma en la producción de droga en nuestro país o el trasiego de droga de Centroamérica hacia México, y de este país hacia los Estados Unidos. Nada ha variado con las ausencias de “El Chapo”. Ni grandes balaceras, ni violentos intentos de rescate, o ataques a las autoridades. Todas sus esposas, familiares y compadres cercanos siguen recibiendo mensualmente entre 2 y 3 millones de pesos, producto de la venta de droga -conforme a declaraciones de Carlos Hoo Ramírez “El Cóndor”- para vivir cómodamente. Los hijos del traficante que participan en el control de trasiego de droga continúan disfrutando de la bonita libertad. A Jesús Alfredo Guzmán Salazar “El Alfredillo” la Corte Federal de Distrito Norte en Chicago, Illinois, lo acusó de las mismas actividades que a su padre, pero no ha pasado nada. Como mecanismo para ampliar rutas y mercados de droga, persiste el asesinato que ha crecido en número, investigaciones realizadas por ZETA revelaron que en los primeros 32 meses del gobierno de Enrique Peña se cometieron 57 mil 410 homicidios violentos, solo en Guerrero 50 personas fueron ejecutadas en los primeros ocho días de 2016. Además están los secuestros, esta misma semana 17 ciudadanos de Arcelia, Guerrero, fueron privados de la libertad en una boda ( 15 habían sido liberados para cuando esta nota se publicó en internet), y un comando se llevó a cinco maestros, uno apareció asesinado. Arquitectos, ingenieros y topógrafos no han detenido la construcción de túneles a lo largo de la frontera con Estados Unidos. “Desde la década de 1990, más de 165 narcotúneles han sido descubiertos en la frontera entre México y Estados Unidos. De éstos, 80 fueron detectados entre 2006 y julio de 2015” informó a este Semanario la vocera de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), Lauren Mack (ZETA edición 2155). En Tijuana, el más reciente se detectó en septiembre de 2015. También el consumo de enervantes “se mantiene constante”, de acuerdo al Informe Mundial sobre las Drogas 2015 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito -UNODC-. La estimación es que 246 millones de personas han consumido droga en algún momento, y “unos 27 millones de personas son consumidores problemáticos de drogas”. Respecto al tráfico de armas, a principios de semana la agencia Reuters dio a conocer un fragmento del “borrador de reporte de la Oficina de Cuentas del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés)”, en el que se indicaba: “Los esfuerzos para frenar el tráfico de armas de fuego entre Estados Unidos y México se redujeron después de que el gobierno del Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto (desde finales del año 2012), replanteó la cooperación bilateral en materia de seguridad”. ¿Y…? “El Chapo” confirma lo evidente De la riqueza y actividad criminal -intocable-, Guzmán Loera habló con Sean Penn, quien escribió en la revista Rolling Stone que su entrevistado le dijo: “I supply more heroin, methamphetamine, cocaine and marijuana than anybody else in the world. I have a fleet of submarines, airplanes, trucks and boats”. “Yo proveo más heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana que nadie en el mundo. Tengo una flota de submarinos, aviones, camiones y barcos”, eso fue lo que leyeron los consumidores de la publicación a partir del sábado 9 de enero, porque salió justo un día después de la captura del capo. Para el jueves 14 de enero, su abogado Pablo Badillo declaró ante la prensa de esa frase publicada por Penn: “Es una soberana mentira…una falsedad”, y recalcó que su cliente jamás dijo algo así, pese a que en los presuntos mensajes intercambiados entre la actriz Kate del Castillo y Guzmán, hechos públicos por Milenio, la conversación da a entender que “El Chapo” leyó y aprobó el contenido de la entrevista antes de ser publicada. En la video-entrevista que acompaño el texto del actor norteamericano, y cuyos derechos están reservados para él y la actriz mexicana Kate del Castillo, también habló de la ausencia de impacto que tenía su presencia o ausencia en el mundo de las drogas, lo hizo entre el minuto 04:50 y el minuto 05:31.Detrás de la cámara un hombre preguntó: — ¿Usted cree que sea cierto que usted sea el culpable de que hay tanta drogadicción, que haya tanto (inaudible) en el mundo? “No, eso es falso porque el día que yo no exista no va a mermar lo que es nada, este… el tráfico de droga, eso es falso”. — Cuando usted no ha estado libre, que ha pasado algunos años detenido, ¿usted vio que se bajara o que se subiera la actividad? “Pues para lo que yo veo y sé, es que todo sigue igual, no ha mermado, no ha subido”. ¿Y…? El narco-capital intacto Tampoco se ha detenido el trasiego, en la semana de la captura de “El Chapo” la prensa nacional se dio espacio para dar cuenta de dos decomisos de 444 y 725 kilos de marihuana en Ciudad Juárez, otros 130 kilos en Tijuana a una pareja y 336 kilos de la hierba en Mérida En ninguna de sus capturas “El Chapo” ha proporcionado información respecto a los políticos y funcionarios públicos que lo han apoyado a cambio de dinero. Así que su red de protección permanece. La corrupción e impunidad que gira a su alrededor sigue intacta. Además, las 300 empresas y 200 operadores -números hechos públicos por el Departamento del Tesoro de Estado Unidos- que lavan el dinero que el sinaloense obtiene traficando drogas permanecen funcionando. El 11 de enero de 2016, el secretario de Hacienda Luis Videgaray anunció que finalmente la Unidad de Inteligencia Financiera del Servicio de Administración Tributaria (SAT), en conjunto con la Procuraduría General de la República (PGR), “…trabajan para dar seguimiento a los bienes que pudieran estar ligados con las actividades de Joaquín Guzmán, alías 'El Chapo'” Cinco meses atrás, el 30 de julio de 2015, ya se le había adelantado Andrea Gacki, entonces subdirectora interina de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, al anunciar que iban por los recursos financieros de Guzmán. “Claro que tenemos que mantener la presión ahora que ‘El Chapo’ está fuera para dirigirnos a cualquier red de apoyo que esté usando y que no esté en nuestra lista”, expuso. Sin embargo, el antecedente no resulta prometedor, si se considera que en el caso de Vicente Zambada, uno de los miembros más prominentes del Cártel de Sinaloa, detenido en Estados Unidos, solo le han asegurado un millón 373 mil 415 dólares. También en noviembre los presuntos traficantes y “lavadores de dinero” Guadalupe Fernández Valencia y Jorge Mario Valenzuela Verdugo, fueron acusados por Estados Unidos como socios delictivos de Guzmán y el Departamento del Tesoro anunció: “Se le confiscarán a estos individuos sus bienes y se les congelarán cuentas bancarias”, pero siguen en libertad. En México, el último informe público de bienes asegurado hecho por la PGR corresponde a los primeros cinco años del gobierno de Felipe Calderón, en los que se dio a conocer que habían decomisado 580 millones de pesos y 930 millones de dólares al crimen organizado Respectos al presente sexenio, apenas en noviembre de 2015 el Instituto de Transparencia ordenó a la PGR responder respecto a una solicitud de la lista de bienes asegurados a “El Chapo” Guzmán y su valor, pero los datos aún no se han hecho públicos. La factible diferencia: extradición Lo que parece puede ser distinto en esta tercera captura de Guzmán Loera es la posible extradición, sin embargo, los acuerdos logrados por anteriores jefes de cárteles no muestran que el hombre acusado de tráfico y homicidios vaya a tener un castigo ejemplar. De hecho, una marcada prioridad en los juicios en Cortes de Estados Unidos contra capos mexicanos ha sido confiscarles millones de dólares y convertirlos en testigos cooperadores para fincar cargos contra otros traficantes y autoridades corruptas. Por ejemplo, a Benjamín Arellano Félix, líder máximo del Cártel Arellano, señalado como la cabeza de “un reinado de muerte, tortura y corrupción”, y responsable de cientos de muertes y el movimiento de toneladas de droga, negoció y obtuvo una sentencia de solo 25 años de presión y, claro, una multa de 100 millones de dólares. A su hermano y coacusado, Eduardo, lo sentenciaron a 15 años de cárcel y el pago de 50 millones de dólares. Francisco Javier, el menor de los Arellano, “colaboró con la justicia” y en 2015 cambiaron la sentencia dictada en 2007, el pago de 50 millones de dólares se quedó, obviamente, pero de una cadena perpetua, le redujeron a 25 años. Osiel Cárdenas Guillén, cabeza del Cártel del Golfo también recibió un trato provechoso, pagó 50 millones de pesos y quedará libre dentro de 15 años, al cumplir 61, justo la edad que actualmente tiene “El Chapo”. Así resulta que estos capos que generaron ganancias de entre 20 y 40 mil millones de dólares al año (datos proporcionados por la PGR a finales de 2012) salen librados, abonando un pequeño porcentaje de sus ganancias al gobierno de Estados Unidos. Y pasarán menos tiempo presos del que vivieron traficando drogas. Los herederos y células En cuanto a la gente de confianza de Guzmán Loera las cosas siguen sin cambiar desde su segunda captura. Los representantes de sus intereses en la operatividad del cártel son sus dos hijos mayores metidos a narcotraficantes hace más de seis años, de acuerdo a las acusaciones formales hechas por las cortes de California e Illinois en Estados Unidos, unas en 2009 y otras en 2015. Ambos están acusado de encargarse de llevar de México a Estados Unidos kilos de cocaína y toneladas de marihuana con fines de distribuirla, obtener y recolectar ganancias que “lavan” y transfieren a otros miembros del cártel. Iván Archivaldo Guzmán Salazar. Incluido en dos acusaciones, en la primera se lee que quien encabeza las actividades criminales del grupo es Ismael “El Mayo” Zambada y en segundo lugar aparecen Víctor Manuel Félix Beltrán y Alfonso Limón. Jesús Alfredo Guzmán Salazar. Acompañó a su padre en la entrevista con los actores Sean Penn y Kate del Castillo. Está en las mismos expedientes que su hermano y también pesan en su contra dos alertas del Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitidas en 2012. Y con ellos el compadre de “El Chapo”. Dámaso López Núñez “El Lic”. Abogado y ex funcionario de diversas áreas de seguridad, en 2001 apoyó la fuga de Guzmán de Puente Grande como funcionario penitenciario. Desde 2008 está plenamente identificado como parte importante dentro del organigrama criminal operativo de “El Chapo” en Sinaloa. Desde 2011, la Corte de Virginia en Estados Unidos le fincó cargos por delincuencia organizada y tiene en contra una alerta del Departamento del Tesoro de aquel país a partir de 2013. Como líderes de células en diversas regiones del cártel de “El Chapo” las autoridades tienen identificados a: * Los Cabrera. * José Luis Cabrera Sarabia. * Los Aquiles. * Alfonso y René Arzate García. * José Soto “El Tigre” * Felipe Eduardo Guajardo en Baja California Sur. * Los Salazar en Sonora. * Adán Salazar Zamorano. * Los Memos en Sonora. * Adelmo o Guillermo Niebla. * Los Artistas Asesinos. * Jorge Ernesto Sáenz “El Dream”. Cabecillas sinaloenses Ubicados como los máximos líderes del cártel sinaloense, permanecen inamovibles, sin operativos de búsqueda en su contra, por lo menos visibles: Ismael “El Mayo” Zambada García. Lleva 52 años metido en el mundo del narcotráfico que ha disfrutado con mínimos contratiempos. En abril de 2010 también se publicó una entrevista, pero este mafioso buscó al respetado periodista y escritor Julio Scherer como interlocutor para ofrecer su versión al mundo. Desde 1998 existen órdenes de aprehensión en su contra en México, la más reciente hecha pública es de 2009. A partir de 2003 está solicitada su captura con fines de extradición de parte de Estados Unidos por cargos en Illinois y Nueva York. El Departamento del Tesoro emitió en 2007 y 2010 alertas en su contra. Los cargos en su contra en ambos lados de la frontera son por tráfico de droga, y operación de recursos de procedencia ilícita. Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”. Ex policía federal que recibió una considerable herencia de su padre ganadero, llegó al Cártel de Sinaloa en los años 70 prácticamente como mecenas. El Operativo Cóndor emprendido por autoridades de ambos lados de la frontera quemó un alto porcentaje de los sembradíos de droga de los capos en aquel momento en Sonora y el Triángulo Dorado; Esparragoza les prestó dinero para recuperarse. De los 45 años que lleva metido en la actividad delictiva, siete los pasó preso por tráfico de drogas en un Centro de Readaptación Social del Distrito Federal entre 1986 y 1993. En julio de 2012 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció los activos de este narcotraficante mexicano, los de sus esposas y otros familiares (10 en total) de Esparragoza, incluidos un centro comercial y gasolineras radicadas en Estados Unidos, serían asegurados. De la misma manera, giró una alerta para que ningún residente de Estados Unidos hiciera negocios con él, e informó que una comunidad residencial, un centro comercial y un parque industrial propiedad de sus cuatro hijos y esposas eran financiados con recursos de procedencia ilícita Esta semana la Agencia de Investigación Criminal de la PGR detuvo a Mauricio Sánchez Garza, como resultado de una orden de detención provisional con fines de extradición a Estados Unidos; la acusación es lavar de dinero para Rafael Caro Quintero y “El Azul”. El último operativo público para su captura data del año 2013. Rafael Caro Quintero. Preso desde 1987, liberado vía amparo el 9 de agosto de 2013, actualmente lo buscan para reaprehenderlo. El 16 de enero de 2015 fue declarado culpable del asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena. Enemigos de “El Chapo” Como los cabecillas de los cárteles contrarios tampoco han sido detenidos, la fracción del cártel de Guzmán Loera deberá seguir enfrentado a sus principales detractores, algunos grupos criminales que delinquieron con él pero fueron traicionados, según archivos ministeriales. Fausto Isidro Meza Flores “El Chapo Isidro”. De los Beltrán, sería el mayor de sus presuntos enemigos. Representante del Cártel de los Beltrán Leyva, delinquieron juntos, está enfrentado a Guzmán desde 2008, después que los Beltrán recibieran informes de que éste facilitó información para llevar a sus capturas y el asesinato de miembros de su familia. Compiten en el tráfico de cocaína, marihuana y heroína a Estados Unidos y ejerce un férreo control en la zona de Triángulo Dorado, Guasave y sus alrededores en Sinaloa, además de una extensa área en Baja California Sur. Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”. Cabeza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de acuerdo a los reportes policiacos y periodísticos, operaron junto a “El Chapo” de 2011 a 2013 contra Los Zetas y después se escindieron. Disputan territorio con Sinaloa en Jalisco, Veracruz y Monterrey. Versiones extraoficiales recientes ubican a los hermanos Valencia como el poder tras este cártel. En septiembre de 2015 los analistas de Stratfor, recordaron que en 2010 el Cártel de Sinaloa perdió poder en la zona de Tierra Caliente al enfrentarse Sinaloa a los cárteles -hoy disminuidos- La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios, y el actualmente fortalecido CJNG, representando uno de los principales rivales de los sinaloenses al expandirse en Baja California, Zacatecas, San Luis Potosí y Veracruz, donde cada vez encuentra menos resistencia. Explican que en el escenario más reciente, el futuro del CJNG “será ampliar y consolidar el territorio, y aún atraerá la atención del gobierno mexicano”. Los Zetas. Brazo armado del Cártel del Golfo que se independizó en 2010 y apoyó a los Beltrán Leyva en su combate al Cártel de Sinaloa, así surgieron del lado de Guzmán Loera, los grupos de Matazetas, Milenio y La Resistencia, que después se unieron en el CJNG. Actualmente enfrentados a los sinaloenses por la lucha territorial. Tras la captura del último de sus líderes visibles, Sigfrido Nájera, las autoridades identificaron como cabecillas del mencionado cártel a: Sergio Ricardo Basurto Peña “El Grande”, Román Ricardo Palomo Rincón “El Coyote” y Maxiley Barahona “El Contador”. Respecto a esta célula criminal, la firma Stratfor referenció que Los Zetas ampliaron su territorio que abarca principalmente Nuevo León, Veracruz, Zacatecas y Tabasco, además del Cártel de Sinaloa, que tiene como enemigos a Los Velázquez (Los Talibanes, o Cártel del Golfo). Detallaron que estos delincuentes también fueron detectados en un período de violencia que afectó a Monterrey en 2015 pero las autoridades no pudieron definir si peleaban territorio, o si estaban contratados o aliados con alguna de las otras células criminales, En agosto, los ataques en Veracruz y Tabasco revelaron la creciente fuerza de los rivales de Los Zetas, así como en las regiones que han sido tradicionalmente bastiones para el cártel de Tamaulipas. El crimen desorganizado en el Cártel de Sinaloa A dos meses de la segunda fuga de Guzmán Loera, Stratfor, “empresa privada estadounidense especializada en servicios de inteligencia y espionaje”, publicó un informe que tituló “México: Crimen Desorganizado” en el que ofreció un vistazo a la perspectiva internacional de los efectos de los movimientos de “El Chapo” en la actividad delictiva en México. De inició refirieron que no habría diferencia en el incremento de los niveles de violencia, porque el numeroso Cártel de Sinaloa y sus grupos rivales habían entrado después de 2010 en un proceso de atomización que algunos analistas califican de “desintegración”. Básicamente es el surgimiento de células autónomas que “trabajan-delinquen” para los intereses de cártel sinaloense, pero como contratistas con un alto grado de independencia. Ya no se trata de un monstruo con una cabeza, es un animal de muchas cabezas. Pero además estas cabezas son células delictivas con cabecillas que fueron delincuentes menores, con hambre de fama y fortuna, en la mayoría de los casos, con poca formación escolar. A quienes ningún jefe les instruye, ni les ordena limitar o respetar espacios, o territorios, porque los que hacen los capos más grandes es básicamente proveerles la droga, recibir el pago y mandar matar en caso de que no sea cubierta la deuda. Son mayormente estás microcélulas criminales peleándose entre sí, las que siguen elevando las estadísticas de muertes violentas. Stratfor ejemplificó con un caso del Cártel Sinaloa en Baja California: “En Tijuana, donde la violencia relacionada con la droga comenzó a subir otra vez en 2013, prácticamente toda la violencia relacionada con el crimen organizado estaba ocurriendo entre organizaciones independientes que una vez cayeron bajo las estructuras de arriba hacia abajo de la organización de Arellano Félix o de la Federación de Sinaloa”. Y agregan: “A partir de 2012, jefes del crimen regional que operaba bajo el paraguas de la Federación de Sinaloa comenzaron a luchar entre sí en Estado de Sinaloa. Y en algunos casos en Sonora”. Sin embargo, reconocieron el control “en lo colectivo”, de “la gran mayoría de las actividades de la delincuencia organizada” ejercida por Ismael “El Mayo” Zambada García, Juan José “El Azul” Esparragoza Moreno, Dámaso “El Licenciado” López Núñez y Fausto Isidro “El Chapo” Isidro Meza Flores, este último rival de los tres primeros. Advierten que presos o libres sus líderes, nada impide que estos grupos continúen ampliando sus fuentes de ingresos. En este caso la referencia es a los secuestros, la extorsión el robo de gasolina, el tráfico y trata de personas, el tráfico de especies en peligro de extinción y otros delitos. Finalmente, señalaron que el Cártel de Sinaloa seguirá fragmentándose. Los ejecutados Los Mochis, Sinaloa.- Guillermo Driver, de 35 años, fue el único abatido en el interior de la casa de “El Chapo”. Su cuerpo quedó tendido boca abajo, en posición fetal, en la esquina de la sala del hogar. En la imagen difundida del cuerpo, se observa el camino de sangre que corre desde su cabeza y que continúa después de sus pies en el piso de loseta. Al comparar esta fotografía con una tomada por ZETA cuando ingresó al hogar, se alcanza a distinguir el disparo que le atravesó la cabeza. El hoyo rompió el borde inferior de la pared. Sin embargo, en la segunda imagen, centímetros arriba de su cabeza, hay una mancha con hilos de sangre que no se observa en la primera foto, cuando la sangre seguía fresca. Las escenas no cuadran. Los cinco hombres de entre 27 y 35 años de edad asesinados por la Marina ese día, guardan una relación: un tiro en la cabeza y una o dos armas al lado. Una vez que elementos ingresaron a la casa de seguridad de “El Chapo” Guzmán, algunos de los pistoleros intentaron huir por los techos de las viviendas. Algunos llegaron hasta la calle Río Presidio, al final de la cuadra. En una de esas casas, donde fueron encontrados dos cuerpos, se observaron más de siete tiros que atravesaron la barda metálica negra. Se trata de Raymundo Gaxiola Gutiérrez, de 28 años de edad, originario de Guamúchil, y de Juan Carlos Quintero Carrillo, de 28, nacido en Badiraguato. Gaxiola Gutiérrez vestía un chaleco negro antibalas y quedó tendido boca abajo con los brazos paralelos al cuerpo, un rifle de alto calibre a centímetros de él; Quintero Carrillo, el único sin camiseta, recibió un disparo en el pectoral izquierdo y quedó tendido sobre su lado derecho. Una pistola corta en su mano izquierda y una ametralladora cerca de la cabeza. Jesús Alfonso Iribe, de 27 años de edad, oriundo de un poblado cercano de Badiraguato, quedó recargado en la esquina de una vivienda vecina de la casa de seguridad. Un rifle AK-47 sobre su muslo derecho. Por último, Teodoro Quiroa, de Culiacán, fue localizado en otro predio cercano. Estaba acostado boca arriba, pero sin armas visibles. Los cinco cuerpos permanecieron en Moreh, funeraria dentro de la cual se encuentra Servicios Médicos Forenses del Estado de Sinaloa, bajo estricta vigilancia de la Marina. Elementos entraban y salían del pasillo hacia las planchas y en patrullas, custodiaban la entrada y salida del lugar. ZETA habló con uno de los encargados del lugar. Explicó que Raymundo Gaxiola, Guillermo Driver y Jesús Alfonso Iribe fueron los primeros reconocidos por los familiares, a quienes les fueron entregados los cuerpos el lunes 11 de enero. Más tarde, ese día, familiares de Juan Carlos Quintero y Teodoro Quiroa reclamaron sus cuerpos. Por tratarse de un asunto relacionado con crimen organizado, los resultados de las autopsias se mantienen bajo resguardo de la investigación. Seis personas más, entre ellas dos mujeres, fueron detenidas en el sitio del enfrentamiento. La Marina informó además de la incautación de dos vehículos blindados, ocho fusiles, una pistola y un lanzagranadas cargados. Inés García